ESPACIOS JUVENILES:

1 diciembre 2009

Noche, música, amigos

 

“Sal a los caminos y veredas

y haz que entren hasta que se llene la casa”

(Lucas 13, 23)

 
¿Dónde se encuentran los jóvenes? En la familia, la escuela, la universidad, el trabajo, el deporte,…, las peregrinaciones, las jornadas mundiales de la juventud…, en la parroquia, o en los grupos juveniles…centros comerciales, calle, viajes y turismo, bares y discoteca, música y conciertos, internet,…El elenco es interminable. En este número de misión joven queremos acercarnos a algunos espacios juveniles. Si es verdad que no hay juventud sino jóvenes, también es verdad que no hay un espacio juvenil sino espacios juveniles. Nos vamos a centrar, en este número de la revista, en tres de estos espacios: la noche, la música y los amigos. Tiempo habrá para tratar con detenimiento otros.
 
Jesús Rojano afirma que hablamos de espacios juveniles cuando hay un espacio vital propio en la vida de los jóvenes. Algunos de estos espacios son creados por los adultos para los jóvenes; otros son creados por los mismos jóvenes. El autor se pregunta: ¿qué espacios ofrece hoy la comunidad cristiana a los jóvenes? Anima a hacer experiencias educativas intergeneracionales, entre jóvenes y adultos.
 
La noche, como espacio simbólico, ha estado unida a la historia de la humanidad. Nuevos inquilinos hay en el edificio de la noche, afirma bellamente José Joaquín Gómez Palacios, con sus costumbres y ambigüedad. Este edificio (la noche) ofrece preguntas y posibilidades para educadores y pastores. Uno de los puntos de reflexión en el artículo de José Joaquín es el mundo virtual de internet. Un lugar que ya está siendo lugar de atención para educadores y pastores con blogs, lugares websites y acompañamiento virtual. Un campo pastoral presente y prometedor.
 
Jotallorente (artista gráfico y músico) nos acerca al espacio juvenil música, tan próximo a la vida diaria de los jóvenes. Reconoce que es un espacio con gran fuerza socializadora por ser canalizador de sentimientos. Pero, también, nos hace ver la ambigüedad de este espacio dominado por el mercado. Los jóvenes no escuchan música, consumen música.
 
Fernando Navarro reflexiona sobre los amigos, tan importantes para todos, pero sobre todo para adolescentes y jóvenes. ¿No será la amistad una oportunidad para entender y vivir el evangelio? Jesús se presenta también como un amigo.
 
¿Podemos dibujar algunas características de estos espacios? Recojo algunas de estas características: libertad y autonomía; relación y comunicación; espacios informales, creativos y abiertos; y, en ocasiones, espacios de ambigüedad. Estos espacios conectan con elementos muy presentes en nuestra cultura antropocéntrica.
 
Llevamos mucho tiempo hablando de pastoral misionera. Para algunos, los jóvenes son ya tierra de misión. Reconocemos que nuestra vocación está asentada en un amor en misión. Podemos plasmar una concreción de esta actitud misionera buscando puntos de contacto y de encuentro con tantos jóvenes que ya están fuera de nuestras propuestas de pastoral juvenil. No nos cabe ninguna duda que hoy, como siempre, hay muchos jóvenes necesitados de dar sentido a la vida, necesitados de vida interior, necesitados del encuentro con Jesucristo.
 
El aliento misionero nos lleva a acercamos a los espacios juveniles. Y lo hacemos con mirada de educador y pastor. Pastores dispuestos a evangelizar desde abajo y desde adentro. Dispuestos a la acogida y al diálogo. ¿Qué podemos aprender de los espacios juveniles? Sugiero algunos aprendizajes: una pastoral que respete el primado de la persona y sus ritmos de crecimiento (proceso en devenir); una pastoral que cuide el encuentro personal y la calidad de las relaciones; una pastoral que ve al grupo juvenil como el puente que une al joven con la sociedad; una pastoral que gusta del dinamismo juvenil; una pastoral que lleva al Encuentro con Jesucristo.
 
Es tiempo de “volver a los jóvenes”. Volver a una relación positiva con ellos en sus espacios vitales y establecer relaciones educativas. La fe es don de Dios; al mismo tiempo es educable. Si esto es así, tienen sentido las mediaciones, los esfuerzos que hagamos para conectar con los jóvenes. ¿Qué es “volver a los jóvenes”? En estos momentos es necesario decir cosas sencillas: dales parte de tu tiempo, estate con ellos, saluda, escucha, habla, propón.
 
Es tiempo de “volver a los jóvenes para acompañarlos hasta Jesucristo”. Todo educador al acercarse a los jóvenes se pregunta cómo anunciar a Jesucristo. Muchos jóvenes han tenido nociones muy vagas de quién es Jesús; y posiblemente,  no sean conscientes de haberse encontrado con él, quizá nunca hayan tenido esta oportunidad.
 
¿Estamos soñando si proponemos la necesidad de educadores para los nuevos espacios juveniles? Educadores sostenidos por una comunidad, abiertos, llenos de vida, con un camino espiritual, dialogantes. Un educador volcado al trabajo juvenil lleva dentro de sí una gran capacidad.
 
La pastoral misionera tiene en el misionero (el agente de pastoral) y en la comunidad su condición de posibilidad. ¿No será que la debilidad de los agentes y de las comunidades estén imposibilitando toda pastoral misionera? Cuando Don Bosco envía a un joven salesiano a fundar un Oratorio, le dice “Allí no hay nada, ni terreno, ni local para reunir a los jóvenes, el Oratorio está en ti: eres tú”. Importantes son los proyectos, pero necesitan de nuestras personas.
 

KOLDO GUTIÉRREZ

 
 
 

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