Ética y nuevas responsabilidades en la era de la información

1 septiembre 2001

PIE AUTOR
José M. Guibert es profesor de Ética Profesional en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto (Bilbao).
 
SÍNTESIS DEL ARTÍCULO
Las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) son uno de los hechos con mayor impacto hoy en la vida de los seres humanos. El autor se pregunta «qué tienen que ver con la ética o con la responsabilidad», centrando la respuesta en el desarrollo humano. Tras dejar claras las posibilidades que encierran las TIC, constata después cómo asistimos hoy a una desigual distribución de los adelantos digitales; por último, analiza las nuevas oportunidades y, consiguientemente, las nuevas responsabilidades que comportan estas tecnologías.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

  1. Las «Tecnologías de la Información y Comunicaciones» y el Desarrollo Humano

 
En este artículo vamos a analizar uno de los hechos que con más relevancia han caracterizado el final del siglo pasado: las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) y sus impactos. Es conocido que estas tecnologías incluso han querido dar un nombre a esta época de la historia humana que nos toca vivir, la era de la información. Las TIC, junto con la biotecnología y, recientemente, la nanotecnología son las tecnologías que más aceleradamente avanzan en esta época.
Al reflexionar en este texto sobre las TIC, la pregunta que nos queremos hacer no es sobre las características técnicas propias de la ingeniería informática, de la ingeniería de telecomunicaciones o de la ingeniería en automática y electrónica, por mencionar algunas de las ingenierías que el sistema educativo español reconoce como oficiales, sino qué tienen que ver con la ética o con la responsabilidad. En otras palabras, no nos quedamos en los artefactos técnicos mismos sino en sus usos y las consecuencias de sus usos.
 
La pregunta que guía esta reflexión que ahora presentamos tiene que ver con las responsabilidades específicas que podemos asociar a las TIC. ¿Tienen alguna responsabilidad ética los que fomentan, comercian o dirigen el curso de las TIC en nuestro mundo? Pregunta quizá muy amplia o demasiado pretenciosa, pero pretendemos aportar algunos datos que puedan dar luz a esta cuestión o preocupación.
A la hora de realizar una reflexión ética de cuestiones relacionadas con las TIC hay muchos temas relevantes, algunos de los cuales son los que siguen: códigos profesionales, hacking y seguridad informática, privacidad y delito informático, seguridad y análisis de riesgo, propiedad del software y propiedad intelectual, medio ambiente y salud, el acceso a la información, administración de la información, impactos sociales, censura, ética en el puesto de trabajo, prácticas anticompetitivas, relaciones cliente-vendedor, etc.. Estos ámbitos son lugares en los que la reflexión ética de las TIC tiene algo que decir y trata de dar criterios sobre modos de actuar, en especial, para los profesionales de las TIC y, en su medida, para los usuarios de las mismas.
 
En este estudio, en vez de tocar muchos puntos problemáticos, como por ejemplo los de la lista del párrafo anterior, hemos preferido presentar solamente una reflexión sobre una cuestión que ahora justificamos. Como indica Marciano Vidal, al preguntarnos qué puede aportar la ética a un hecho científico o técnico, la respuesta estará siempre en el ámbito de los fines, sentidos o significados, más que en los medios.
La instancia ética por sí misma quiere apuntar a un horizonte utópico y como tal su función es orientarnos hacia un futuro mejor y criticar la injusticia del orden existente. Siguiendo a Vidal, el ideal ético de las actividades tecnocientíficas se puede formular así: propiciar vida, más vida y mejor vida. En esta línea, la libertad, el bienestar económico y la paz son ámbitos de vida en donde se concreta y se pone en juego esa dimensión ética.
 
Como concreción de lo anterior, en este análisis ético hemos elegido considerar el desarrollo humano como una cuestión ética. Entendemos aquí por desarrollo humano lo que las distintas organizaciones de las Naciones Unidas, en especial el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), describen como tal. Se trata del desarrollo de distintas capacidades humanas: vivir una vida larga y saludable; adquirir conocimientos y crear; disfrutar un nivel de vida decoroso; y participar en la vida social, económica y política de una comunidad.
Muchos de los datos que aquí presentamos vienen de instancias internacionales a las que hace referencia el Informe sobre desarrollo humano 2001, publicado por el PNUD. Este informe vio la luz en la primera quincena de julio de 2001. Tuvo un rápido reflejo en la prensa española… pero sólo duró un día. En este artículo tratamos de digerir este informe y presentar pausadamente lo que ahí se muestra que tiene que ver con las TIC.
 
La última nota de esta introducción quiere advertir al lector que en este artículo presentamos una gran cantidad de cifras y datos numéricos. Probablemente no sea esto muy frecuente en MISIÓN JOVEN. Esperemos que este modo de análisis de la realidad, que quiere mezclar lo cualitativo con lo cuantitativo, no aburra al lector sino que esta presentación de los últimos datos disponibles sobre la cuestión, sirva de ilustración sobre cómo es esta característica tan relevante del mundo en que vivimos. Ser consciente de las desigualdades relacionadas con las TIC y de sus potencialidades para el desarrollo de los más desfavorecidos puede ser necesario para un uso responsable de esta riqueza que tenemos los que accedemos a los beneficios de las TIC. Un primer requisito de una ética de la información actual es el ser conscientes del privilegio que supone el acceso a esta tecnología. Hacia eso apuntan las reflexiones y datos que siguen.
 
 

  1. Tecnología y progreso humano: medio más que premio

 
Una de las ideas en que más quiere insistir el informe del PNUD del año 2001 es el afirmar que la tecnología no es premio o logro que consigue una sociedad tras alcanzar un grado más o menos alto de desarrollo. Más que un premio o recompensa, es un medio por el cual se puede llegar a un desarrollo humano medio o alto. La historia demuestra que es no solo un premio al que se llega teniendo ya cierto desarrollo, sino un medio que lo permite.
En este sentido, la tecnología puede considerarse como la educación: permite a los grupos humanos salir de la pobreza. Por eso es tan relevante la llamada brecha digital, porque las personas y grupos humanos más pudientes no sólo acceden a más tecnología sino a los beneficios de ella, algunos de los cuales puede ser el mismo desarrollo humano.
 
Al analizar la relación entre tecnología y desarrollo es posible remontarnos a los tiempos más antiguos que podamos imaginar. Por ejemplo, podemos recordar que nuestros antepasados prehumanos utilizaban los palos, las hojas o las piedras como lo pueden hacer hoy en día los chimpancés: para alcanzar alimentos, para beber agua o para defenderse o atacar cuando fuera conveniente. La primera especie humana, el homo habilis, utilizó, según atestiguan los restos hallados, herramientas líticas simples que los diferenciaban ya de los prehumanos. Cientos de miles de años más tarde, la tecnología del homo erectusle permitió ser capaz de labrar hachas y utilizar el fuego como medio de supervivencia en su entorno. Por último, nuestro casi contemporáneo homo sapiens, hace varias decenas de miles de años, llegó a utilizar la tecnología para transformar piedras, huesos o cuernos en instrumentos al servicio de la transmisión de ideas y la comunicación (por ejemplo, en la confección de collares o en la realización de figuras artísticas en paredes de cuevas).
 
El desarrollo humano ha ido mejorando a lo largo de la historia, muchas veces, debido a la tecnología. Ésta, la tecnología, ha servido y sirve directamente al desarrollo de las capacidades que arriba señalábamos que definen el desarrollo humano. Veamos algunos ejemplos que relacionan directamente los avances tecnológicos con avances en supervivencia y salud, producción de alimentos o participación social y política:
 

  • Los avances en inmunizaciones y antibióticos en América Latina y Asia lograron que en esas zonas del mundo las condiciones de salud y supervivencia humanas mejoraran en cuarenta años como lo hicieron en Europa en casi ciento cincuenta años (de comienzos del siglo XIX a mediados del XX).

 

  • La aplicación de los adelantos en terapias de rehidratación oral y vacunas permitieron reducir significativamente la mortalidad infantil en los países en desarrollo. La tasa de mortalidad de niños menores de cinco años casi queda en la mitad: bajó de 170 por mil en 1970 a 90 por mil en 1999.

 

  • En Inglaterra costó casi 100 años conseguir que se pasara de una producción de 0.5 a 2 toneladas de trigo por hectárea cultivada. Después, en sólo 40 años pasaron de 2 a 6 toneladas por hectárea. Desde 1960 este progreso tecnológico (mejoras en fertilizantes, semillas, control hídrico…) se fue transmitiendo a otras zonas del mundo. La eliminación de buena parte de hambruna crónica en Asia, América Latina y Estados árabes, zonas mundiales en las que las familias pobres gastan la mitad de sus ingresos en alimentos, fue debida a la reducción de precios originada por las mejoras técnicas en producción de alimentos.

 

  • En el siglo XX, adelantos como la televisión, el fax, el teléfono o la radio, han permitido que las personas estemos mejor informadas y así participemos mejor en las decisiones que afectan a nuestras vidas. Los medios de difusión libres son reconocidos como los pilares de las democracias. Las nuevas tecnologías (internet, email) permiten la movilización popular nacional y especialmente internacional con una rapidez sin precedentes.

 
El Banco Mundial ha estudiado recientemente qué influye más en la reducción de la mortalidad, ya sea mortalidad infantil (niños menores de 5 años), de mujeres adultas, de varones adultos o la esperanza de vida de la mujer al nacer. En concreto se ha fijado en la contribución de tres factores a esa reducción de mortalidad: 1/ Los aumentos de ingresos; 2. La elevación del nivel de instrucción de las mujeres adultas; 3/ Los logros técnicos.
Según ese estudio, el tercer factor ha sido más importante que los otros dos en la reducción de la mortalidad humana lograda entre 1960 y 1990.
 
 

  1. Crecimiento y mal reparto de lo digital y tecnológico

 
Como hemos señalado arriba, las TIC son unas de las tecnologías que más avance viven en estos años. Estos avances son a su vez dependientes de innovaciones en distintos ámbitos: microelectrónica, informática (hardware, software), telecomunicaciones y optoelectrónica (fibra óptica, semiconductores, microprocesadores).
 
 
3.1.          Expansión de las TIC
 
Las innovaciones en estos campos han hecho posible que se procese, almacene y distribuya cada vez más cantidad de información y de manera más rápida. Son conocidas dos leyes que quieren reflejar en su formulación la velocidad a la que estas técnicas mejoran:

  • Ley de Moore:la capacidad de computación se logra duplicar cada 18 ó 24 meses, gracias a la evolución de la tecnología de los microprocesadores.
  • Ley de Gilder:la capacidad de las comunicaciones (amplitud de banda) se logra duplicar cada 6 meses, gracias a la evolución de la tecnología de la fibra óptica.

 
Ambas leyes incluyen en su afirmación que hay grandes reducciones de costos con esos aumentos de rapidez y cantidad. Algunos ejemplos nos pueden situar en cómo la humanidad va transformando aspectos de su realidad. El acceso a la información y lo que es la estructura de las comunicaciones han quedado profundamente alterados. Veamos algunos ejemplos:
 

  • Enviar un texto de 40 páginas de Chile a Kenia supone estos costes: 50 dólares si se hace por servicio de mensajería; 10 dólares si se hace por fax; 0,10 dólares si se hace vía email.
  • Realizar una llamada de teléfono de Nueva York a Londres en 1930 costaba 300 dólares (a precios actuales). Hoy puede realizarse por menos de 0,20 dólares.
  • Enviar un millón de bites de información de Los Ángeles a Boston (5.000 kilómetros), costaría 150.000 dólares en 1970. Hoy, sólo 0,12.
  • 1 megabit de RAM costaba 5.257 dólares en 1970. En 1999 su costo era de 17 dólares.

 
Estas transformaciones tecnológicas van unidas a otro de los cambios más relevantes de nuestra era: los avances en la mundialización económica, gracias a la cual los distintos mercados de la tierra se van unificando de una manera u otra. Este hecho económico de fines del siglo XX ha sido posible no sólo por decisiones políticas (liberalización del comercio, privatizaciones, caída del comunismo), sino que ha sido enormemente facilitado y acelerado por las posibilidades de las herramientas que ofrecen las TIC.
Como es de esperar, esta expansión también se ha aplicado a la internet misma, en la última década del siglo pasado. El número de usuarios de internet como de anfitriones (hosts) no para de crecer:
 

  • A fines de 1995 había menos de 20 millones de usuarios de internet; a fines de 2000 eran más de 400 millones. Se espera que para el 2005 sean 1.000 millones. Han aumentado más rápidamente las aplicaciones de lasTIC que las de la biotecnología.
  • En América Latina el aumento del uso de Internet se cifra en un 30% anual. El que los hogares tengan ingresos bajos hace que la expansión no sea lo suficientemente rápida: se estima que para el 2005 sólo el 21% de las personas estará conectada.
  • En muchos países aumenta el número de anfitriones de internet: Brasil pasó de 26.800 en 1995 a 1.203.100 en 2000. En otros países los aumentos fueron también espectaculares: en esos mismos años Corea pasó de 38.100 a 863.600, Ucrania de 2.400 a 59.400 y China de 10.600 a 159.600.

 
 
3.2.        El oasis digital
 
A la hora de hablar de la distribución de los adelantos digitales, podríamos hablar de oasis digital más que de brecha digital. Hablar de brecha parece que sugiere dos secciones más o menos homogéneas de algo o algo dividido en dos partes. Utilizar el término oasis, sugiere que una parte tiene un contenido y la otra casi nada. Quizá esto refleja mejor la situación mundial. Pero dejando aparte los matices lingüísticos, vayamos a describir la brecha u oasis digitales, comenzando con un indicador relevante a la hora de describir la penetración de internet en una sociedad: el número de usuarios (Tabla 1).
 
Tabla 1
Porcentaje de la población usuaria de internet

EE.UU. 54,3
OCDE (alto ingreso, sin EE.UU.) 28,2
América Latina y Caribe 3,2
Asia Oriental y Pacífico 2,3
Europa Oriental 3,9
Estados árabes 0,6
África subsahariana 0,4
Asia meridional 0,4
Media mundial 6,7

Fuente: PNUD, 2001 (Datos del año 2000)
 
Además de constatar este reparto desigual, también hay que señalar que la brecha digital se reduce, pero muy lentamente. En 1998 el 88% de los usuarios de internet pertenecía a los países de la OCDE de alto ingreso (14% de la población). En el año 2000 esa cifra ha bajado al 79%. Las capas medias/altas de más países van accediendo a la red.
Otro indicador relevante a la hora de describir la difusión de las TIC es el número de anfitriones en Internet. Es evidente que este indicador mide no sólo la capacidad de un país para difundir innovaciones recientes sino, dentro de eso, mide también un elemento clave para la participación en las oportunidades que promete esta era de las redes. El último informe del PNUD da datos de 162 países divididos en tres bloques: alto desarrollo humano (48 países); desarrollo humano medio (78) y desarrollo humano bajo (36). A modo de ilustración, podemos señalar que este indicador está encabezado en su primer grupo por los siguientes países: Islandia (232 anfitriones de internet por 1000 personas), Finlandia (200), Noruega (194), Estados Unidos (179) y Nueva Zelanda (147).
 
En resumen, mientras la media de los países de alto desarrollo humano es 80,5, la media de los países con desarrollo humano medio es 1,0 y la media de los de desarrollo humano bajo es lamentablemente irrelevante. Aunque estas cifras varían con los años, estos datos oficiales indican las desigualdades de partida y el muy desigual aprovechamiento de esta tecnología.
 
 
Tabla 2: Difusión mundial de tecnología

Países de alto desarrollo humano Países de desarrollo humano medio Países de desarrollo humano bajo Todo el mundo

Anfitriones internet

80,5 1,0 (.) 15,1
Teléfonos fijos 542 79 9 158
Teléfonos móviles 347 28 2 85

Fuente: PNUD, 2001 (Los datos de los teléfonos son de 1999 y los de internet de 2000).
 
 
Por otro lado, es también de destacar la brecha digital en el interior mismo de los países. Nos podemos fijar cómo en zonas del mundo de desarrollo humano medio o bajo, sigue habiendo pequeños oasis, según zonas urbanas y regiones concretas, que reflejan la desigualdad de reparto también dentro de los países pobres:
 

  • En las ciudades chinas de Shangai y Beijing el 18,5% de la población está conectada a internet. En las 15 provincias más pobres, con 600 millones de habitantes, está conectado menos del 1%.
  • En la República Dominicana el 80% de las conexiones está en la capital del país, Santo Domingo.
  • En Tailandia en las zonas urbanas hay 34 veces más conexiones por habitante que en las rurales.
  • En la India, el 94% de las conexiones está en solo 5 estados.

 
Hemos señalado ya discriminaciones según zonas del mundo y además según zona urbana o región dentro de los distintos países. Pero la discriminación en estos países no termina aquí: hay también discriminación por otros motivos: según ingresos (los más pobres tienen mucho menos acceso), según instrucción (los que han recibido educación terciaria tienen más acceso), según edad (más jóvenes utilizan los servicios en línea) y según género (más uso en los varones que las mujeres). De estos factores sólo uno está cambiando a mejor de manera rápida: la disparidad debida al género. En EE.UU., en 1996 el 38% de los usuarios eran mujeres. En el año 2.000 representaban el 51%.
 
 
 
3.3.        La brecha tecnológica
 
Como es fácil suponer, la brecha digital no camina sola. Va acompañada por otras brechas: grandes diferencias en acceso y consumo de electricidad, uso de tractores por hectárea cultivada, uso de teléfonos, tasa de asistencia a educación secundaria, etc. Hay invenciones ya divulgadas hace decenios que aún no se han universalizado, aunque tengan un gran valor como medios de progreso humano. Un ejemplo es la electricidad (un tercio de la población mundial, 2.000 millones de personas, aún no tienen acceso) y otro el teléfono (ver Tabla 2).
Luego el acceso a internet o a la nueva economía basada en redes telefónicas se ve muy limitado. Harán falta muchos años para que no haya tales brechas digitales o tecnológicas, si es que algún día se superan. Sin embargo está habiendo cambios: en los países en desarrollo: se ha pasado de 22 líneas por 1.000 habitantes en 1990 a tener 69 líneas por 1.000 habitantes en el año 1999. ¿Razones? El progreso tecnológico mismo, las inversiones en infraestructuras y las innovaciones comerciales.
 
 
3.4.        El índice de adelanto tecnológico
 
El PNUD presenta en su informe del 2001 un índice de adelanto tecnológico (IAT). Este índice quiere medir en qué medida un país participa en la creación y uso de tecnología. El IAT trata de reflejar en qué medida un país está creando y difundiendo la tecnología y construyendo una base de conocimientos humanos y, por ende, su capacidad para tomar parte en las innovaciones tecnológicas de la era de las redes. Se trata de un índice compuesto que busca ser una herramienta en la definición de estrategias de desarrollo en esta era de las redes. Tiene cuatro dimensiones que son normalmente muy relevantes en las políticas tecnológicas de los países. Estas dimensiones se traducen en estos indicadores:
 

  • Creación de tecnología: número de patentes per cápita; ingreso por royalties y derechos de licencia per cápita.
  • Difusión de innovaciones recientes: difusión de internet; porcentaje de exportaciones de productos de tecnología media y alta.
  • Difusión de viejas invenciones: teléfonos; electricidad.
  • Conocimientos especializados: promedio de años de enseñanza; tasa bruta de matrículas de estudiantes de ingeniería, ciencias o matemáticas.

 
Con estos indicadores se refleja claramente la muy desigual distribución de logros técnicos en el mundo. El desarrollo de productos e invenciones son normalmente resultado de inversiones sostenidas en I+D que se dan principalmente en los países de la OCDE (14% de la población mundial) y en algunas zonas de Asia y América Latina. Hay nodos de innovación tecnológica catalogados en India, Brasil, Sudáfrica o Túnez, aunque la mayor concentración está en los países de la OCDE. Como ejemplo, veamos la distribución mundial de patentes, artículos técnicos y royalties:
 

  • En 1998 se presentaron en el mundo 836.000 solicitudes de patentes. A los países de la OCDE correspondía el 86%.
  • En 1998 hubo 437.000 artículos en publicaciones técnicas. De laOCDE, un 85%.
  • La innovación tecnológica también se traduce en derechos unidos a la propiedad. En 1999 el 54% de los royalties y los derechos de licencia mundiales fueron a losEE.UU. Un 12% fue a Japón.

 
Esta brecha tecnológica no solo se da entre regiones del mundo y entre países, sino también hay registradas grandes diferencias dentro de los países, como señalábamos ya al analizar la brecha digital. Por ejemplo, India tiene el séptimo puesto del mundo en cuanto al número de ingenieros o científicos, y tiene el undécimo nodo mundial de innovación tecnológica (la región de Bangalore), pero ocupa el puesto 63 en el índice de adelanto tecnológico. La razón es que el analfabetismo adulto es alto (44%) y el número medio de años de escolaridad es bajo (5,1).
 
Transferir y difundir tecnología no es fácil. Para que un país pueda aprovechar la tecnología externa ha de contar con cierta capacidad interna para poder analizar lo que viene de fuera y determinar qué posibles beneficios puede interiormente lograr adaptando la nueva tecnología a lo que son sus limitaciones, necesidades y opciones.
El sector privado tiene cada vez más relevancia en el mundo de la I+D y logra más financiación para sus propósitos. En países punteros como los EE.UU.Las nuevas formas de financiación privada que tienen como destino I+D de riesgo alto tienen una relevancia alta. El capital riesgo, clave en el crecimiento tecnológico último de EE.UU., ha surgido también en otras partes como China, India o Singapur. La accesibilidad a instrumentos financieros modernos, clave en el desarrollo de la nueva economía, es un nuevo obstáculo en las cuestiones de desarrollo humano.
 
 

  1. Nuevas oportunidades para las TIC: nuevas responsabilidades

 
En este análisis que estamos haciendo de las TIC, no queremos quedarnos en describir desigualdades, lo cual en sí mismo es un hecho a tener muy presente y no ocultarlo. Hemos de indicar también que las nuevas TIC son una fuente de promesas para el desarrollo. Las promesas, en cuestiones de acceso a conocimientos y posibilidades de participación, son muchas. Se estima que las TIC pueden favorecer la eliminación de obstáculos que se oponen al desarrollo humano. Veamos los distintos ámbitos en donde las TIC pueden positivamente promover el desarrollo humano:
 

  • Participación política

Internet permite reducir el aislamiento y las dificultades para realizar acciones colectivas, ya sean locales o cuasiglobales. Campañas por correo electrónico contra la corrupción en Corea o contra el expresidente Estrada en Filipinas (150.000 firmas contra él en primavera de 2001) suponen un salto adelante en la movilización de los ciudadanos. Hay más ejemplos en la India o en Honduras, en los cuales se ha permitido que los ciudadanos presenten denuncias por corrupción de funcionarios públicos, recojan firmas y presionen a senadores, defiendan su medio de vida o hábitat contra destrucciones ilícitas. Nada de esto hubiera sido posible sin los nuevos medios electrónicos. Otras cuestiones más globales también han tenido un fuerte impulso debido a los nuevos sistemas de comunicación global. Por ejemplo, los esfuerzos para suministrar medicamentos contra el SIDA en países necesitados, la prohibición de minas terrestres o las campañas contra la deuda externa.
 

  • Mayor transparencia

Las instituciones y mercados pueden trabajar mejor con una mayor información y transparencia en planificación y transacciones. Instrumentos de bajo costo permiten preparar mejor la confección de presupuestos y el control de los mismos.
 

  • Mejoras en salud

En los casos en los que los problemas de salud tengan que ver con falta de información aparecen nuevas soluciones que permiten registrar de manera digital síntomas de pacientes y enviar datos a ciudades con médicos que puedan realizar diagnósticos.
 

  • Mejoras en el conocimiento

Una vez logrado el acceso, la red ofrece información por igual a pobres y ricos, en los sitios de no pago. La educación, unida al acceso de información, permite desarrollar capacidades humanas, en especial las cognoscitivas.
 

  • Mayores ingresos en zonas rurales

En países en desarrollo se dan formas de uso ingenioso de internet que permite beneficios para comunidades con pocos ingresos. Se crean centros de información rurales con acceso local a internet por medio de la energía eléctrica o solar y con comunicaciones inalámbricas o por cable.
 

  • Participación económica de países de no alto desarrollo

En algunos países en desarrollo las TIC permiten aumentar exportaciones, diversificar la economía y crear buenos empleos. El que en términos de capital e infraestructura en algunos casos el sector TIC requiera menos inversiones iniciales, permite que haya un alto crecimiento de industrias de alta tecnología en algunos países como la India. El sector TIC es para la India un sector que promete oportunidades. Entre 1990 y 1999, la industria TIC generó 15 veces más riqueza y las exportaciones han pasado de 150 millones de dólares a 4.000. Estiman que para el año 2008 esa cifra llegará a 50.000, suponiendo el 30% del total de las exportaciones del país. Esa previsión dice que la informática, que empleaba a 180.000 trabajadores en 1998, dará empleo a 2.200.000 en el 2008. En esto tiene su papel el gobierno indio: ha invertido en educación y en infraestructura (enlaces de alta velocidad, interconexiones de banda ancha) para hacer que el país participe de la nueva economía. Espera también que esto suponga beneficios para el desarrollo humano del país y para un crecimiento económico equitativo.
 
Estos ejemplos tienden a multiplicarse. Una pregunta, sin embargo, está siempre presente: ¿llegará esto a los pobres? El que las posibilidades de las nuevas tecnologías puedan aprovecharse estará en función de cómo se adaptan a las condiciones reales de los distintos países y regiones en desarrollo y, sobre todo, en función de cómo las instituciones y los sectores empresariales idean dispositivos de bajo precio y de acceso fácil, ya sea a través de centros públicos o comerciales. Los accesos comunitarios, públicos o privados, pueden beneficiar a las comunidades rurales.
Los países en desarrollo, si logran desarrollar infraestructuras, pueden participar en la nueva economía, integrarse en sus cadenas de valor, en las nuevas oportunidades de contratación externa que permiten que unos servicios se ofrezcan en un país y se presten desde otro e integrarse también en los nuevos modelos de transacciones comerciales intermediadas.
 
Aunque haya habido una crisis este último año en las empresas llamadas tecnológicas y en especial en las denominadas «punto com», esto no quiere decir que las actividades económicas e industriales relacionadas con las TIC no estén entre las más dinámicas. Aunque la historia juzgará si la introducción de las TIC supone un cambio de paradigma equivalente al de la revolución industrial, los cambios de organización en las empresas y los cambios en la economía misma cuando penetran las TIC están suponiendo probablemente algo más que un momento alto de un ciclo económico más.
Existe un prejuicio contra el uso de las nuevas tecnologías en los países en desarrollo: el ordenador o internet no es una herramienta relevante en cuestiones de desarrollo cuando una persona no tiene electricidad, agua corriente o un techo donde dormir. Según los responsables del PNUD esto es un debate falso que puede profundizar la división entre un Sur pobre y un Norte rico. Los ordenadores no dan literalmente de comer, pero ya han ayudado en muchos países en cuestiones de educación y salud. El PNUD quiere fomentar una visión en la que la tecnología refuerce al desarrollo y sugiere que en este siglo que ahora comenzamos las políticas tecnológicas podrían ser tan relevantes como las comerciales.
 
 

  1. Conclusiones

 
Para que la brecha digital no se haga eterna, el acceso a internet ha de ampliarse. Para ello empresas e instituciones han de estimular su creatividad. En esta línea, por ejemplo, en Bangalore (India) entre una empresa de diseño y un instituto universitario están diseñando un dispositivo que permite acceder a internet por menos de 200 dólares, con funciones de pantalla táctil, sobre la base del sistema operativo Linux. Se pretende así un acceso casi cuatro veces más barato que el normal y con menos restricciones de alfabetización para los posibles usuarios.
Este rápido barrido por cuestiones que relacionan las TIC con el desarrollo humano ha servido para unir y relacionar de manera más directa estos dos ámbitos. Sirve también para poner en evidencia las desigualdades de que se parte y los riesgos que esto supone si no se busca el crear e implementar políticas concretas que amortigüen esas brechas tecnológicas o digitales.
 
La aplicación de la ciencia a las tecnologías de producción y a las prácticas agrícolas ha sido la base de los sistemas de producción desde fines del siglo XIX. Han logrado que aumente el ingreso de la mayoría de los trabajadores, aunque de una u otra manera, la influencia de la ciencia y la tecnología en la economía ha estado presente en toda la historia. En el siglo XX además de las inversiones en I+D, el espíritu empresarial y los incentivos del mercado han supuesto una aceleración del progreso tecnológico.
El problema, como conocemos, es que el mercado mismo no es suficiente para traducir el desarrollo tecnológico en progreso humano o satisfacción de necesidades humanas. Hace falta un esfuerzo deliberado de muchas instituciones, incluyendo inversiones públicas, para crear innovaciones que interesen a poblaciones empobrecidas y para lograr diseminarlas extensivamente. Al ser bajos los ingresos de los sectores pobres, sus intereses normalmente no pueden ser oportunidad de negocio para el mercado dominado por intereses privados. El informe del PNUD analiza cuestiones relativas al fomento de iniciativas mundiales y desarrollo de capacidades nacionales que sirvan a la creación y difusión de tecnologías que beneficien a países y poblaciones pobres.
 
Una reflexión ética, como decíamos al principio, se ha de inscribir en el ámbito de los fines o sentidos de los distintos hechos. Hablar éticamente de las TIC implica por ello también preguntarse a quién benefician o qué problemas pueden resolver.
Muchas personas piensan que las nuevas tecnologías serán de poca utilidad para el desarrollo y para los pobres. Es más, habrá quien desconfía de las empresas privadas, los gobiernos y los científicos, creyendo que las nuevas tecnologías aumentarán eternamente las diferencias entre el Sur y el Norte. Pero la tecnología es un instrumento de desarrollo, no sólo un beneficio. El desarrollo humano puede incluirse entre los campos a los que directamente pueden atender y responder las TIC. Es un nuevo ámbito de responsabilidad ética a tener en cuenta. n
 

José M. Guibert

estudios@misionjoven.org
 Algunos manuales sobre ética informática: BERLEUR, J.-BRUNNSTEIN, K. (1996), Ethics of Computing. Codes, spaces for discussion and law, Chapman & Hall, London; BOWYER, K. (1996), Ethics and computing: living responsibly in a computerized world, IEEE Computer Society, Los Alamitos, CA; JOHNSON, D. (1996), Ética informática, UCM, Madrid; SPINELLO, R.A. (1997), Case studies in information and computer ethics, Prentice Hall, New Jersey.
 VIDAL, M. (1980), Moral de actitudes, Vol. III, Moral Social, PS, Madrid.
 PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (2001), Informe sobre desarrollo humano 2001. Accesible en http://www.pnud.org.
 España aparece también en el grupo de alto desarrollo humano, pero en este indicador no tiene una cifra demasiado alta (21) dentro de su grupo, aunque sí es mucho mayor que el resto de países del mundo.
 MALLOCH BROWN, M., El Informe sobre el Desarrollo Humano 2001, «El País», 11.07.2001.