ETIQUETAS PARA TODOS

1 mayo 2006

  •  Uno se levanta “ser humano” cada mañana y deja de serlo enseguida, convertido en otra clasede ser, por la mirada de los demás:

Consumidor, para el mercado.
Inquilino, para el propietario.
Cliente, para el comercio.
Afiliado, para el sindicato.
Peatón, para el automovilista.
Fan, para las estrellas.
Deudor, para el acreedor.
Público ABC1, u otro, para el marketing.
Usuario, para las empresas de servicios.
Autónomo, responsable inscripto, monotributista, para el Estado.
Rating, para la televisión.

  •  Uno pasa la tarde sin “ser humano”,  pues es catalogado con precisión como otro tipo de ser por los demás:

Un número de expediente, para la Justicia.
Un currículum, para los empleadores.
Un target, para la publicidad.
Un carnet, para la obra social.
Un voto, para los dirigentes políticos.
Un pecador, para la religión.
Un civil, para el militar.
Un jubilado, para los jóvenes.
Un número, para la economía.
Un cuerpo, para la moda.

  •  Uno no es “ser humano” durante el día aunque lo parezca, por su parecido con los demás, sino lo que la mirada clasificadora ha indicado prolijamente que es:

Trabajador asalariado varón.
Profesional mujer.
Desocupado.
Subocupado.
Obrero cualificado.
Comerciante.
Industrial.
Empleado administrativo.
Empresario.
Minero.
Trabajador rural.

  •  Uno no termina el día siendo “ser humano”, sino aquello que señalan, categóricos, los rótulos en el catálogo de lo que se es:

Un blanco.
Un negro.
Un católico.
Un judío.
Un musulmán.
Un provinciano.
Un inmigrante.
Un viejo.
Un deportado.
Un artista.
Una madre soltera.
Un lisiado.
Un licenciado.
Un indocumentado.
Un millonario.
Un gay.

  •  Uno llega a la noche y no se recuerda “ser humano”, pues no hace falta. Para eso está la etiqueta que le indica acabadamente lo que es:

Gerente.
Cadete.
Secretario.
Capataz.
Peón.
Director.
Meritorio.
Asistente.
A prueba.
Jefe.
Subdirector.

  •  Uno se queda dormido y, entonces sí, mientras duerme, y duermen también los otros, y las etiquetas, y los compartimientos, y los casilleros, y las divisiones, y las clasificaciones, es un “ser humano”.

Sólo en sueños no estamos tipificados.
Por los sueños sabemos que no somos otra cosa que ”seres humanos”.

Mex Urtizberea,

La Nación (Buenos Aires)

24 febrero 2006

http://www.lanacion.com.ar/783318

 
Para hacer
¿Dónde está cada uno de nosotros dentro de esas lisas?
¿Dónde le gustaría no estar?
¿Cuáles son nuestros sueños que nos convertirán en seres humanos?
 

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