Por Navidad siempre volvemos a las andadas: que si sí, que si no. ¡Pues sí! Sí, pero bien. Por eso incluimos en este número de «Cuaderno Joven» numerosos materiales que nos pueden ayudar a celebrar una Navidad distinta. Para empezar, será bueno… celebrarla cada día.
– ¿No vas a deseamos una feliz Navidad?
El Maestro echó un vistazo al calendario, vio que era Jueves y dijo:
– Prefiero desearos un feliz Jueves.
Aquello ofendió a los cristianos que había en el monasterio, hasta que el Maestro se explicó.
– Son millones los que van a disfrutar no es día de hoy, sino la navidad. Por eso su gozo es efímero. Pero para aquellos que han ha aprendido a disfrutar el hoy, todos los días son Navidad.
- DE MELLO,Un minuto para el absurdo(p. 226).
Así pues, ¡Feliz Navidad… cada día! Eso no quita que, especialmente en esta fechas, seamos más conscientes de lo que celebramos, de lo que buscamos, de lo que queremos y de lo que… podemos hacer. Todo esto:
Recorre el mundo anunciando: ¡Que ha nacido un Salvador!
Habla en las calles y plazas: ¡ha llegado un triunfador!
Ve a las universidades: ¡ Sabemos la solución!
Pasa por los hospitales: ¡Hay salud y salvación!
Acércate a las industrias: ¡Se ha fabricado amor!
Y también a los mercados: ¡Traigo una oferta de Dios!
Haz visita a los museos: ¡dios pintó su bodegón!
Di en los restaurantes: ¡Ofrezco un plato mejor!
Repite en las discotecas: ¡Traigo la mejor canción!
Predica, al fin, en los templos: ¡Que jueza os es pena Dios!
Porque esto es así, porque puede ser así, «Cuaderno Joven» os desea ¡Feliz Navidad… cada día! Y que nosotros podamos anunciarlo de verdad en todas partes… con nuestras vidas.
Herminio Otero