“Clint, siempre ha tratado los temas complejos de la raza, la religión y los prejuicios de un modo honesto, que a veces puede ser políticamente incorrecto, pero que siempre es auténtico. Gracias a que conoces a Clint, entiendes que tiene más cosas en común con Walt de lo que se ve. Empiezas sin saber nada de él y entonces comienzas a ver cómo es en el fondo, gracias a su relación con esa gente.” (Bill Gerber, productor)
Clint Eastwood ha recorrido una vasta y variada trayectoria cinematográfica como actor, director y productor desde Hoy como ayer (1956), de Jerry Hopper hasta Gran Torino y es especialmente recordado por el frío e implacable pistolero a las órdenes de Sergio Leone o por encarnar a “Harry, el sucio (1971)”, de Don Siegel, que iniciaría la popular y dilatada saga.
“Retrospectivamente, no puedo pensar en nadie más aparte de Clint Eastwood que pudiera haber hecho esta película e interpretado este papel. Como director de cine Clint es muy parco y además no se inmuta, no importa lo desagradable que sea el tema. Como actor, necesitó cierto grado de valentía para interpretar a Walt, quien, por no decir algo peor, al principio no es un personaje muy comprensivo. La intolerancia de Walt es algo que le ha acompañado durante 60 años, y tener el valor para cambiar algo de uno mismo que está tan arraigado, especialmente a una edad avanzada, es algo extraño y difícil. Walt es un hombre físicamente duro, pero la historia le obliga a mostrar valor emocional.” (Dave Johannson)
Los años no pasan en balde y Walt Kowalski, veterano de la guerra de Corea y recién enviudado, vive apartado de la familia, hostil a los vecinos inmigrantes, interesado únicamente por su perra Daisy, el rifle M-1 y el impecable Gran Torino guardado en el garaje.
“Walt tiene un poco del profesor de manualidades que ha tenido todo el mundo o incluso del padre que te está observando cómo vuelves a montar tu bici y atornillas todas las piezas. Creo que todo el mundo conoce a alguien así… En Corea, Walt hizo cosas que le obsesionan y ve esos rostros en sus vecinos. Para Walt, todos los asiáticos son iguales, como si todos se hubieran mezclado en una licuadora. Y resulta que existe otra cultura que no conoce y, según va conociéndolos más, empieza a reflexionar sobre sus experiencias en Corea”. (Nick Schenk, guionista)
Un encuentro imprevisto y desafortunado con el joven hmong Thao comienza a erosionar la rutina cotidiana de Walt Kowalski, al mismo tiempo que le ofrece una nueva oportunidad para hacer algo útil con sus últimas energías y desempolvar lo mejor de sí mismo.
“Bromeo con que mi papel es básicamente aparecer en la puerta y hacer que Clint Eastwood me dé con ella en las narices… El Padre Janovich está intentando llegar a Walt sin saber realmente cómo hacerlo o, incluso, cómo conseguir que Walt mantenga una conversación con él. A Walt no le impresiona el hecho de que sea un clérigo. Simplemente le considera un ‘joven de 27 años, virgen y excesivamente educado’. Walt le deja claro que no le interesa la forma normal de tratar a las personas.” (Christopher Carley, actor)
“El Gran Torino es su orgullo… Walt es de los que piensan en el Gran Torino. Lo único que hace con él es dejarlo aparcado en el garaje. Y de vez en cuando lo destapa y saca brillo. Walt con un vaso de cerveza, mirando su coche, es lo mejor para él en esta etapa de la vida.” (Clint Eastwood)
Pistas para la reflexión

1. ¿Qué constantes temáticas y estilísticas del cineasta reaparecen en “Gran Torino”? ¿Novedades? ¿Mejora o empeora el conjunto?
2. ¿Cómo es inicialmente Walt Kowalski? ¿En qué consiste su vida? ¿Qué valora? ¿Por qué cambia? ¿Cómo se va notando en la narración? ¿Qué papel desempeña el Padre Janovich? ¿Cómo lo resume en la homilía fúnebre?
3. ¿Cómo esperan que actúe frente a la banda? ¿Qué decide? ¿Por qué?
4. ¿Qué es el Gran Torino para Walt Kowalski? ¿Cuál es nuestro Gran Torino en la vida?