Guardiola y las claves del éxito

1 septiembre 2009

En 2009 el Barcelona ganó la Liga, la copa el Rey y la Champions. El articulista explica claves psicológicas que ayudan a explicar el éxito de su entrenador PepGuardiola, del que, al comenzar la temporada futbolística, muchas personas expresaban sus dudas sobre las posibilidades de éxito. Al comienzo de curso, ¿no se podría aplicar todo esto cada educador y profesor con su grupo de alumnos, o al director y su equipo de profesores?

 

  1. Implicación y máxima exigencia a los jugadores. Recientemente, Xavi comentaba sobre su entrenador: «No hay secreto: él lo da todo; no se da un respiro. Se implica tanto y hay tanto compromiso por su parte, que si no respondes quedas retratado». Para ganar títulos hay que jugar bien y entrenar mejor. Esta es una de las claves del éxito, pues los deportistas están muy motivados para competir, pero algunas veces no tanto para entrenar. Sin embargo, solo se compite bien cuando se ha entrenado adecuadamente. Guardiola ha sabido aglutinar lo mejor de sus antecesores, modernizando el estilo deldream team de Cruyff, rescatando la presión defensiva de Rijkaard y trabajando más los aspectos defensivos y las jugadas a balón parado. La influencia que los comportamientos y actitudes de los entrenadores tiene sobre sus jugadores es mayor de lo que muchos de ellos creen.
  2. Estilo positivo de liderazgo y comunicación. En psicología del deporte se ha intentado identificar los rasgos de personalidad de los entrenadores de prestigio: «Mentalmente fuertes, autoritarios, dispuestos a soportar la presión, emocionalmente maduros, independientes en sus opiniones y realistas en los objetivos que se proponen». Estas características pueden ayudar a un entrenador, pero los estudios empíricos no han respaldado dicho perfil. Actualmente se considera que no existe un conjunto de rasgos que garantice el liderazgo eficaz en cualquier entorno, sino que dicho liderazgo responde a situaciones específicas. En este caso, a Guardiola le ha ido muy bien reconocer los méritos de sus jugadores: «Tengo unos jugadores muy buenos. Ellos, con otro entrenador, podrían ganar títulos; yo, con otros jugadores, no». Y tener una excelente relación con ellos. Por lo tanto, hay que recordar que un estilo de liderazgo autoritario no siempre lleva al éxito y que un estilo positivo de comunicación no está reñido con ser muy exigente.
  1. Objetivos comunes y sensibilidad a las diferencias individuales. Durante esta temporada, el Barça ha mostrado un estilo de juego ofensivo y atractivo, que ha merecido elogios generalizados. Este estilo de juego para lograr unos objetivos comunes supone a veces sacrificios individuales que los jugadores pueden aceptar si el entrenador ha sido sensible a las diferencias individuales en su trato con ellos. Así, tras la victoria por 2-6 del Bernabéu, Etoo, que jugó en una posición sacrificada, reconocía públicamente: «Es una victoria de Pep, porque para mí estuvo tácticamente insuperable».
  2. Coherencia en el discurso a lo largo de la temporada. Desde el comienzo, Guardiola ha insistido en la necesidad de entrenar bien y luchar hasta el último minuto con la máxima intensidad. Este ha sido un discurso que no ha tenido que cambiar y que, junto con un alto nivel de autoexigencia, le ha dado la máxima credibilidad ante sus jugadores. En definitiva, una coherencia en el discurso que se basa en establecer pocas reglas, pero muy claras y lograr que se cumplan. Solo así se entiende que hasta la prensa esté satisfecha con un entrenador que dijo al principio de la temporada que no concedería entrevistas, y que lo ha cumplido…

[Ojalá] que los jugadores puedan decir al final de la próxima temporada lo que dijo Xavi recientemente: «Hemos trabajado mucho esta temporada, pero nos lo hemos pasado muy bien».

JAUME Cruz, Catedrático de Psicología del Deporte de la UAB.

El Periódico, 6/6/2009

 

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