Destinatarios
Profesores y alumnos especialmente en centros educativos. También se puede llevar a cabo en otros lugares.
Objetivos
-Que los alumnos nuevos en el colegio sientan el apoyo, la cercanía la experiencia de sus compañeros mayores que un día (no hace tanto) iniciaron el mismo camino.
-Crear lazos de amistad y compañerismo entre los jóvenes.
-Educar en la responsabilidad y en el compromiso a los alumnos de cursos superiores.
Contexto
“Cuando acabé en la escuela unitaria de mi pueblo los estudios que allí se impartían, a la edad aproximada de 11 años, tuve que iniciar una nueva etapa en otro colegio. Nuevos profesores, nuevos compañeros…, ¡un mundo diferente! No obstante y aunque no conocía apenas a nadie, me fui adaptando muy bien, sobre todo por mi hermano, que estudiaba en el mismo centro en un curso superior. Mis compañeros de clase me miraban y, aunque no lo decían abiertamente, sentían un poco de envidia (envidia sana, claro está). Pues bien, yo no sé si fue a esa edad tan temprana cuando dentro de mí se empezó a gestar una hermosa idea… Una idea, que hoy, cuando ha pasado un puñado de años, la sigo considerando útil, educativa y divertida. Creo que merece la pena compartirla”.
Desarrollo
Como se ha podido intuir, se trata de crear la figura del hermano mayor (o acompañante).
De esta manera los alumnos que se encuentran en los cursos superiores se convierten en los hermanos mayores de los niños más pequeños que han entrado nuevos en el centro escolar o que tienen alguna necesidad especial.
Para llevar a cabo dicha actividad se debe concienciar y motivar de manera adecuada a los jóvenes: la tarea que van a desempeñar no es un mero juego, sino que en ella va la vida de un niño (como ellos lo fueron hace bien poco) que necesita sentirse seguro, querido y motivado en la nueva etapa que comienza.
Observaciones
- Tiene que quedar claro desde un principio que el hermano mayor no es el “guardaespaldas” del niño que le haya tocado.
- No se puede obligar a ningún alumno a llevar a cabo esta experiencia.
- La actividad tiene que durar, como mínimo, todo el curso. No se puede cambiar niabandonar, ni “elegir” hermano.
- Se puede empezar la experiencia con una celebración de envío.
Posibles actividades
He aquí algunas de las muchas actividades que el hermano mayor puede realizar:
– Enseñarle las instalaciones del centro.
– Dedicar algún tiempo de recreo para hablar con su hermano pequeño.
– Interesarse por sus estudios y ayudarle en la medida que pueda.
– Felicitarle (con un pequeño regalo y con un gran abrazo) el día de su cumpleaños.
– Hacerle ver las actitudes negativas e indicar el camino correcto.
– Una llamada de teléfono cuando las vacaciones les separa durante un tiempo.
Revisión
- El profesor-tutor/educador de los alumnos mayores deberá fijar reuniones periódicas para valorar la experiencia y solucionar posibles problemas que surjan.
- Incluso será conveniente establecer un diálogo personal con cada uno de los jóvenes, pues si se enfoca bien esta experiencia y se realiza desde el compromiso y la amistad verdadera, puede convertirse en un sólido baluarte en su camino de formación.
José María Escudero