Invictus (2009). Dirección: Clint Eastwood. Guión: Anthony Peckham; basado en el libro “El factor humano” de John Carlin. Producción: Clint Eastwood, Lori McCreary, Robert Lorenz y Mace Neufeld. Música: Kyle Eastwood y Michael Stevens. Fotografía: Tom Stern. Montaje: Joel Cox y Gary D. Roach. Diseño de producción: James J. Murakami. Vestuario: Deborah Hopper. Actores: Morgan Freeman (Nelson Mandela), Matt Damon (François Pienaar), Marguerite Wheatley (Nerine), Patrick Lyster (Sr. Pienaar), Matt Stern (Hendrick Booyens), Julian Lewis Jones (Etienne Feyder), Penny Downie (Sra. Pienaar), Tony Kgoroce (Jason Tshabalala), Patrick Mofokeng (Linga Moonsamy), Adjoa Andoh (Brenda), Leleti Khumalo (Mary). |
“Se trata de una importante historia acerca de un acontecimiento asombroso que muy pocos conocen. No puedo recordar ningún momento histórico en el que una nación se uniera de forma tan repentina y tan absoluta. Estaba orgulloso de tener la oportunidad de contar esta historia y cuando tienes la oportunidad de contarla con las aptitudes de Clint Eastwood…, es algo que debes hacer.” (Morgan Freeman, actor protagonista [N. Mandela])
¿Cómo se relacionan el deporte y la política? ¿Qué tipos de relaciones se pueden entablar entre ellos? ¿Por qué provocan tantas emociones? ¿Quiénes y cómo lo utilizan?
“Lo que hay que entender es que, a los sudafricanos negros, la camiseta verde de los Springboks les recordaba intensamente el apartheid. Odiaban esa camiseta porque simbolizaba, tanto como cualquier otra cosa, las tremendas humillaciones a las que estuvieron sometidos. La habilidad de Mandela fue reconocer que ese símbolo de división y odio se podía transformar en un poderoso instrumento de unidad nacional.” (John Carlin, autor del libro base del guión)
La figura de Nelson Mandela –cuando tantos otros nos han decepcionado– se ha ido convirtiendo en un icono reconocido mundialmente. También el mundo del cine se ocupó de la época de su encarcelamiento en Adiós, bafana (2007). E Invictus viene a ser una continuación de los años de la presidencia.
“La historia tiene lugar en un momento crítico de la presidencia de Mandela. Creo que fue muy inteligente al valerse del deporte para reconciliar a su país. Sabe que debe volver a unir a todos para encontrar un modo de apelar a su orgullo nacional, algo, quizá lo único, que tenían en común en ese momento. Sabe que, a la larga, blancos y negros tendrán que trabajar juntos, como un equipo, o el país no prosperará, de manera que muestra mucha creatividad usando un equipo deportivo como un medio para lograr un fin… Debido al apartheid, durante años se prohibió a Sudáfrica participar en pruebas deportivas internacionales. Así que, nadie, incluido el equipo, pensaba que los Springboks tuvieran muchas oportunidades de ganar. Sin embargo, confiaron en esa posibilidad.” (Clint Eastwood, director)
Un hecho, aparentemente banal, sirve de motivo central en la historia y permite desplegar unas reflexiones que van más allá del momento concreto.
“Mandela básicamente le pide que supere las expectativas de su país y sus propias expectativas y que gane la Copa del Mundo. Es una petición excesiva y François sabe que, en realidad, es mucho más importante que cualquier partido de rugby. Sin embargo, en un momento determinado, todo el equipo comprende que se han convertido en una importante herramienta para reconciliar a su país. Es una bella y ejemplar historia que destaca lo mejor de cada uno y de lo que somos capaces los seres humanos. Y lo que la hace más increíble es que realmente sucedió.” (Matt Damon, actor)
Augusto Fernández
Pistas para la reflexión
- ¿Qué aspectos de la vida de Mandela reflejan Adiós, bafana e Invictus? ¿Qué aspectos nos interesan más? ¿Y menos? ¿Qué continuidad se da entre ambas obras? ¿Se ajustan a la realidad o se aproximan más a la hagiografía?
2. ¿Por qué se interesa tanto Mandela por los acontecimientos deportivos? ¿A qué prejuicios se enfrenta? ¿Cómo actúa para superarlos? ¿Con quiénes cuenta?
3. ¿Cómo se utiliza el deporte en nuestra sociedad? ¿Quiénes intentan manejarlo? ¿De qué medios se sirven? ¿Qué valor tienen para nosotros el deporte y la política?