Jóvenes y compromiso social: el reto del individualismo

1 mayo 2007

Javier Elzo es Catedrático de Sociología en la Universidad de Deusto
 
SÍNTESIS DEL ARTÍCULO
Tras un breve diagnóstico de fondo sobre la sociedad actual y un apunte en torno al proceso de individualización, el artículo se centra en el análisis de los valores dominantes en la juventud española: subraya la importancia que conceden a los valores relacionados con la vida privada, señala las prioridades de su vida, se acerca a los problemas que consideran más importantes, analiza la actitud en torno a los movimientos sociales y a las instituciones, haciendo ver la baja valoración de los movimientos sociales comprometidos. Para los educadores y agentes de pastoral, un verdadero reto.
 
Tres puntos desarrollaremos en estas páginas. En primer lugar un esquemático diagnóstico de fondo del sistema de valores de la sociedad actual en la que nacen y se hacen los jóvenes. Después presentaremos un apunte básico sobre la importancia del proceso de individualización para ya adentrarnos en los valores dominantes en nuestra juventud atendiendo, básicamente, a su compromiso social en relación con el individualismo reinante.
 

  1. Un diagnóstico de fondo

 
Estamos pasando de una sociedad tradicional, con legitimación religiosa (de matriz católica en nuestroslares) a otra postmoderna legitimada en el bienestar individual (resultante de una mundialización que, como espejo invertido, fomenta la proxemia) tras un corto periodo, el de la sociedad moderna, legitimada por proyectosholísticos de carácter básicamente político (socialismo, marxismo, liberalismo, nacionalismos etc.)
Limitándonos a los dos últimos periodos el tránsito de los valores de la sociedad moderna a la postmoderna (a alta modernidad dicen otros) tiene como línea dominante la dilución de proyectos globales en la suma de proyectos individuales: en la sociedad moderna se magnificaba la plausibilidad de un proyecto global, holístico, de una idea matriz, de un norte como faro de acción social a diferencia de lo que sucede en la sociedad emergente, que se caracteriza por la incertidumbre, la duda, el repliegue en lo cotidiano, en lo emocional, en la proxemia.
Así valoramos lo subjetivo sobre lo objetivo, la fiesta sobre la formación y el trabajo, la deconstrucciónsobre la construcción, el cuerpo sobre el espíritu, la responsabilidad diferida sobre la autorresponsabilidad, la dimensión experiencial de lo religioso, dando crédito a toda suerte de fenómenos para religiosos, sobre la institucionalización en Iglesias que, también hay que decirlo, a veces se anquilosan en añoranzas estériles. Aceptamos el compromiso puntual, sobre todo si es lejano, pero no nos comprometemos en el duradero, especialmente si es próximo por ser más personalmente implicativo, valoramos el presente sobre el futuro que se nos aparece como incierto e inasible (lo que hace que los jóvenes prefieran retrasarlo lo mas posible instalándose en el presente) quedando relegado el pasado a entretenimiento cultural, aunque cada vez más adquirirá fuerza como referente.
 

  1. Un valor dominante y sus consecuencias: el individualismo

 
El individualismo es uno de los valores emergentes que explican no pocas de las principales manifestaciones de la sociedad actual. Dos ejemplos:
 
– Las nuevas familias. No me refiero tanto a las familias monoparentales, reconstituidas, del mismo sexo etc., sino al hecho de que cada vez son menos las familias tradicionales, las nucleares, con capacidad de educar a sus hijos, en parte porque los miembros de la pareja están más preocupados en su propia promoción y desarrollo individual que en la educación de sus hijos.
– La verbalizada defensa de los más necesitados (SIDA, presos, drogadictos, inmigrantes etc.), se da de bruces con la exigencia que se emplacen, ellos y los organismos “ad hoc”, lejos de nuestros barrios. Creo que todos tenemos ejemplos de esta realidad: nadie quiere tener en su vecindario una cárcel, un centreo de rehabilitación de drogadictos, un centro de atención a los transeúntes, sin papeles etc.
 
Ahora bien el individualismo tiene dos caras. Por un lado puede suponer la voluntad de adoptar planteamientos propios, autónomos, ilustrados por la razón y el conocimiento de las cosas. Es la voluntad de no ser rebaño (en contraposición a la sociedad tradicional). Es la gran herencia de la Ilustración, que, me temo, ha dejado pasado a la otra cara del individualismo que viene a decir que yo puedo hacer lo que quiera, con tal de respetar la ley. Es la moral libertaria, que diría Valadier, que impregna a nuestra sociedad, jóvenes y adultos. No es el individualismo de razón sino el individualismo de deseo el que impera. No es el individualismo de proyectos sino el de exigencias, no es el individualismo de deberes y responsabilidades sino el de derechos. Esto tiene varias consecuencias. Solamente señalo dos y un riesgo:
 
– Se cumple la ley, cuando se cumple, porque lo dice la ley (y se teme la sanción de su trasgresión), pero no porque se haya interiorizado la bondad de lo que la ley propugne. Hay una delegación de responsabilidades en el acatamiento a la ley. Un ejemplo menos tonto de lo que parece: Los “bidegorris” (carriles de bicis en la ciudad): sus usuarios prestan ya menos atención a los viandantes pues entienden que la ley les permite ir por ese carril que es el suyo y si alguien se cruza, “la culpa no es mía”.
– La mera emoción, es el imperio de la lógica del “nahi dut”, que oímos proclamar a los niños en euskera para significar que tienen derecho a recibir inmediatamente lo que quieran, lo que les apetezca, (“nahi dut”, se puede traducir por “lo quiero porque me apetece”). Esto es cierto también en la población adulta. Es laadolescentización de la sociedad.
 
El riesgo vendría de una pretensión de resolver problemas sociales mediante medidas de control. Legal u otras. Me preocupa la actual deriva hacia una gobernanza demasiado intervencionista, ordenancista, leguleya que ahogue la iniciativa social sin ánimo de lucro (más allá del necesario para mantener los objetivos fundacionales) con trabas y controles sin fin. Cuidado con no crear, baja la capa de la calidad, una nueva casta de controladores para cuyo examen se trabaje y de quienes vaya a depender la atribución pública de recursos en mayor grado que de los responsables públicos. Además estos son sancionados cada cuatro años. La nueva casta corre el riesgo de convertirse en funcionarios externos, sin oposición, con gran capacidad de decisión.
 

  1. Los valores dominantes en la juventud española de 2005


Seguimos en este epígrafe nuestro propio texto de la publicación dirigida por Pedro González Blasco[1]. Es el primer capítulo del libro y lleva por título “Valores e identidades en los jóvenes”. Hemos retenido, en otra redacción, obviamente muy abreviada (el capítulo tiene 98 densas páginas) aquellas cuestiones que mas se acercan al objetivo de estas páginas.
 

  1. 1. Los valores morales: la justificación de comportamientos


En líneas generales cabe decir que los comportamientos relacionados con la vida privada, con las relaciones de proximidad, (con la excepción de la violencia de género), son los que en mayor grado reciben la justificación y aceptación de los jóvenes españoles. En la vida privada, en las relaciones de proximidad allí donde juegue el afecto, las decisiones vitales (divorcio, relaciones de pareja, de adopción de niños, también por homosexuales y lesbianas) no debe haber normas externas a los individuos. Son normas privadas y como tal deben quedar.
En el extremo opuesto, en los comportamientos menos justificados, los que mayor rechazo suscitan en los jóvenes, encontramos, en primer lugar, los comportamientos violentos (terrorismo y violencia de género, causar destrozos en la calle y la pena de muerte) así como, en líneas generales, los comportamientos relacionados con la ética civil, la moral pública, como aceptar un soborno, no informar de desperfectos causados a un coche aparcado, engañar en el pago de impuestos, hacer ruido impidiendo descansar a los vecinos etc.
Los chicos son más permisivos que las chicas cuando de transgresión y hedonismo se trata. Las chicas lo son más en determinadas cuestiones de proximidad y en la adopción sin condicionantes. Todo ello sin grandes diferencias
Más edad, mayor nivel de estudios, y clase social más elevada rima con mayor tolerancia, lo que da la nota dominante en la juventud española. Los católicos practicantes siempre, así como los creyentes de otras religiones, generalmente, son los mas estrictos. Pero, cuando se trate de opciones que exigen ir más allá de la mayoría sociológica son los agnósticos los mas permisivos y no los no creyentes como en años anteriores. Emitiríamos la siguiente hipótesis a confirmar o infirmar en próximos estudios: el centro sociológico en este punto se sitúa en la confluencia de los católicos no muy practicantes, los indiferentes y, en no pocas cuestiones, también los no creyentes, situándose la polaridad (esto es, el planteamiento reflexivo) en los católicos practicantes y en los agnósticos. De “católicos sociológicos” el centro de gravedad puede estar desplazándose hacia los “indiferentes” y los “no creyentes sociológicos”.
Los jóvenes “izquierdas” son mas permisivos que los de “derechas” pero, en algunos casos los de la derecha extrema (puntos 7 al 10) pueden ser más permisivos que los de “centro derecha” puntos 5-6. Los más estrictos con la violencia se sitúan en los puntos centrales.
El análisis evolutivo nos muestra que en la juventud española la permisividad, la tolerancia normativa y la justificación de determinadas prácticas es mucho mayor el año 2005 que el año 1984. Los valores éticos se han liberalizado. Son los comportamientos individuales y los proxémicos, los que aumentan sus niveles de justificación mientras sucede lo contrario en los comportamientos de carácter más global, o con consecuencias más colectivas
 
TABLA 1. Los siete comportamientos mas justificados y los siete menos justificados el año 2005 (escala 1, no se justifica nunca; 10 se justifica siempre)

Los siete MAS justificados
(de mas a menos)
Los siete MENOS justificados
(de menos a más)
Comportamientos Escala Comportamientos Escala
Divorcio 7.05 Terrorismo 1.29
Una mujer decide tener un hijo sin pareja estable 6.89 La violencia de género en la pareja o matrimonio 1.33
Eutanasia (Ayudar a morir a alguien que tiene una enfermedad incurable) 6.06 Causar destrozos en la calle como rayar un coche, romper papeleras, farolas 1.60
Adopción de hijos por homosexuales/ lesbianas 6.00 Aceptar un soborno en su trabajo 2.04
Adopción de un hijo por adulto sin relación estable 5.64 Pena de muerte 2,33
Aborto 5,29 Clonación de personas 2.48
Relaciones sexuales entre menores 4,67 Engañar en el pago de impuestos 2,92

 

  1. 2. Las prioridades en la vida

 
Los jóvenes priorizan y valoran, sobre todo, como objetivo en sus vidas, lo cotidiano, lo cercano, esto es, la familia y los amigos, dando por supuesta la salud. En último lugar lo que tiene que ver con lo holístico, lo ideológico: la política y la religión. En medio, y por este orden, el trabajo, ganar dinero, el tiempo libre, llevar una vida moral y digna, tener una vida sexual satisfactoria y los estudios para tener una buena formación y competencia profesional.
La variable religiosa, más allá del hecho de que pierde fuerza en el universo juvenil español muestra tres cosas. 1ª: que la posición religiosa que adopten los jóvenes es uno de los factores más discriminantes (el más discriminante, en no pocos aspectos) en los comportamientos actitudes y valores de los jóvenes. 2ª: se confirma con este indicador que la polaridad no se establece entre católicos practicantes y no creyentes sino entre los primeros y los agnósticos. 3º: los valores más próximos de los jóvenes que se dicen “muy buenos católicos” no son los “católicos practicantes” sino los “creyentes de otra religión”.
La evolución de la importancia de los valores finalistas en los jóvenes españoles en los últimos años, muestra que una buena relación familiar, unos buenos amigos (no simplemente compañeros), sin olvidar la salud conforman la triada básica, el sustrato desde donde edificar su universo simbólico. Estos tres valores hay que leerlos desde una doble perspectiva: individualista (pretendidamente autónoma) y desde la búsqueda de bienestar y seguridad emocional. A fin de cuentas denotan una situación de inestabilidad, inseguridad, e incertidumbre personal y apelan a la amistad, la gratuidad, la relación íntima y en profundidad con otra persona como grandes querencias de su vida, como sus primeros y principales objetivos vitales.
 
TABLA 2. Evolución del grado de importancia en su vida para cada de una los siguientes aspectos según cuatro investigaciones. Ordenados según porcentajes descendentes de los que consideran que es MUY importante cada aspecto el año 2005.

  Santa María 1.994 Santa María 1.999 CIS
2003
Santa María 2005 2005 – 1994 (o anterior)
La salud 75 82 + 7
La familia 70 76 78 80 + 10
Amigos y conocidos 53 59 70 63 + 10
El trabajo 70 57 59 60 – 10
Ganar dinero 56 49 45 55 – 1
Llevar una vida moral y digna 50 42 52 + 2
El tiempo libre/ de ocio 41 46 44 49 + 8
Llevar una vida sexual satisfactoria 37 41 49 + 12
Estudios, formación y competencia profesional 52 41 43 44 – 8
La política 7 4 8 7
La religión 11 6 6 6 – 5
N = 2.028 3.853 1.457 4.000  

 
3.3. Los problemas considerados más importantes en la sociedad actual

El terrorismo en primer y solitario lugar, seguido por la droga, el paro y la vivienda, sin olvidar la violencia domestica conforman, a juicio de los jóvenes, los principales problemas que tiene la sociedad española de 2.005. Los menos mentados son la violencia de alguna gente joven, la corrupción política, los problemas de contaminación, la pobreza, la marginación de parte de la población así como la seguridad ciudadana. Se comprueba también, con este indicador, la notoria mayor importancia que conceden a lo próximo, a lo directamente personal en detrimento de las cuestiones mas generales como la vida política, el medio ambiente, la pobreza, etc.
Los jóvenes españoles el año 2005 ven menos problemas en España de los que veían los jóvenes el año 1.994. Solamente la vivienda y la inmigración son mencionados por más jóvenes el año 2005 que el año 1.994 entre los problemas más importantes para la sociedad española.
 
TABLA 3. Evolución de los problemas sociales considerados los cuatro más importantes para el país, entre los años 2-005 y 1.994. Ordenados de mayor a menor importancia el año 2.005. Datos en porcentajes de menciones

1.994 1.999 2005 2005- 1994
El terrorismo 54,4
Droga 86.7 65.3 44,9 -41.8
Paro 91.3 72.9 42,7 -48,6
Vivienda 33.3 15.5 38.1 +5,2
Violencia doméstica 36,7
Falta de futuro (perspectiva) de los jóvenes 43.5 26,7 -16.8
SIDA 59.4 55.9 22,5 -36,9
Racismo, la xenofobia 33.2 18,1 -15.1
Inmigración (de trabajadores extranjeros y otros) 12.3 9.9 16,5 +4,2
Seguridad ciudadana 32.2 14.9 14,7 -17.5
Creciente pobreza y marginación de una parte de la población 24.8 13,1 -11.7
Problemas de contaminación y medio ambiente 20.6 12,8 -7.8
Corrupción de la vida política 40.7 17.4 10,1 -30.6
La manifestación de violencia de alguna gente joven 18.8 7,2 -11.6
N 2.028 3.853 4.000

 
Ante el terrorismo, droga y violencia doméstica destacan al alza los católicos practicantes en señalarlos como problemas importantes en la sociedad española de 2.005. En el polo opuesto de la dimensión religiosa los agnósticos son los más sensibles ante el racismo y la xenofobia y también ante la creciente pobreza en el mundo (con los creyentes de otras religiones) así como ante los problemas de contaminación y ante la corrupción de la vida política. Los demás posicionándose generalmente en puntos intermedios
 

  1. 4. Los movimientos de índole social o de defensa de determinados colectivos mejor considerados

Ante los movimientos y grupos que defienden determinados objetivos la aprobación es mayor en el caso de los más universales y con ubicuación y personificación indefinidas (derechos humanos, la naturaleza, rechazo a la discriminación racial) y menor en el caso de movimientos más concretos y delimitados (aborto, nacionalistas, feministas, por ejemplo). Por ser más directamente implicativos los segundos, pensamos.
Solamente los movimientos en favor de los gays y lesbianas aumentan su apoyo en estos últimos diez años en la juventud española. La mayoría de los movimientos, ecologismo, feminismo, apoyo a refugiados, contra la discriminación racial, así como los contrarios al aborto pierden, por razones diversas fácilmente explicables; aceptación en la juventud.
La solidaridad tiene color de mujer. Salvo en dos mínimas excepciones, donde “empatan” (movimientos antiglobalización y nacionalistas), en todos los demás, siempre son bastante más las chicas que los chicos a la hora de aprobarlos totalmente. Y no solamente en los movimientos que les conciernen directamente, como los movimientos de la mujer. También en el rechazo a la discriminación racial, la defensa de los derechos humanos, los movimientos pacifistas, etc.
 
TABLA 4. Evolución en la aprobación de determinados organismos o movimientos (en porcentajes de los que dicen aprobarlos “totalmente”)

  1.994 1.999 2.005 2.005 – 1.994
Pro-derechos humanos 46 47 47 + 1
De apoyo y pro-enfermos SIDA 46 47 47 + 1
En contra de la discriminación racial 50 45 44 – 6
Ecologistas/Protección naturaleza 52 40 44 – 8
Pacifistas 45 35 41 – 4
Gays o lesbianas 23 28 32 + 9
De apoyo y acogida a refugiados e inmigrantes 35 32 30 -5
Movimientos de la mujer, feministas 31 38 29 – 2
Movimientos antiglobalización 21
Pro-vida (en contra del aborto) 21 17 16 – 5
Nacionalistas 9 8 9 =
Objeción de conciencia/Insumisión 25 29
  2.028 3.853 4.000  

 

  1. 5. La confianza de los jóvenes en las instituciones


En los puestos más elevados del ranking de confianza en las instituciones así como en su evolución en los últimos 20 años se sitúan los organismos más próximos a los jóvenes, las organizaciones de voluntariado y el sistema de enseñanza, en primeros y destacados lugares. En la cola del ranking, la Iglesia así como una serie de instituciones de ámbito político o para político como los parlamentos, la Corona, la OTAN, sin olvidar a las multinacionales que sufren el mas espectacular descenso en los niveles de confianza de los jóvenes, y en solo seis años.
 
TABLA 5. Evolución de la confianza (mucha + bastante) en las instituciones ordenadas por ranking descendente de confianza el año 2005. En porcentajes.

1984 1989 1.994 1.999 2.005 2.005 – dato más lejano
Organizaciones de voluntariado 75 70 – 5
El sistema de enseñanza 41 44 59 63 60 + 19
El sistema de la seguridad social 48 54 + 6
La policía 34 39 51 56 51 + 17
La Unión Europea 55 50 – 5
ONU 47
La prensa 40 43 47 44 46 + 6
La Administración de justicia 40 38 45 39 43 + 3
El Parlamento de tu comunidad autónoma 30 32 37 37 38 + 8
Los sindicatos 26 27 34 36 38 + 12
La Corona (Monarquía) 37
Las Fuerzas Armadas 30 29 34 36 37 + 7
El Parlamento del Estado 37 32 33 34 37 =
La OTAN 42 36 – 6
Las grandes empresas, las multinacionales 40 24 – 16
La Iglesia 28 33 32 29 21 – 7
N = 3.343 4.548 2.028 3.853 4.000

  1. 6. La tolerancia vecinal


Los jóvenes de 2005 son menos tolerantes que los de años anteriores hacia diferentes colectivos de vecinos. El cambio más notorio se ha visto en la distancia social hacia el emigrante que ha aumentado claramente. Sin embargo no son estos los que en mayor grado aparecen como “personas no deseadas” como vecinos el año 2005, sino los etarras y los neonazis seguidos, inmediatamente después, por los musulmanes radicales. Los jóvenes españoles son algo más tolerantes con sus vecinos que la mayoría de los jóvenes de otros países europeos.
 
TABLA 6. Evolución (1981-2005) de la tolerancia vecinal: Personas que no quisieran tener como vecinos. En porcentajes descendentes de las respuestas dadas por los jóvenes entre18-24 años
 

  1981 1990 1994 1999 2005 2.005 (– )
fecha más lejana
Miembros de ETA 83 82 -1
Neonazis y gentes de extrema derecha 68 70 80 + 12
Skinheads 61 66 69 + 8
Musulmanes Radicales 69
Drogadictos 49 42 43 52 + 3
Gente dada a la bebida 31 34 23 30 35 + 4
Punkies, ocupas 24 21 35 + 11
Gitanos 18 18 29 + 11
Personas con antecedentes penales 25 22 11 14 25 =
Inmigrantes (1) 1 5 2 4 12 + 11
Gente de otra raza 6 5 2 4 8 + 2
Personas con SIDA 25 9 7

(1). Hasta 1999, Trabajadores inmigrantes/ extranjeros
 
El resumen de los valores de los jóvenes españoles de 2005 atendiendo particularmente a su dimensión de compromiso social versus introspección personal y su evolución en los últimos años apuntaría a estas notas mayores
Son proxémicos, les preocupan las cosas cotidianas tanto a la hora de valorar lo más importante en sus vidas como en los agentes de socialización que les ayuden en esa labor: padres, amigos (en fuerte aumento) y la calle.
Son cada vez más permisivos en la justificación de los comportamientos de carácter privado y cada vez más exigentes en los de carácter público.
Son cada vez menos tolerantes con los vecinos que tengan aunque los jóvenes europeos lo son aún menos
Valoran cada vez menos los movimientos sociales comprometidos. Están muy desimplicados ante los problemas en su sociedad y no cabe decir, en absoluto, que la responsabilidad sea una nota destacable en ellos, bien al contrario.
Como he mostrado, sin embargo en un trabajo posterior[2], analizando las respuestas y valoraciones de los propios jóvenes, su felicidad pasa por la justicia y el altruismo. Termino mi libro con estas líneas: “la idea socrática de felicidad aliada a la virtud y a la justicia, y la quintaesencia del cristianismo como caridad, el universalismo del amor universal, de poner al “otro” en el centro, superando la centralidad del “ego”, al final, resulta ser, incluso empíricamente hablando, lo más certero, lo que, en mayor grado explica que unos sean más felices que otros”.
 

JAVIER ELZO

 
 
[1] . “Jóvenes Españoles 2005”. Pedro González Blasco (dir), Juan González- Anleo, Javier Elzo, Juan Mª. González-Anleo Sánchez, José Antonio López Ruiz, Maite Valls Iparraguirre. Fundación Santa María, Editorial S.M. 427 páginas. Madrid 2006.
[2] . Los Jóvenes y la felicidad, PPC, Madrid 2006.