CELEBRAR EL INICIO DEL CURSO
Ofrecemos aquí una sencilla celebración para el inicio del curso, la puesta en marcha de un grupo, una revisión de vida o comienzo de un tiempo litúrgico nuevo… Está destinada, sobre todo, a jóvenes y adolescentes.
n Ambientación y canto inicial
Una «caja de herramientas» con las fotocopias de las 18 herramientas a las que se hará referencia. Como canto para introducir y crear ambiente de oración: Señor enséñanos a orar…
n Introducción: Y Dios dijo «no»
Le pedí a Dios que me quitara mi orgullo, y Dios me contestó: No.
Me dijo que no era Él quien tenía que quitármelo, sino yo abandonarlo.
Le pedí a Dios que curara mi enfermedad y Dios me contestó: No.
Me dijo: «Tu espíritu es eterno, pero tu cuerpo es solo temporal. A través de tus sufrimientos aprenderás a ayudar a otros que también sufren».
Le pedí a Dios que me concediera la paciencia, y Dios me contestó: No.
Me dijo que la paciencia es fruto de la tribulación; pero no se recibe, se adquiere.
Le pedí a Dios que me diera felicidad, y Dios me contestó: No.
Me dijo que Él da bendiciones. La felicidad, dijo también, «depende de ti».
Le pedí a Dios que me hiciera crecer y madurar y me contestó: No.
Me dijo que debo crecer y madurar por mí misma, pero que Él me podaría para poder dar fruto.
Le pedí a Dios que me librara del dolor, y me contestó: No.
Me dijo, «el sufrimiento te aparta de las preocupaciones superficiales del mundo, y te acerca más a mí».
Pero, Señor, le contesté algo disgustada…, ¡todo eso es muy difícil de lograr! Hace falta ser una santa y tener unos dones espectaculares para conseguirlo…
Entonces, Él me miró sonriente y me dijo… —Mira, todo lo que necesitas es muy simple y muy sencillo, lo que yo llamo «el kit de primeros auxilios» del que verdaderamente quiere seguirme…
n La caja de herramientas
(Se sacan en este momento, del interior de la caja, las hojas con el listado de las 18 herramientas).
- Criba:para que te acuerdes de entresacar las buenas cualidades de los otros.
«No juzguéis y no seréis juzgados» (Mt 7,1).
- Goma elástica:que te recuerde que tienes que ser flexible, que las cosas no siempre van a salir como tú quieres, pero que aún así saldrán.
«El espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos lo que nos conviene…., pero quien conoce los corazones…» (Rm 8,26-27).
- Lápiz:para tomar nota de la lista de bendiciones y cosas buenas que recibes cada día.
«Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con todo tipo de bendiciones espirituales y celestiales…» (Ef 1,3-6).
- Chicle:para recordarte que pedagodo/a a É., todo lo podrás con Jesús.
«Todo lo puedo en Aquél que me conforta» (Filp 4,13).
- Tirita:para curar lo que duele en ti o en los otros.
«Vosotros, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, revestios de entrañas de misericordia, bondad, humildad… Como el Señor Jesús os perdonó, así también perdonaos vosotros. Vestíos de caridad…» (Col 3,12-14).
- Goma de borrar:para recordarte que todos cometemos errores, y no pasa nada.
«Entonces Jesús dijo: el que esté sin pecado, que le tire la primera piedra… Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?… Tampoco yo te condeno» (Jn 8,7.10-11).
- Golosina:para recordarte que todos necesitamos cada día un sabor dulce al corazón: un beso, un abrazo, una palabra o un gesto de cariño.
«Amémonos unos a otros, porque la caridad procede de Dios y todo el que ama procede de Dios y a Dios conoce…» (1Jn 4,7.11).
- Infusión de manzanilla:para recordarte que cada día debes relajarte y repasar todas las bendiciones de Dios sobre ti.
«No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o beber; ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir…» (Mt 6,25).
- Pila:para recordarte que puedes ponerte en marcha otra vez cuando te crees apagada/o, sin fuerzas ni ganas de nada… ¡Sólo tienes que «cambiar la pila»!
«Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. Al que cree en mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva manarán de sus entrañas» (Jn 7,37-38).
- Cerilla:para recordar cómo una luz, por tenue que sea, puede alumbrar la vida, la nuestra o la de los otros, darle color y calor.
«Fuisteis algún tiempo tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor… Andad, pues, como hijos de la luz, cuyos frutos son la bondad, la justicia y la verdad… ¡Despierta tú que duermes… y te iluminará Cristo» (Ef 5,8-9.14).
- «Kleeneex»:para que te recuerde que es la ternura, el cariño y la compasión lo que mueve a limpiar esas lágrimas que caen, una veces serán tuyas, otras de tus hermanos.
«Jesús viendo a la muchedumbre, se enterneció de compasión por ella, porque estaban fatigados y decaidos como ovejas sin pastor» (Mt 9,36).
- Vaso de cristal:para recordarte la transparencia que debes manifestar en tu vida. Nada de tapujos.
«Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» (Mt 5,6)).
- Lija:para recordarte que todos tenemos aristas que limar; lo importante es dejarse pulir para no herir a nadie.
«Examine cada cual su propia conducta y entonces tendrá en sí solo, y no en otro, motivo para glorificarse» (Gal 6,3).
- Tijeras:para recordarte que debes cortar todos los hilos que te impidan ir hacia Dios y hacia los hombres.
«Cristo nos liberó para que fuéramos libres. Ahora manteneos firmes para que no caigáis de nuevo bajo el yugo de la esclavitud» (Gal 5,1).
- Sobre:para recordarte que debes ser Buena Noticia para todos.
«Vosotros sois una carta escrita en nuestros corazones, conocida y leída para todos los hombres. Sois una carta de Cristo» (2Cor 3,2-3).
- Sal:para recordarte que debes de animar y ser fuerza para que los demás no decaigan.
«Vosotros sois la sal de la tierra; si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? » (Mt 5,13).
- Levadura:para recordarte que debes hacer crecer lo positivo que hay en ti y así enriqueces a los demás con tus dones.
«Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo; hay diversidad de servicios, pero es el mismo Dios que obra todo en todos» (1Cor 12,4).
- Trigo:para recordarte que cada día debes sembrar en tu corazón las semillas del amor y compartir sus frutos con los demás.
«Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere da mucho fruto» (Jn 12,24).
Tras escuchar todo, le pregunté a Dios si me quería, y me contestó: «Sí».
Me dijo: «Yo te he dado a mi único Hijo, que murió por ti».
Le pedí a Dios, entonces, que me ayudara a amar a los otros tanto como Él me ama a mí.
Y me contestó contento: «¡Ah…, al fin entendiste!»
ORACIÓN, REVISIÓN… Y COMUNICACIÓN
¡ ¿Qué herramientas considero más importantes para cualquier persona y por qué?
¡ ¿A qué herramientas dio Cristo en el Evangelio más importancia? ¿Añadiría otras? ¿Cuáles usó el mismo Cristo en su vida?
¡ ¿Qué herramientas me han ayudado más en mi vida? ¿De cuáles he hecho poco o mal uso? ¿Cuáles necesito aprender a usar?
n Silencio, compromiso, revisión… canto final (Padre nuestro).