LA GRAN ENFERMEDAD DE OCCIDENTE:

1 octubre 2004

“Sinagallas”

 Amigo, ¿te encuentras mal? ¿Crees que en tu vida falla algo? ¿Percibes en tu organismo la presencia de una grave dolencia que tu médico de cabecera es incapaz de detectar?
 
Si tu respuesta es afirmativa, te invito a que sigas leyendo: tal vez estés tocado por una enfermedad de fácil y pronto contagio.
Tu vida puede estar escasa de agallas… Sí, no te frotes los ojos, has leído bien. Se trata de una enfermedad denominada comúnmente “sinagallas” que ataca a muchos seres humanos, preferentemente de las sociedades acomodadas, y cuyas consecuencias son más dramáticas cuanto más joven es el individuo que lo padece.
 
Síntomas más comunes

  • Exceso de seguridades: “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.” No se debe arriesgar nada; sihay dudas mejor no continuar.
  • Borreguismo acentuado: “Dónde va Vicente.., donde va la gente” Para qué complicarse la vida.

 
Diagnóstico
El diagnóstico de esta enfermedad se podría resumir de la siguiente manera: “El virus sinagallas” va invadiendo doblemente el organismo del ser humano:

  • Por una parte produce en la víctima derrotismo, falsas seguridades, insensibilidad al otro,
  • Por otraparte, si no se ataca pronto, reduce hasta anular definitivamente la creatividad, el espíritu aventurero y finalmente las ganas de vivir.

 
Tratamiento
Ees sencillo siempre que el paciente tome conciencia de que está enfermo y quiera curarse. Dicha terapia se basa en unas vacunas diarias durante cinco meses:

  • Durante el primer mes harás cada día dos cosas nuevas que no solías hacer habitualmente, porque creías que no podías, que eras demasiado joven, que te iba a salir mal o porque en tu vida te han dado siempre todo atado y bien atado.
  • En el segundo mes harás todo lo posible por conocer cada día a una persona nueva, aun a riesgo de equivocarte de persona. Al final sentirás de nuevo la dicha de amar y ser amado.
  • A mitad de tratamiento, es decir en el tercer mes, buscarás un problema que tenga alguien de tu entorno y pondrás todos los medios por solucionarlo, como si se tratara de “tu problema.”
  • En el cuarto mes deberás comprometerte un poquito más contigo mismo. Reducirás los “los tiempos muertos de tu vida”: la tele, tiempo de siesta, tiempo de brazos caídos… En definitiva, saldrás del “círculo de tú yo” y te lanzarás con arrojo a “la zona de tus hermanos.”
  • En el quinto mes “colgarás” sobre tu vida el cartel: “Voy a cambiar el mundo”. Gastarás parte de tu tiempo en alguna causa justa (ONGs, centros de días para los más desfavorecidos, residencia de ancianos…). De esta manera cambiarás tu filosofía de vida: la de los pies en alto y abanico en mano, por la de los pies en marcha y corazón en mano.

 
Revisión
Acudirás diariamente a tu médico, ¡no al de cabecera, hombre!, a Jesús de Nazaret. Él te irá aconsejando sobre cómo llevar a cabo tu tratamiento.
A partir del quinto mes irás viendo resultados. No obstante este tratamiento es indefinido, no puedes dejar de tomarlo. Ah, y no olvides nunca de acudir a tu cita diaria con el Médico

José María Escudero

 
Para hacer

  1. ¿Estamos de acuerdo con este planteamiento?  ¿Y con las solución?
  2. Revisar nuestras actitudes a partir de estos síntomas u diagnóstico.
  3. Poner en práctica: ¿Se puede llevar a cabo ese tratamiento?
  4. Unirlo todo con el decálogo e la página siguiente.

 

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