La puerta cerrada

1 marzo 2000

El origen: Este dibujo de Francisco Solé ilustraba en «El País» (8.11.99) un informe sobre la falta de presupuesto para ofrecer las diversas ramas de Bachillerato (Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias de la Naturaleza y de la Salud, Tecnología y Artes): no hay ni instalaciones ni profesores preparados y se intenta sustituir con optativas en lo que se llama bachilleratos improvisados. El resultado es que los centros se ven abocados a no escoger las especialidades en función de las peticiones de los alumnos, sino que los estudiantes se acaban adaptando a peticiones de los centros.
Al margen de ese origen, se puede ampliar el simbolismo de la imagen y aplicarla a diversas realidades y sentidos, como se señala al final.
 
¡ La imagen

  1. Centrarse en la imagen globalmente: ¿Qué nos sugiere? ¿Qué situaciones nos recuerda?
  2. Desarrollar: ¿Qué pasa ahí? ¿Por qué?
  3. Buscar las causas: ¿Cómo se ha llegado a esa situación?
  4. Buscar las soluciones: ¿Que se podría hacer? Concretar los pasos. ¿Qué estamos dispuestos a hacer? Indicar cómo, con quién y con qué.

 
¡ Los personajes

  1. Centrase en los personajes y hablar de ellos. Podemos comenzar por el adulto:

– ¿Qué pasa con el adulto? ¿Qué hace?
– ¿Cuál es su actitud? ¿Por qué?
– ¿A quién o a qué podría representar?

  1. Centrarse también en los otros cuatro:

– Van de espaldas y no se les ve el rostro, pero parecen jóvenes: ¿Qué podrían ser? ¿Quiénes podrían ser?
– No sabemos si caminan o están quietos. ¿Qué hacen? ¿Hacia dónde van?
– No dan la cara. Porque podrían volverse, por ejemplo, y emprender otro camino… ¿Por qué no lo hacen?
– Van en masa: adonde van los demás y como los demás. ¿Cuándo y por qué nos sucede eso?

  1. Hablar desde los personajes

– Poner voz al adulto: ¿Qué dice? ¿En nombre de quién?
– Poner voz a los jóvenes: ¿Qué piensan? ¿Que podrían decir?
 
¡ La puerta

  1. La puerta está abierta, pero el paso cerrado. Dar nombre a esa puerta: ¿Que podría representar?
  2. ¿Es una puerta de entrada o de salida? En ambos casos: ¿Hacia dónde?
  3. La puerta está tapiada a conciencia. ¿Quién lo ha hecho? ¿Por qué?
  4. ¿Y ahora que va a pasar? De otra forma: ¿Hacemos algo para que eso no sea así?

 
¡ Los ladrillos
– Parece que tapiaron desde la otra parte, pues los remates no están bien terminados. ¿Quién y con qué intereses?
– Buscar las causas de esa realidad: poner un nombre a cada ladrillo.
– Buscar las soluciones: sustituir los nombres anteriores por actitudes y realidades que aporten luz, solución y sentido…
 
¡ La realidad
El proceso que hemos señalado se puede llevar a cabo centrándose en diversas realidades: jóvenes, educación, futuro, esperanza, relación adultos-jóvenes, estudios, mundo laboral, primer empleo, paro, religión, inmigrantes, iglesia, diversión, globalización, política…

  1. Elegir alguna de esas realidades y centrarse en ella según el esquema que hemos dado más arriba. ¿Qué conclusiones sacamos?

                                                                                                                             HERMINIO OTERO