LA REBELDÍA ADOLESCENTE

1 abril 2004

El origen
Se ha descubierto el origen de la rebeldía adolescente: No es la mala educación ni la rebeldía propia de los adolescentes lo que les induce a comportarse de manera brusca con los demás. Bajo el difícil carácter que hoy en día es común a la mayoría de los jóvenes, se esconde una intensa actividad nerviosa que son incapaces de controlar.
Un equipo de científicos de la Universidad de San Diego (EEUU) ha descubierto que, durante la denominada ‘edad del pavo’, los adolescentes sufren una actividad nerviosa cerebral tan fuerte, que no pueden procesar toda la información de carácter emocional que les llega de su entorno. El equipo demostró que la velocidad a la que los sujetos de 10 a 20 años identificaban las emociones reflejadas en varias fotografías disminuía un 20% a partir de los 11 años, y dicha capacidad no recuperaba la normalidad hasta alcanzados los 18 años. Eso es lo que afecta a sus propias emociones y provoca su ‘ineptitud’ social.
Manifestaciones
La rebeldía es una etapa en la adolescencia que se caracteriza por una actitud violenta y opuesta a los limites establecidos, y los enfrenta muchas veces a quienes no entienden con exactitud cual es la intención de esa postura…
La personificación de los enemigos adolescentes es inevitable. Muchas veces los padres, los profesores, o personas de su entorno, ocupan el lugar de lo que los adolescentes toman como opuesto, en lugar de quienes defienden conductas, estructuras, ideas, valores, etc.
Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas, murmurando, gritando, reclamando, y en su comportamiento hostil traducido en violencia física directa (hacia otras personas, las peleas son muy comunes entre los jóvenes) o destruyendo objetos como símbolo de su bronca y desencanto.
Sin embargo estas actitudes rebeldes de los adolescentes pueden llegar a ser valiosas y positivas. Lo único que debemos buscar es que la manera en que la manifiesten sea con un ambiente de cordialidad y mucho tono humano.
Es muy importante entonces, saber canalizar esta energía y aprovecharla para ayudar a que el joven se convenza de que su actitud no debe estar establecida por la broca hacia una idea, sino por una convicción propia.
Los diferentes tipos
Existen cuatro tipos de rebeldías: la rebeldía regresiva que nace del miedo a actuar y se traduce en una conducta de encogimiento, de reclusión en sí mismo, en el que el adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo.
La rebeldía agresiva: a diferencia de la anterior, se expresa de forma violenta. Es propia del débil, de quien no pudiendo soportar las dificultades que se presentan en la vida diaria intenta aliviar su problema haciendo sufrir a los demás.
La rebeldía transgresiva: consiste en ir contra las normas de la sociedad, bien por egoísmo y utilidad propia, bien por el simple placer de no observarlas.
Las tres formas descritas son rebeldías negativas que tienen su origen en la inseguridad e inmadurez del adolescente. A diferencia de ellas, la rebeldía progresiva es el signo del que sabe comprender la realidad, pero no soporta las consecuencias de la injusticia, el que trata de mejorar las reglas y no transgredirlas.
Para hacer

  1. Hemos unido una noticia, firmada por M. Tristán, con unas notas tomadas de emplenitud.com para abordar este tema desde diversos ámbitos: biológico, psicológico y educativo. ¿Son así ahora? ¿Cómo fuimos nosotros?
  2. Si la inseguridad e inmadurez se debe a la incapacidad para procesar toda la información de carácter emocional que les llega de su entorno, ¿cómo podemos actuar educativamente?
  3. Para los adultos: Escribir una carta a los adolescentes contando y comentado como fue nuestra edad del pavo.

 

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