►La sabiduría de los pájaros, de Érik Sablé. José J. De Olañeta Editor. (82 páginas).
Argumento: Breves comentarios científicos sobre las aves pero que, en muchos casos, nos sugieren el gran parecido que tienen las aves con la vida de los seres humanos.
►Destinatarios y objetivos educativo-pastorales
Libro adecuado para ecologistas y personas apasionadas de los pájaros y sobre todo para gente que quiera reflexionar sobre la existencia humana. Valores: amor a la naturaleza; la vida misma; influencia de la cultura; las aficiones…
► Guión de trabajo
- De dos posibles métodos, el primero consiste en ir leyendo el libro con tranquilidad y apuntar, con la ayuda de un cuaderno y bolígrafo, los diferentes ecos que la lectura tiene en nosotros:
¿Qué me sugiere? ¿Qué cuerdas vibran en mí? ¿Hacia dónde se ensancha mi corazón? ¿Qué me dice Dios, la palabra de Dios, el Espíritu de Dios con estos textos?
Lo importante no es imitar al autor del libro sino revivirlo. Podría ser muy interesante proponer a un grupo de jóvenes, a los miembros de una comunidad escribir un libro colectivo eligiendo un tema relacionado con la naturaleza, buscar fuentes de información, seleccionarla y añadirle algunos comentarios sugerentes que al futuro lector le permitan gozar con su lectura y además ensanchar el corazón. Algunas propuestas: las plantas, la astronomía, las hormigas y animales relacionados con el agua.
- Otra posibilidad de «leer» el libro es utilizar las siguientes preguntas a partir de algunos textos del libro que para mí han resultado sugerentes:
- El alma pájaro (página 7):
El sueño de muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia ha sido volar. ¿Por qué? ¿Qué queremos expresar con nuestras ganas de volar? ¿Has sentido tu alguna vez esos deseos? ¿Cuándo? ¿Y qué pasó después? ¿De qué queremos despegarnos? ¿A dónde queremos ir? ¿Con qué valor unimos el volar? ¿Qué sentimientos produce en ti ese sueño? ¿Volar a los brazos de Dios? ¿Volar, de qué es símbolo? A mí este fragmento me ha recordado al libro Juan Salvador Gaviota. ¿Y a ti?
- Migraciones (página 9)
A lo largo de la historia de la humanidad siempre ha habido grandes y pequeñas migraciones influidas, como en el caso de los pájaros, por la climatología y la búsqueda de alimentos. En el cielo no hay fronteras. ¿Por qué en la Tierra sí? ¿Así lo quiere Dios? En el cielo y en los mares hay libertad de movimientos ¿Y en la Tierra? ¿Así lo quiere Dios? Los pájaros, cuando migran, saben a dónde van y la mayoría no se pierden por el camino. ¿Y nosotros los humanos? ¿Cómo verá Dios, con sus ojos de padre y madre, las migraciones, todas las migraciones? Una pregunta: ¿Por qué la esterna artica (pág. 13) migra del polo norte al polo sur? ¿Puedes buscar información sobre las migraciones de otros animales tales como peces, mamíferos, etc?
- Dar nombre a los pájaros (página 15)
Empezando con Adán y Eva en el paraíso y sobre todo de forma científica a partir de Darwin, todas las especies de seres vivos están clasificadas, todas tienen su nombre y apellido en latín. ¿Pero por qué esta voluntad de identificar los pájaros? ¿Por qué no limitarse a mirarlos, dejarse llevar por su vuelo como se contempla una montaña o un río? (Sin embargo no olvidemos que las montañas y los ríos también tienen nombre). En la Biblia aparecen Adán y Eva poniendo nombre a todo lo creado. ¿Queremos tener poder sobre los seres nombrados? Entre las personas, al relacionarnos, al presentarnos, muchas veces, demasiadas veces ponemos etiquetas: «gitano», «casada», «síndrome de Down», «prostituta», «enfermos de SIDA» que aparentemente dan información pero en el fondo limitan e impiden muchas veces la relación. Independientemente de nuestra religión, cultura, lengua, opción sexual, estado civil, etc., somos personas y tenemos derecho y obligación de relacionarnos con otras personas sin máscaras, sin etiquetas, sin prejuicios, cara a cara, de corazón a corazón, mirándonos a los ojos, agarrándonos de las manos y abriéndonos los unos a los otros. ¿Te parece todo esto un sueño? ¿Cómo vives tú las relaciones? Algunas veces cuando ponemos nombres a las personas estamos cerrándonos al misterio existente en las otras personas. ¿Estás de acuerdo?
- Impregnación (página 17)
Este texto me recuerda el cuento del patito feo. ¿Y a ti? ¿Los humanos también funcionamos así? ¿Seguimos a rajatabla toda la vida las normas, criterio y cultura que recibimos de pequeños? ¿Somos capaces de crecer y ser autónomos, de criticar, de seleccionar de elegir? ¿Hacemos a lo largo de la vida, sin renunciar cada uno a la suya, un mestizaje de culturas?
Iosu Osta