La tienda del encuentro

1 marzo 2009

Un lugar habilitado para la oración que se convirtió en el corazón del Fórum

Ianire Angulo, Martiño Rodríguez y Raúl Tinajero
Miembros de la Comisión de Liturgia Fórum de Pastoral Juvenil
 

“Moisés tomó la tienda y la plantó fuera del campamento, a cierta distancia de él, y la llamó tienda del encuentro. Todo el que quería dirigirse al Señor, tenía que salir fuera del campamento y dirigirse a la tienda del encuentro. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo; y Josué, su ayudante, hijo de Nun, no se movía de la tienda. ” (Ex 33, 7.11)

 

  1. ¿Por qué surge la idea?

 
Cuando en los primeros momentos el equipo coordinador comenzó a dar vueltas para dar forma a la idea del Fórum, eran muchas las discusiones, en el buen sentido de la palabra, que se tenían sobre el lugar, el lema, los destinatarios, la distribución, etc.  Quizás podíamos estar cayendo en la tentación, muy común en los momentos en los que vivimos, de obstinarnos en que todo salga bien, que sea mucha la gente que se implique, que todo esté al detalle, lo cual es importante y la verdad que ese empeño, en la mayoría de los casos, se ha visto plasmado en todo el Fórumpj. Todo esto nos podía llevar por tanto, a no darnos cuenta que quien movía nuestras ilusiones, nuestras inquietudes, nuestras ganas por crear un trabajo en red, era el mismo Cristo que se valía de nuestros talentos, que Él mismo había puesto en nosotros, para llevar este gran proyecto acabo.
Evidentemente una actividad de este volumen, y cuyo fin era mostrar lo que en todo nuestro país se está haciendo de pastoral con jóvenes, es decir, la tarea de mostrar a Jesucristo, de ayudar a los jóvenes a que se acerquen a Él y crear lazos de comunión, valorando lo que nos une y desde ahí comprender que todos estamos en el mismo “barco”, necesitábamos tener el “capitán” cerca de nosotros, saber que en cualquier momento podíamos acercarnos a Él para cargar nuestras fuerzas, nuestras ilusiones, para descargar nuestras tensiones, nuestras debilidades…
No era simplemente preparar o ubicar  un lugar para tener una capilla. La idea era que se convirtiera por sí misma en el “corazón del fórum”. Y los hechos nos han mostrado que fue así.
 

  1. ¿Qué pretendíamos?

 
El proyecto de “plantar”, como Moisés, una Tienda del Encuentro durante el Fórum, nos pareció una lúcida y simbólica apuesta que dice mucho sobre cómo entendemos y vivimos la pastoral con jóvenes: Ésta surge de un encuentro, transformante y siempre nuevo, con el Dios de la Vida, que nos llama a compartir lo que vivimos con Él … y nuestra pastoral se quedará “a medias” si no encuentra cauces para iniciar, posibilitar y favorecer que los jóvenes experimenten personalmente a ese Dios que insiste en salirnos al encuentro y en hablarnos como un hombre habla con su amigo.
También es verdad, que aunque el Fórum era una idea nueva y positiva, el que hubiera un lugar como la Tienda del Encuentro en un evento de Pastoral Juvenil, no era nada nuevo. En cualquier actividad, campamento, Jornada Mundial, siempre hay un lugar destinado al fin que hemos buscado con la Tienda del Encuentro. Y evidentemente se convierte en el corazón de dicha actividad.
Otro de los grandes deseos del Fórum era valorar lo que nos une, y si hay algo que nos une a todos, nos hace sentirnos hermanos, incluso en la diversidad, es la oración. Por lo tanto el poder estar juntos, la verdad es que estaba abarrotada en los distintos momentos que hubo durante el Fórum, cada uno con sus formas, estilos, modos y maneras, pero unidos entorno a Cristo Eucaristía, era conseguir uno de los principales fines del Fórum.
La intuición y la apuesta estaban ahí… así que nos pusimos a trabajar por intentar convertir una sala de conferencias en esa Tienda del Encuentro. Manos a la obra para hacer físico un espacio que queríamos que fuera cálido y acogedor, siempre abierto y disponible a quien quisiera acoger la Presencia de Dios, con momentos guiados que ayudaran y propiciaran el encuentro cara a cara con el Señor y momentos de silencio habitado.
 
Características, servicios, atenciones que ofreció
 
Cuando llegamos al lugar el día 7 de noviembre teníamos solamente unas pocas horas para convertir «aquello» en un lugar que inspirase a la oración, al encuentro con Cristo. Habíamos estado trabajando durante meses en diversos aspectos, pero la ambientación del lugar que iba a ser dedicado a la Tienda del Encuentro siempre fue un tema que nos trajo un poco de cabeza ¿Cómo convertir un salón de conferencias, diáfano, enorme, con una simple moqueta como todo elemento decorativo en una tienda? Habíamos pensado, consultado, pedido ideas, diseñado bocetos, comprado telas, cojines, conseguido unos iconos preciosos, un sagrario…  Pero realmente no sabíamos cuál iba a ser el resultado.
Comenzamos a colocar y poco a poco aquel salón se convirtió en un lugar habitable. Las telas colgadas de las columnas iban envolviendo y transmitiendo una sensación cálida, los iconos y el frontal proporcionando un lugar de referencia, el sagrario, la cruz… Los cojines y las sillas colocados de tal forma que cada uno, libremente, buscase el lugar y la posición más cómoda para entrar en oración.
Buscamos un lugar próximo que sirviese como lugar de confesiones. Ocultamos discretamente, detrás de los 300 metros de tela colocada en las paredes de la sala, los altavoces y el montaje técnico. También se buscó cuidar la iluminación. Se preparó una sala contigua a modo de sacristía. Se colocaron carteles indicativos para que se pudiese llegar fácilmente hasta el lugar.
Solamente faltaba Alguien. Y fuimos a buscarlo. Lo había traído un sacerdote de Toledo. Subimos a la capilla con Él, y lo dejamos en el Sagrario, sobre las 16.30 de la tarde. En ese momento todos los signos cobraron un sentido diferente. En unas pocas horas, con las manos de muchos, en el Palacio Municipal de Congresos, se había «levantado» un lugar de oración y adoración al Señor. Se trataba de un lugar permanentemente abierto, en el que libremente cada persona pudiese entrar, estar un minuto o varias horas, descansar, presentarse al Señor y presentar todo lo vivido durante el Fórum…  La Tienda del Encuentro.
 

  1. ¿Qué sucedió en la Tienda durante el Fórum?

 
Nos pusimos en contacto con distintos grupos, movimientos, comunidades creyentes… para invitarles a rezar en la Tienda del encuentro a lo largo delFórum, y así, de la misma forma que sabemos que nuestros trabajos pastorales están sostenidos por la oración de muchas personas (la mayoría de ellas desconocidas) así lo estaba también el Fórum. Como Josué, no se movían de la tienda mientras el Fórum seguía adelante. Muchas de esas personas se acercaron exclusivamente para orar y orientar un rato de oración en la Tienda, movidas por el deseo de apoyar con su oración este acontecimiento y, sobre todo, lo que significa de aunar esfuerzos en la evangelización y establecer puentes de unidad en la diferencia. También en la Tienda del encuentro, el Fórum supuso experiencia de Iglesia como comunión de comunidades y variedad de carismas. A todas esas personas: GRACIAS por su disponibilidad, su gratuidad y por la riqueza que supone la diversidad de estilos y formas de rezar.
Apenas dimos el pistoletazo de salida al Fórum, las Hermanitas de Jesús y la Fraternidad del Sagrado Corazón se encargaron de animar a la oración durante las primeras horas de la tarde del viernes. IXCIS y Almudena se encargaron de hacer vida eso de que la noche es tiempo de salvación y convirtieron las últimas horas del viernes en tiempo de encuentro a través de la música.
La eucaristía, animada por la Renovación Carismática, fue la mejor forma de comenzar el sábado en la Tienda del encuentro y preparar así el corazón para los itinerarios que, a lo largo de todo el sábado, se fueron compartiendo. La de oración de Taizé, el cuidado de la espiritualidad en la formación para el tiempo libre, experiencias oracionales vinculadas al arte… multitud de experiencias y comunicaciones tuvieron su marco en la Tienda del encuentro. Y de la mano de la riqueza de la pastoral compartida fuimos pasando el sábado con algunos paréntesis: una parada antes de la comida para recoger lo vivido y sentido durante la mañana en torno a la mesa de la eucaristía que Ain Karem animó, un rato de oración a través de la música comprometida con la justicia de Kairoi y, ya al terminar la jornada, un espacio de oración en torno a la Palabra animado por la familia claretiana.
Durante el domingo, la Tienda del encuentro siguió siendo espacio habitado desde temprano con la celebración de la eucaristía animada por los JMV. Los jóvenes de la parroquia de Guadalupe fueron los encargados de poner el broche final al día con su oración, para que pudiéramos “levantar la tienda” y dejar que nos acompañe, como acompañaba a Israel, en nuestro camino cotidiano.
De esta forma, a lo largo de todo el Fórum, la Tienda del encuentro se convirtió en lugar de celebración de la eucaristía, de compartir las experiencias oracionales que otros hacen en su trabajo con jóvenes, en espacio de silencio, en el lugar donde distintos grupos de la Iglesia, en su riqueza y variedad, animaron y guiaron momentos de oración… Un lugar de entradas y salidas, donde cualquiera y en cualquier momento podía salir, no del campamento sino de las actividades propuestas en el Fórum, y dirigirse al Señor.
No nos engañemos: Dios es el que hace y nosotros/as, en la pastoral con jóvenes (como en tantas otras cosas) sólo podemos aspirar a ser cauce que facilite la experiencia personal del encuentro con Él, cara a cara, como un hombre habla con su amigo.