Amigo, únicamente necesitas una Cruz… Tal vez sea la que llevas colgada en el cuello o la que tienes sobre el escritorio o… Bueno, si no tienes ninguna a mano, no te preocupes, no pasa nada. Tan solo déjate llevar, lee cada una de las cruces que siguen, busca otras y sustituye a Cristo por el nombre de alguno de tus jóvenes:
- Cruz con perilla.
- Cruz con ortodoncia.
- Cruz con pantalones piratas.
- Cruz con cabeza rapada.
- Cruz con pulsera de clavos.
- Cruz con zapatillas de marca.
- Cruz con móvil “fashion.”
- Cruz con extensiones
- Cruz con piercing.
- Cruz con plataformas.
- Cruz con último modelito.
- Cruz con los labios pintados.
- Cruz con camiseta “anarka.”
- Cruz con lentillas de colores.
- Cruz con pantalones militares.
- Cruz con canutero en la boca.
- Cruz con pasamontañas.
- Cruz con cazadora de cuero.
- Cruz con cigarro.
- Cruz con gafas de sol.
- Cruz con tupé.
- Cruz con cascos.
- Cruz con gomina.
- Cruz con sudadera del “Che”
- Cruz con rimel.
- Cruz con tatuaje.
- Cruz con acné.
- Cruz con cresta.
- Cruz con uniforme.
- Cruz con pantalones caídos.
- Cruz…
- Cruz…
- Cruz…
Recuerda esta sencilla “plegaria” o haz este cambio todos los días al concluir la jornada, pues debes saber que, si al final de un día trabajando con jóvenes no te “persiguen” sus ruidos, sus preocupaciones, sus sueños, sus cruces…, algo marcha mal, algo no funciona…
José María Escudero |