Turtles can fly (2004). Dirección y guión: Bahman Ghobadi.
- El director Bahman Ghobadi, nacido en el Kurdistán iraní (1969), se había formado en las emisiones radiofónicas y en los cortometrajes, además de haber cursado los estudios cinematográficos en Teherán, sin llegar a terminarlos.
“En mi primer largometraje los niños pobres eran los principales protagonistas y volver a centrarme en ellos en este caso no fue algo premeditado: tenía ganas de realizar una película urbana sobre mi pasado, pero cuando fui a Bagdad dos semanas después del comienzo de la guerra de Estados Unidos contra Iraq para el estreno de mi película Songs of My Motherland, vi muchas atrocidades en la vida de la gente, y especialmente en la de los niños, que siempre son las primeras víctimas y de los que nadie se ocupaba.” (Bahman Ghobadi, director.)
- Con Tiempo de los caballos ebrios (2000) se adentraba en un camino que prosigue en sus obras posteriores: las costumbres y vida de su pueblo, el sometimiento a otros más poderosos que apenas les dejan vivir, la necesidad de los niños de asumir papeles de adultos cuando éstos están ausentes, la belleza unida a la tragedia.
«Lo rodé tras un viaje a Irak, con los personajes y los escenarios que encontré allí, en una situación muy peligrosa… El caso de un chico mutilado me conmovió. Yo quería hacer una película contra la guerra. Entonces volví y me fui a vivir con los niños para sentirme más cerca de ellos. Luego intenté reconstruir las experiencias por las que ellos habían pasado… Mi guión consistía en tres hojas de palabras clave: ‘campo de refugiados’, ‘miseria’, ‘guerra’, ‘abuso’, etc. Creedme, morir en esta zona del mundo es un sufrimiento mucho menor que vivir. Si esto fuera un documental, el público sería incapaz de asimilar las duras vivencias de esta gente». (Bahman Ghobadi.)
- Kak Satélite es un líder reconocido. A pesar de su corta edad, los demás chicos acatan las órdenes y los adultos recurren a él para resolver los problemas planteados por una sociedad que no entienden. Nos situamos en un campamento de refugiados kurdos, junto a la frontera entre Irán e Irak. Un grupo de niños se dedica a instalar antenas para que los inquietos refugiados puedan seguir las noticias más recientes, evitando los programas prohibidos. Se espera que la intervención de los Estados Unidos se produzca en poco tiempo y el odiado régimen de Sadam Hussein caiga por fin. Lo americano goza de gran predicamento y el espabilado Kak Satélite presume de sus habilidades lingüísticas y de su capacidad negociadora ante los asombrados compatriotas.
“En la película todos los personajes buscan información vía satélite sobre la guerra que se avecina, aunque no entiendan el idioma y las imágenes mostradas en la televisión vayan en contra de sus creencias, pero finalmente la información les llega a través de las predicciones del niño mutilado. Esto se debe a que, en mi opinión, las cadenas de televisión pertenecen a grupos de intereses que consideran a los ciudadanos del mundo como simples figurantes. Ellos, con sus cadenas y sus guerras, nos usan como juguetes y nos imponen su guerra sucia para ganar más dinero. Dada la situación en que se encuentra nuestra región y sus repercusiones en el mundo entero, yo pongo en duda cualquier forma de información, incluso en la prensa escrita». (Bahman Ghobadi.)
- El negocio, complementario y más arriesgado, consiste en la recogida de minas antipersona y en la venta posterior en el mercado negro. ¿Durante cuanto tiempo?
«Son viejos en cuerpos de críos. No les pedía que actuasen. Bastaba con que vivieran su día a día delante de las cámaras… En mi película el trabajo de los niños consiste en encontrar minas antipersonas para después venderlas porque, aunque no sé desde cuándo está minado el Kurdistán, tanto mi abuela como mi madre me contaron historias de minas antipersonas y de los que fueron sus víctimas. Desde que se inventaron, Kurdistán ha sido y sigue siendo uno de los países más afectados por ellas… Los fabricantes norteamericanos y europeos se las vendieron a dictadores como Sadam u otros que las diseminaron por todo el país. Creo que llevará mucho tiempo retirarlas. Cada día, cada hora, hay personas inocentes que mueren o quedan mutiladas por ellas. Incluso hay familias en el Kurdistán que ponen el nombre de Mina a sus hijos recién nacidos». (Bahman Ghobadi)
- A las andanzas de Kak Satélite se suman las de la enigmática chica que aparece por el campo. El líder se siente irresistiblemente atraído por ella y no acaba de aceptar ni de comprender el distanciamiento de ella, en quien adivina un ser afín con el que compartir la vida.
«La historia discurre según el punto de vista de dos personajes porque así estaba en el guión. Yo quería hacer una especie de collage y diferenciarme de las películas iraníes. Quería que Kak Satellite fuera el hilo conductor que uniera los distintos elementos de la historia para que el espectador encontrara una unidad narrativa al tiempo que contaba la historia de la muchacha traumatizada por su pasado y la de su hermano que predice el futuro. Al terminar la película, uno entiende que el pasado es amargo, que el presente es amargo y que el porvenir sólo depende de uno mismo. Los poderosos extranjeros no tienen intención de crear un paraíso para nosotros. Ellos nos explotan para construir lugares maravillosos para ellos mismos».
Augusto Fernández
Para hacer
- ¿Qué aspectos de la guerra están presentes? ¿Quiénes son los más perjudicados? ¿Cómo afecta a cada uno de los protagonistas?
- La crítica que Bahman Ghobadi hace del uso de la información, ¿es acertada? ¿Qué destacamos de ella? ¿Qué fuentes de información nos parecen más fiables? ¿Cuáles solemos utilizar?
- ¿Cuáles son los problemas personales de Kak Satélite? ¿Cómo se combinan con los del grupo? ¿Qué secreto guarda la chica en su interior? ¿Cómo lo resuelve? ¿Qué otras salidas tenía a mano?