[vc_row][vc_column][vc_column_text]En Pascua o en Cuaresma, en todo tiempo y lugar, los predicadores de las bienaventuranzas (entiéndase educadores en general, animadores de grupos, profesores…) podemos caer en la tentación de predicar sin dar trigo. He aquí algunas actitudes, adaptadas de un texto de José María Cabodevilla, por las que podemos pedir perdón, valentía para librarnos de esas tentaciones o fortaleza para incorporar las actitudes nuevas en nuestra acción.
- Señor, ten piedad de nosotros y líbranos de todo mal
-Porque hemos predicado lo que no hemos sido capaces de cumplir. -Porque, frente a las injusticias del mundo, no hemos elevado nuestra protesta.
– Porque hemos sustituido la esperanza del Reino por fáciles promesas humanas.
– Porque hemos sido muchas más veces cómplices que víctimas.
– Porque, en vez de ajustar nuestra vida a las bienaventuranzas, hemos adaptado las bienaventuranzas a nuestra vida, reemplazando:
- la pobreza de espíritu por el desapego espiritual;
- la mansedumbre, por la inhibición;
- la compasión, por unas fórmulas de condolencia;
- la misericordia, por el rito de la absolución;
- la limpieza de corazón, por el corazón inactivo;
- el amor a la paz, por la tranquilidad de conciencia.
Líbranos, Señor
– De la rutina.
– De las ideas preconcebidas, de los esquemas trillados y de los sermones predicados la cuaresma pasada.
-Del halago a los pobres, del resentimiento contra los ricos y del error de considerarnos pobres.
– De la crueldad de herir a alguien innecesariamente, de la falsa caridad de no querer lastimar nunca a nadie.
- Te rogamos, óyenos
– Que no caigamos en la tentación de ocultar una sola palabra tuya, y que no caigamos en la tentación de dar como palabra tuya una palabra nuestra.
– Que sepamos escuchar antes de responder, que aprendamos a callar en presencia de un gran dolor; que cuando nos piden pan, no les demos una piedra o una doctrina.
– Que nunca nos creamos suficientemente pobres o innecesariamente perseguidos.
– Que nuestras palabras no queden por debajo del evangelio y que tampoco vayan por delante de nuestra fe.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]