LIFTING DEL CORAZÓN  

1 junio 2013

 
¿Estás cansado de machacarte en el gimnasio para conseguir un cuerpo diez? ¿Decepcionado de esas pomadas mágicas que no hacen otra cosa que vaciarte el bolsillo? ¿Te gustaría que los años no pasaran sobre ti o, al menos, que las arrugas no se hospedaran en tu cuerpo?
Amiga, amigo: sin cirugía, sin preoperatorio, sin pasar por el quirófano, sin anestesia, sin complicaciones y sin gastarte un céntimo, te presento el lifting del corazón. Todos sabemos (y si no ya es hora de aprender otra cosa) que el lifting es una cirugía estética que consiste en eliminar las arrugas, estirando la piel con el objetivo de rejuvenecer el aspecto de una persona. El lifting más popular es el facial, pero también puede realizarse en otras áreas del cuerpo como muslos, brazos, cuello…
Hoy, por primera vez y si tú lo deseas, haremos un lifting del corazón. Los resultados saltarán a la vista y al corazón inmediatamente… ¿Te atreves? ¡Adelante!
 

Para… Actúa…
Para eliminar las arrugas de la tristeza (todo me sale mal, “el horno no está para bollos,” mi vida es un valle de lágrimas…). Estira tu sonrisa (festeja cada día el milagro de la vida, la enorme alegría de estar vivo… ¿Te parece poco?).
Para eliminar las arrugas del egoísmo (mi casa, mi moto, mis vacaciones, mi gente, mi, mi…).
 
Estira, hasta hacer añicos, tu yo (desaparecerá tu ego y surgirá, por arte de magia y de amor, la felicidad de darte a los demás… ¡Sus efectos son devastadores!).
Para eliminar las arrugas de la intolerancia (esa manía de poner aduanas, muros y barreras en tu corazón, en tu vida).
 
Estira los papeles del corazón (documento oficial por el que el marroquí de tu clase, la panadera de tu barrio o el conductor del bus pasan a ser de tu familia, tus hermanos).
Para eliminar las arrugas de la venganza (ojo por ojo y diente por diente). Estira, hasta límites insospechados, tu perdón (al menos, hasta setenta veces siete).
Para eliminar las arrugas de la indiferencia (yo y mi vida, mi vida y yo). Estira tu compromiso (yo y los otros, los otros y yo).
Para eliminar las arrugas de la prepotencia (soy el mejor, el más listo, el que mejor juego, el que mejor visto…). Estira tu humildad (haz el trabajo bien hecho, a ser posible, desde el anonimato, evitando el aplauso, la palmadita en el hombro).
Para eliminar las arrugas de la rutina (el aburrimiento, el todos los días lo mismo). Estira tu creatividad (tu apasionamiento, reinventa cada día tu vida).
Para eliminar las arrugas del cumplimiento (del cumplo y miento, de la fachada, del aparentar, del quedar bien). Estira tu autenticidad (muéstrate tal y como eres, siempre mejorando tu personalidad, pero sin esconder tus errores).
Para eliminar tu desamor, tu infelicidad (cuando Dios, estás convencido, te ha dado la espalda). Estira tu corazón (y deja que Dios establezca allí su morada).
Y para evitar que este papel se arrugue en la papelera del olvido. Estira tu mente y guárdalo en la memoria de tu corazón

 J.M. de Palazuelo

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