Los Nobel Locales de la paz

1 enero 1998

  • Objetivo

– Destacar las actitudes que construyen la paz en la actuación local.
– Promover actitudes de paz tanto personales co­mo colectivas para actuar en la vida ordinaria.

  • Sentido y ocasión

– Desarrollamos y ampliamos esta propuesta a partir de una idea aparecida en «Catequética» (enero-marzo, 1988). Cada grupo o equipo edu­cativo sabrá acomodarla a su realidad.
– El lema de Manos Unidas «Cambia tu vida para cambiar el mundo» nos invita a actuar cada uno localmente teniendo en cuenta un pensamiento global. Esta propuesta ayudará a ello.
– El mes de enero puede ser una buena ocasión pa­ra desarrollarla con ocasión del «Día Escolar de la Noviolencia y de la Paz». Pero también se puede ampliar al mes siguiente dentro de la «Campaña contra el hambre».
– Ofrecer modelos cercanos, constructores de paz, ayudará a desarrollar esas mismas actitudes en ellos y en los demás.

  • Desarrollo
  1. Idea

– A partir de la idea de los premios Nobel, se pro­pone una especie de «Premios Nobel de la Paz en la clase» (o en el colegio, o en el grupo, o en la parroquia, o en el centro juvenil…).
– Se concede un «Diploma de paz» a los compañe­ros o profesores que se juzgue merecedores por contagiar actitudes de paz.
– Para ello se seguirá un proceso que implique a cuantas más personas mejor.

  1. Bases

– Se fijan las bases por las que se va a hacer la elec­ción. Es importante concretarlas bien.
– Para ello, antes de nada, se concretan entre todos cuáles serían las cualidades de «los constructores de paz». Se ha de dialogar entre todos para des­cubrir estas actitudes.
– Al final se concretan las actitudes y el nombre de los premios. Por ejemplo:

  • La paz se construye: Persona activa.
  • La paz no admite situaciones injustas: Persona que defiende al débil, al marginado…
  • La paz exige esfuerzo y sacrificio: Persona que da su tiempo…
  • La paz crea un clima agradable: Persona que irradia sonrisa, alegría y amistad.
  • La paz va de la mano de la verdad y el amor: Persona sincera y respetuosa…
  • La paz…

 
– Se hace pública de forma original y oficial la con­vocatoria del premio.
– Todos pueden aportar nombres merecedores de él. Lo importante es que se hable y se dialogue sobre las actitudes que crean la paz.
– Lo importante es que se hable de ello y que, al menos durante algún tiempo, todos tengan la oportunidad de esforzarse en esas actitudes constructoras de paz.

  1. Elección

– Un jurado elegido para la ocasión asigna los pre­mios. Es importante, como en los premios Nobel, destacar las cualidades por las que sea asigna el premio.
– También se puede hacer por votación popular o elección popular, sobre todo si los premios se asignan en un grupo o en una clase.
– En todos los casos hay que aportar razones y da­tos concretos para recalcar las actitudes positivas y constructoras de paz.

  1. Premio

–                      Se entregará un diploma elaborado para la oca­sión (se puede entregar cualquier otro símbolo).
–                       El diploma se puede hacer con ordenador, car­gando la impresora con papel de color pergami­no (no con cartulina). Se vende en pliegos y hará que cortarlo a tamaño din A4. Estos diplomas se pueden encuadrar.
– Los diplomas se entregarán en un acto especial. Puede ser el 30 de enero.
– En este acto, además de la entrega de premios, puede haber un sencíllo recital de canciones, po­emas, textos, cuentos o relatos… de paz.
 

  • Variantes

– El premio puede incluir a todos los miembros de la comunidad educativa (padres, por ejemplo) y no sólo a los alumnos y profesores.
– Con el tiempo, el premio puede ampliarse al ám­bito de la ciudad. Se convocará para darlo a per­sonajes conocidos o desconocidos pero relevan­tes en la construcción de la paz ciudadana. La entrega de premios se realizará en un acto colec­tivo final, de mayor relevancia, en el que partici­pen diversas organizaciones cívicas y en el que pueden acudir las autoridades de diverso signo.

HERMINIO OTERO

 

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