Manifiesto Juvenil

1 marzo 2002

 
Después de una reflexión personal y en grupo, los jóvenes reunidos en Asamblea juvenil queremos manifestar:
Que  Dios existe, lo sentimos cercano, nos da fortaleza y apoyo siendo la base de nuestras vidas, siendo nuestra esperanza; que es un Dios lleno de misericordia, un Padre bueno y lleno de bondad.
 
Que nuestra vida tiene sentido en una actitud de búsqueda, pero hemos de seguir pro­fundizando  en el camino de la fe. A veces seguimos a Jesús a nuestro estilo, pero por encima de todo tratamos de ser buenas personas. A veces no entendemos actitudes parroquia les, pero tenemos un talante solidario y queremos continuar con nuestra coherencia evan­gélica.
 
Que vivimos la fe individual, pero llena de esperanza. La oración a nivel familiar y de   grupo de amigos, desde el interior y a diario merece la pena esta actitud porque da estabi­lidad ,nos aporta ayuda, es opcional, somos felices; sin ella la vida no tendría sentido.
 
Que es importante en nuestra vida como jóvenes cristianos la fe, el amor, creer en Dios, comprometerse, ser alegres, ser solidarios, tener afán de superación y carisma, ser constantes y acogedores, con un espíritu de convivencia y esperanza.
 
Que los valores evangélicos los  fundamentamos en amar a los demás, en la solidaridad, en la paz, en el compartir, en el respeto, en la responsabilidad, en el perdonar.
 
Que la Iglesia es comunidad y familia, un lugar de encuentro, una comunidad de base donde los cristianos se reúnen, un lugar para la trasmisión de la fe. Pero a veces también es un templo frío, una institución; por ello nos gustaría que fuera cercana, acogedora y cohe­rente
 
Que nuestra  parroquia la definimos como lugar de encuentro y de provecho, como una familia, como la casa de Dios, una luz, unos grupos (que a veces se aíslan), una distancia (a veces entre párrocos y jóvenes).
 
Que la idea de una Asamblea juvenil nos parece buena para conocernos, para compartir creencias, para practicar valores cristianos, para enriquecernos, para actuar juntos.
 
Que estamos dispuestos a colaborar y seguir colaborando, a realizarnos como personas y dar nuestro tiempo (catequesis, liturgia, Biblia, oración).
«Asamblea de Jóvenes»

Parroquia del «Espíritu Santo», Albacete

 
Para hacer

  1. Leer este manifiesto. ¿Qué nos llama la atención?
  2. ¿Con qué estamos de acuerdo? ¿Qué firmaríamos también nosotros?
  3. Este testimonio puede convertirse también en propuesta. ¿Por qué elaboramos nuestro propios manifiesto de grupo? Se puede hacer a partir de este mismo, pero lo mejor es plasmar todo lo que vivimos y nos mueve.

 

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