No cabe duda que una de las grandes ventajas de las nuevas tecnologías, Internet, teléfono móvil, redes sociales, es que han multiplicado por mil las posibilidades de comunicación de las personas y eso es una gran conquista.
Pero la siguiente cuestión o duda es, si las posibilidades de comunicación has aumentado, ¿ha mejorado, también, la calidad de la comunicación entre las personas? Seguramente aquí ya habría más división de opiniones. La facilidad de conectar a través de las redes sociales provoca que cada vez saquemos menos tiempo para vernos en persona o que, incluso el tiempo de nuestros encuentros personales se vea dañado o enrarecido por el uso del móvil. Porque, no es lo mismo quedar para tomarse algo con los amigos, que charlar un rato en un grupo de Whatsapp. Es más, a veces, en un grupo de adolescentes están chateando entre ellos lo que podrían hacer charlando tranquilamente mirándose a los ojos.
Me gustaría comentar algunos beneficios de interactuar cara a cara y no a través del móvil en las distintas redes sociales:
- Tenemos contacto físico: Está comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien. El contacto físico activa una serie de mecanismos fisiológicos, que contribuyen a nuestro bienestar emocional. Emocionalmente, hay veces que solo con un abrazo o una caricia nos olvidamos (momentáneamente) de todo.
- Conseguimos desvelar más información “no verbal”: La mayor parte de la información emocional no se transmite de forma consciente a través de las palabras, sino de manera inconsciente a través de lenguaje no verbal. Un amigo, a través de un mensaje de texto, nos puede decir que “está bien” mientras que en persona “su tono de voz y la expresión de su cara, pueden afirmar lo contrario”, algo que solo podremos darnos cuenta si estamos cara a cara.
- Prestamos más atención al otro: Hablar por las redes permite hablar con varias personas a la vez, e incluso hacerlo mientras se trabaja o hace otra cosa. Eso está bien a veces, pero está claro que si estamos en modo “multifunción” no estamos prestando la misma atención a la otra persona. Ciertas conversaciones requieren tener a la otra persona delante. En este sentido, es necesario dejar los temas importantes para hablarlos en persona.
- Fortalecemos nuestros vínculos: Se ha demostrado que el contacto persona a persona crea lazos que ayudan a entablar y reforzar vínculos afectivos y de seguridad. Se empatiza más con otra persona cuando la vemos y la tenemos enfrente
- Fomentamos nuestras habilidades comunicativas: Es verdad que muchas personas, a través del ordenador o el móvil, se sienten más seguros, protegidos y expresan con mayor facilidad su forma de ser y pensar, pero a la larga esta situación crea un déficit en habilidades sociales y problemas de comunicación, para expresarse en público, y también a un nivel afectivo e incluso de pareja.
En fin que las redes sociales no deberían socavar ni reducir nuestros contactos cara a cara.
Mateo del Blanco, Salesiano en Zamora