MISIÓN CHUNGA

1 marzo 2006

Jesús convocó a los doce y les envió a proclamar el Reino de Dios. Les dio poder para expulsar toda clase de dolencia, en especial aquellas que anulaban poco a poco el entusiasmo y las ganas de vivir. Y les dijo:
–No llevéis para el camino ni bastón, ni alforjas, ni pan, ni di…
–Eh, eh –le interrumpió Simón Pedro–, antes de que sigas con la lista, no me dirás que tampoco puedo llevar mi MP3.
Y Santiago dijo:
–Al menos podremos llevar el móvil, para estar localizados, ¿no?
Y Judas apostilló:
–Pues el mío es de contrato y, ahora que he dejado el trabajo, alguien tendrá que costeármelo.
Y Bartolomé añadió:
–Yo, Señor, me llevo la Playstation 2, ya verás cómo el aparatito sana todo tipo de dolencias, del cuerpo y del…
–Ah –le cortó enfadado Juan–, pues si él lleva la Play yo no voy a dejar en casa el portátil.
–Sí, sí –intervino Felipe–, así podemos estar en contacto y chatear un ratito en nuestro tiempo libre.
–Perdonad –se disculpó Mateo– debo ausentarme. Hoy venía el técnico a ponerme la TV en cable.
–¡Qué bien! –le informó Andrés–. Te vas a hinchar a ver canales.
–Yo te acompaño, Mateo –volvió a tomar la palabra Bartolomé–. La consulta de mi psicólogo está de camino…
 
Todavía estaban hablando cuando uno de los fariseos que había escuchado toda la conversación, inquirió a Jesús en estos términos:
–No sé si usted sabe que está alterando la vida de estos hombres. ¿No ha pensado que puede crearles algún trauma? Y por cierto, ¿ha oído hablar alguna vez del mobbing…?
 
Y entonces Jesús bajó la vista al suelo, pues se temía que de un momento a otro sus pupilas le jugaran una mala pasada.

José María Escudero

 Para hacer
Leer la parábola. ¿Dónde estamos nosotros?
¿Cuáles son nuestras disculpas?
 
Unir la parábola a la imagen (ver la página 15)  de este mismo Cuaderno Joven.

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