El mes de octubre nos anima a redescubrir la dimensión misionera en nuestras vidas. Ya pasaron los tiempos en que se subrayaban únicamente los aspectos relativos al «evangelizar en las tierras lejanas y de misión». Hoy en día estamos a trabajar esa actitud en toda tierra humana, que por definición es tierra de misión. En los centros educativos tuvo un gran papel en el cambio de mentalidad la revista «Gesto», que desde sus inicios como revista infantil trabajó y trabaja en esta clave. Hoy en día otras revistas infantiles y juveniles (entre ellas nuestra «Juventud Misionera») siguen apoyando esta línea de compromiso misionero aquí y allá.
Muchas veces conseguimos este ambiente misionero en un mes como el de octubre, pero el reto está en mantenerlo vivo todo el curso. Uno de los elementos que deberíamos cuidar es mantener la información y el contacto con la «frontera» (allá) para que vivamos en esa clave en la «retaguardia» (aquí).
Os proponemos uno de los gestos interesantes que deberíamos potenciar en nuestros encuentros y momentos de oración misioneros. Se realizó en la diócesis de Ourense. En concreto, en la vigilia juvenil del DÓMUND de octubre del curso pasado organizada por las Delegaciones de Misiones y Juventud de la diócesis, al finalizar el momento de oración se nos repartió a cada participante una postal con la dirección, ya escrita, de un misionero o misionera de nuestra diócesis para que le escribiésemos.
Creemos que es un gesto exportable a otros momentos y encuentros, desde la semana (o quincena) misionera del DÓMUND en nuestros centros educativos a, por ejemplo, una fecha misionera como es el 11 en ambientes salesianos, San Francisco Javier o la jornada del DOMINF. Estos podrían ser objetivos a perseguir con dicha iniciativa:
¡ Conocer desde la propia situación la realidad de los mal llamados países del tercer mundo.
¡ Animar y acompañar a los «misioneros de allá».
¡ Potenciar nuestro compromiso cristiano (y por lo tanto misionero) aquí.
¡ Sentirnos responsables con nuestros «misioneros de allá».
La metodología para organizar un gesto así sería:
¡ Realizar un elenco de los misioneros y misioneras, con su dirección completa y actualizada, relacionados con nuestro centro educativo (de nuestra congregación religiosa, de nuestra ciudad, voluntarios misioneros de nuestros centros educativos etc.) Para ello contamos con la ayuda de las Delegaciones Diocesanas de Misiones y de los delegados o encargados de misiones de las Provincias religiosas o de ONGs.
¡ Escribir en etiquetas a ordenador o a mano directamente en la postal que le vamos a enviar (puede ser emotivo que sea una postal de nuestra/su ciudad, nuestro/su colegio, …)
¡ Comprometernos a escribirle y contestarle sea individualmente o en grupo (aula, grupo de tiempo libre, …)
¡ Y, una vez que la comunicación se estabilice, sentirnos »sus padrinos» y ayudarles con acciones nuestras aquí y acciones suyas allá (trabajar todo el año un objetivo/compromiso misionero; venta de material de comercio justo; organizar una campaña, exposición, gesto de apoyo y ayuda, etc.)
Creemos que esta comunicación nos ayudará en nuestra calidad educativa y evangelizadora de sentirnos «misioneros aquí», además de apoyar y acompañar constantemente a los trabajadores de la frontera, los «misioneros de allá».