Mujer…, persona

1 junio 2009

El origen
Este dibujo de Santiago Sequeiros ilustraba en El Mundo (11.08.07) un artículo de Radha Iyengar, investigadora de Harvard, sobre la violencia doméstica, titulado “Las buenas intenciones no siempre valen”. El artículo terminaba así: “A pesar de las dos décadas transcurridas con una mayor conciencia pública del tema, la violencia doméstica sigue constituyendo un problema grave. Suele ser deseable detener a los maltratadores… pero no tiene sentido seguir manteniendo una estrategia que no anima a las víctimas a denunciar los maltratos”.
La violencia doméstica es la que tiene lugar en el ámbito familiar y tiene muchos rostros y muchos nombres: «violencia familiar» (desde 1988) o «violencia intrafamiliar» (desde 1993), “violencia de género”,violencia sobre la mujer, violencia sexista, violencia machista. Un total de 121 personas murieron en 2008 por actos de violencia doméstica y de género (más de dos cada semana). De ellas, 90 -el 74%- eran mujeres y 75 fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que se conoce jurídicamente comoviolencia de género. Se trata de un problema importante y complejo.
El maltrato físico puede estar combinado con maltrato emocional. He aquí algunas de las causas que lo generan: “desajustes mentales y emocionales en el hombre, educación machista, haber padecido malos tratos durante la infancia, falta de habilidades sociales, celos, frustración, odio, amargura, desesperación,desilusión económica, repetición de patrones de comportamiento considerados como «normales» (el haber crecido en un ambiente donde es común la agresión hacia las mujeres y/o los menores de edad). A eso se añade el deterioro de la relación amorosa o sentimental de la pareja. Se necesita ayuda profesional para resolverlo.
Al margen de todo esto, con la imagen se puede trabajar para ver nuestras esclavitudes, dependencias, soledades, indefensiones, miedos, descompromisos…
La imagen en general

  • Ver la imagen y dejarse llevar: ¿Qué me sugiere? ¿Qué me recuerda? ¿Qué me provoca?
  • ¿Qué pasa ahí? ¿Por qué?
  • ¿A qué puede referirse? ¿A qué se refiere?
  • Caer en la cuenta de los elementos que hay: una mujer, una jaula, un teléfono, un columpio… ¿Qué pueden simbolizar?
  • Nos vamos centrando en cada uno de ellos, en el orden que mejor parezca.

La mujer

  • ¿Cómo está? ¿Por qué?
  • ¿Cómo ha llegado a esa situación? ¿Cómo podría salir de ella?
  • Está descalza… Y no se le ve el rostro… No es tratada a”como persona”.
  • Está en un columpio: no deja de moverse, es inestable… y no tiene donde agarrarse…
  • ¿Podría ser un hombre? ¿Por qué?

La jaula

  • Porque todo eso está dentro de… una jaula, ¿no? ¿Qué es lo que nos aprisiona aunque parece que nos da libertad?
  • Es algo que no nos deja salir y a la vez nos expone a las miradas (y palabras e intervenciones de todo tipo) de los demás…
  • Termina en una cúpula ¿bizantina?. ¿Tendrá que ver algo con las religiones… (Islam)? ¿Qué papel cumplen en todo esto?

El columpio

  • ¿Qué puede simbolizar en esta situación?
  • El balancín… y su conjunto puede convertirse en el soporto de una jaula para los pájaros. ¿Por qué está ahí la mujer atrapada? ¿Qué atrapa ahora al ser humano que no le libera?

El teléfono

  • Hay un teléfono…, pero no suena ni habla desde él… ¿Por qué?
  • Hacemos una llamada… ¿Qué diríamos?
  • Otra persona hace de la mujer y habla con tal: pide, cuenta, responde…
  • Vemos los cuatro elementos juntos… Y sacamos conclusiones.

Herminio Otero