Navidad joven

1 diciembre 1997

Parroquia de la «Santa Cruz»1 (Burgos)
 

UNA CATEQUESIS DE NAVIDAD

 
Presentamos aquí un ejemplo de «catequesis experiencial» con adolescentes de cara a la Navidad. Admite múltiples variantes y puede servir como base para una celebración pa­rroquial, para reuniones en centros juveniles, para preparar la «operación kilo», etc. En cualquier caso, habrá de prepararse adecuadamente conforme a los destinatarios y objetivos per­seguidos.
 

  1. Introducción

 
En esta «catequesis» queremos abrir los ojos a la Navidad, intentar enseñar a ver a tra­vés de unos detalles concretos de «antiespíri­tu navideño». En la representación participan nueve personas: cinco de ellas sentadas en otras tantas sillas y ocupadas de cantar o re­citar; cuatro realizando los gestos correspon­dientes a cada situación.
Los materiales necesarios para realizar todo ello: cinco sillas, una caja, un juguete, una ser­villeta, un cuchillo y un tenedor, una botella, un maletín o una carpeta y cinco carteles en cada uno de los cuales aparecerá una fragmento de la frase «Deja – nacer – a Jesús – en tu – 
 

  1. Desarrollo

 
– Introducción
Aparecen cinco personas que cantan o reci­tan a coro la canción que aparece al final del texto. Cada una de ellas con una silla en cuyo respaldo irá pegado un cartel con el fragmen­to de la frase citada, pero sin que todavía se vea. Se sientan de forma que la frase quede or­denada pero oculta. Una de estos personajes leerá la introducción-presentación que sigue.
 

  • Presentación

Vamos a cantar (o recitar, en su caso) una canción en la que hacemos una crítica de las diferentes maneras que tiene la gente de cele­brar la Navidad, particularmente los jóvenes. Aunque pueda parecer cómica, nos gustaría que os lo tomarais en serio. Nuestra intención es que, así, todos puedan entender. Seguro que muchos de vosotros os sentiréis identificados con alguna de las expresiones. (A continuación comienza a cantarse o recitarse la prime­ra estrofa de la canción).

  • Primera estrofa

«Él ya viene, ya está cerca; pronto Jesús na­cerá y tú, joven, ¿qué harás para recibirlo?» (Aparece el primer personaje, vestido de ni­ño/a con un juguete, y se canta la segunda es­trofa).

  • Segunda estrofa

«¡Qué chachis son las navidades! ¡Qué guay que hay vacaciones! Y me compran muchos juguetes y cajas de polvorones. A mí Melchor me trae un scalextric; luego Gaspar, una casa de muñecas, y Baltasar… ¡vete a saber! ¡Ahí va, qué fallo!, casi se me olvidaba Papá Noel».
(Después de cantar esta estrofa, el niño/a depositará el juguete en la caja de cartón que se encuentra en el centro de la escena y se sentará a los pies de quienes están sentados. continuación se lee el texto que sigue).
 

  • Juguetes

Para muchos niños las navidades sólo son vacaciones, regalos y propinas extra. Lo malo es que este sentimiento materialista es estimulado por los adultos, que no se molestan en explicarles el verdadero sentido de la Navi­dad. Les es más fácil escurrir el bulto con la excusa de los juguetes.
(Aparece el segundo personaje disfrazado de gordiflón, con una servilleta al cuello, el cu­chillo y el tenedor en las manos. Entre tanto se canta la tercera estrofa).

  • Tercera estrofa

«Yo como mucho turrón, turrón, y kilos de pol­vorones, y el besugo que me cuesta un riñón, y el marisco a montones. También el cordero lechal, lechal, y algún que otro cochinillo asao, y un pavo relleno de corral, y angulas de Bil­bao, riau, riau».
(El gordiflón deja la servilleta, el cuchillo y el tenedor en la caja y se sienta como el anterior personaje. Se lee el texto que sigue).
 

  • Comida

Hay personas que si durante estas fechas no comen el doble o el triple de lo habitual, no se quedan contentas. Nos solemos quejar de los precios, pero eso no impide que malgaste­mos nuestro dinero en comilonas intermina­bles. Seguro que habrá gente que se sentirá feliz de poder llevarse a la boca simplemente un plato de lentejas.
(Sale el tercer personaje, que irá vestido co­mo un joven normal, con una botella en la ma­no, mientras se canta la cuarta estrofa a ritmo de «rap»).

  • Cuarta estrofa

«Se acercan las resacas, fiestas y cotillones, y bebemos, y bebemos, y volvemos a beber barriles de cerveza para calmar la sed, ¡oh, ye­aaahh…! Y si viene ese Jesús le dices que le invito a salir de bares y tomarse unos chiqui­tos de champán, claro está, que para algo lle­ga la Navidad».
(El joven deja la botella en la caja y se sienta al lado del gordiflón. Después se lee el texto que sigue).

  • Bebida

La mayoría de los jóvenes está deseando que terminen las tradicionales cenas familiares para poder salir con los colegas a los lu­gares donde se supone que está la marcha. Y ahí beben y beben. Lo que ocurre es que ellos no son precisamente peces en el río.
(Sale el cuarto y último personaje disfrazado de ejecutivo/a, con un maletín o una carpeta. Se canta la quinta estrofa).

  • Quinta estrofa

«Tengo que ir a clases de ballet, de piano, de francés, de alemán, de chino mandarín, ¡alabín, alabán!, también soy animadora. Y no paro en casa, ni en la calle, ni en ningún lugar, porque no hay tiempo que perder. Y ahora vuelve eso, otra vez, el niño que va a nacer en Belén, ¡pues a mí como si es en Albacete! Yo no ten­go tiempo de cantarle villancicos, sólo corro, corro, corro y nada más».
(Deja el maletín en la caja y se sienta al lado del joven. Lectura del texto).
 

  • Prisa

Continuamente estamos estresados, ago­biados, agotados… Vamos como sonámbulos por la calle, sin darnos cuenta de lo que ocu­rre a nuestro alrededor. Incluso las navidades vienen y se van como cualquier otra fecha sin importancia. Y no somos capaces de parar­nos un momento para felicitarnos por el naci­miento de Jesús».
(Antes de cantar la última estrofa, se lee el texto conclusivo que sigue).

  • Conclusión

Pero a pesar de todo aún queda gente, que ve más allá de estos sentimientos tan superfi­ciales y deja sus preocupaciones egoístas a un lado para poder recibir con mayor disponibilidad a Jesús, nuestro Hermano con mayús­culas… que está a punto de nacer.
(Se canta la última estrofa).

  • Última estrofa

«Y yo, joven del mundo, ¿qué te puedo ofre­cer, Rey de Israel? Mi corazón desnudo para que nazcas en él, y anunciar a los hombres tu men­saje de paz y bien. Lo haré, sabré gritar fuerte y demostraré que me inunda tu amor. Y al ver mi alegría y mi afán por compartir, todo el mundo sabrá que tú vas a venir».
(Se levanta el coro de los cinco, deseando a todos una ¡Feliz Navidad! Al hacerlo dejan al descubierto los carteles para que todos pue­dan leer la frase, poniendo al mismo tiempo la caja en la silla del centro).
 
Lo más adecuado sería que cada grupo reelaborara todo el material y finalizara estable­ciendo un diálogo sobre cuanto se representa, comenta, etc. Uno de los modos mejores pa­ra hacerlo consistiría en preparar una háppening a partir de estos textos. Evidentemente tam­bién habría que llegar a algún tipo de compromiso concreto de cara a una verdadera cele­bración de la Navidad, de cara a que de verdad… Jesús nazca en cada uno.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 En concreto, las autoras tanto de tos textos como de la música son: Arancha Angulo, Virginia Carnero, Conchita García y Ana Rosa Gordo