OPERACIÓN KILO: TODOS PROTAGONISTAS

1 diciembre 2003

En el tiempo de Navidad los cristianos Navidad tenemos que seguir subrayando una de las ideas centrales de nuestra fiesta: Jesús nace en cada hombre y mujer. De ahí que la atención que prestamos todo el año a “los otros”, en esta época tiene que ser más explícita. Por eso realizamos multitud de gestos, campañas y signos que sobre todo nos ayudan a nosotros mismos a centrarnos en lo esencial sin que las luces, los anuncios, el consumismo, los días no laborables… non deslumbren y perdamos el sentido auténtico de la Navidad cristiana.
Uno de esos gestos es la tradicional Operación Kilo. Es una campaña muy conocida que, como todos sabemos, consiste en conseguir “kilos” de alimentos, de juguetes, de ropa, de dinero… en favor de los empobrecidos de nuestra ciudad. Para que este gesto sea evangélico tiene que estar necesariamente encuadrado en un trabajo continuo en favor de los desfavorecidos.
No explicamos sus objetivos operativos y funcionamiento pues en muchos centros educativos-pastorales se viene realizando desde hace años y, con distintos nombres, tratamos de conseguir los mismos objetivos.
Hacemos hincapié en una línea de trabajo que viene desarrollando desde hace varios cursos laAsociación Xuvenil AMENCER de la obra salesiana de Ourense: implicar a todos los agentes educativos de la obra salesiana (un colegio, una parroquia y un centro juvenil de tiempo libre). Se pretende que no sea exclusivamente una campaña de jóvenes sino de toda la obra educativo-pastoral, de ahí que cada año nos proponemos implicar a un colectivo. Los primeros fueron los niños y jóvenes del colegio y de la parroquia. Ellos traían de su casa “kilos” de comida, juguetes y ropa que donaban sus familias.
► Niños y adolescentes: Detectamos que los niños y niñas colaboraban  bien y a gusto en ser mediadores entre la obra educativa y sus casas pero los adolescentes y jóvenes les costaba más. De ahí que propusimos que cada aula de ESO-Bachillerato y de los grupos de catecumenado juvenil/confirmación dedicasen una hora de clase/grupo a ir a un supermercado y ellos mismos compraran, con su dinero, algún “kilo”de alimento no perecedero. Descubrir  precios de productos concretos que consumimos, diferencias de precios en las marcas anunciadas en televisión y las desconocidas,… y en general el mundillo del comercio de alimentación supone una reflexión y un diálogo posterior muy enriquecedor.
►Las familias: Un segundo paso fue implicar a las familias de nuestros destinatarios. Mediante una circular invitaba a hacer un donativo económico para la Operación Kilo a quien tuviese un pequeño (o grande) comercio/empresa. Y se informaba de que se podrían acercar voluntarios de la campaña a las casas en que hubiese una cantidad grande de aportaciones para traerlos a nuestra sede.
►El profesorado: Posteriormente se invitó al profesorado a que, además de motivar en las aulas a sus alumnos, dedicara parte de su tiempo libre a recoger con sus coches donativos de empresas de la ciudad o a ayudar a coordinar la labor de recogida de alimentos, juguetes y ropa.
►La comunidad parroquial: Toda la parroquia también colabora pues la recaudación en las eucaristías de un fin de semana, que se avisa con anterioridad, va destinada para la Operación Kilo. El anuncio dominical produce un aluvión de ayudas de todo tipo durante todos los días  que dura la campaña.
►Grupos de la tercera edad: Otro año se invitó a los grupos de la tercera edad de la parroquia a que buscasen establecimientos de la ciudad para colocar una hucha para recaudar fondos para la Operación Kilo: cafeterías, peluquerías, bancos… Ellas (porque la mayoría son mujeres) concretaban con los encargados, y los voluntarios jóvenes llevaban las huchas que durante un mes estarían en sus establecimientos y que ellos mismos recogerían en la fecha indicada. También se hizo lo mismo con lossupermercados de la ciudad: se pedía que un “carrito” de la compra estuviese libre para depositar algún kilo de los productos que se compran en el establecimiento. Unas pactarían con los responsables y los jóvenes adornarían con carteles el carrito y cada día se encargarían de pasar por el supermercado y recoger todos los donativos en especies que hubiese.
► Antiguos alumnos y alumnas: En este curso estamos coordinando con los antiguos alumnos del colegio una invitación a tantas familias que han estudiado en nuestro centro educativo que participen en “su” campaña de la Operación Kilo.
El proceso surgido hace unos años ha sido muy enriquecedor. Además de los jóvenes del centro juvenil que diseñan y coordinan la campaña, hemos conseguido que la Operación Kilo sea una campaña de toda la obra educativo-pastoral y en la que todos nos sentimos responsables y protagonistas. Creemos que el éxito no son los kilos recaudados sino sobre todo conseguir sentirnos, de una manera práctica y palpable, comunidad cristiana que comparte esfuerzos, tiempos, objetivos, sensibilidad y generosidad.

Xulio César Iglesias

 

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