“En la caída de la tarde de la vida,
nos examinarán del Amor”
San Juan de la Cruz
Y llegó el final, y dijo Dios: “Se acabó.” Y se pusieron todos a la cola, pues antes de entrar en el Reino de los Cielos había que hacer un examen, que certificara si el individuo estaba preparado o no para entrar en la casa del Padre. Y todos, bolígrafo en mano, se dispusieron a ir contestando a las preguntas que tenían encima de los pupitres de la antesala del Reino…
¿Y saben cuál es lo más hermoso de todo esto? Que ni a ti, ni a mí, ni a ninguno de nosotros nos ha llegado aun esa hora… Sin embargo, ¡sorpresa!: he aquí las preguntas…
¿Te animas a hacer la prueba?… ¡Venga, ánimo!, ah y no hagas trampas, te estarías engañando a ti mismo
- ¿Estás viviendo en tus propias carnes alguna de las bienaventuranzas: estás siendo pobre de espíritu, eres misericordioso para con tus hermanos, se puede decir que eres una persona de paz y de alegría…?
- ¿Cuántos rencores empañan tu corazón? ¿Eres de los que perdonas pero no olvidas? ¿Te vas acercando a las setenta veces siete del Evangelio o estás todavía a años luz?
- ¿Estás dando de comer al hambriento o más bien le indicas una y otra vez el centro de Cáritas más cercano? ¿Estás acogiendo al emigrante o subes por las escaleras siempre que él lo hace por el ascensor? ¿Visitas a los enfermos o eso de los hospitales te producen nauseas?
- ¿Cuántas “túnicas” guardas en el ropero? ¿En tu vida te has desprendido en alguna ocasión de algo muy valioso para compartirlo con tus hermanos más necesitados? ¿Sientes más alegría al dar que al recibir?
- Las cruces que vas teniendo que soportar… ¿las llevas a regañadientes poniendo continuamente el grito en el cielo o, más bien intentas portarlas como mejor puedes, con fe, esfuerzo y mucho amor?
- Has puesto en alguna ocasión tu otra mejilla o… “uno es bueno, pero no tonto”?
- ¿Con cuántos “pequeños” de los que habla Jesús en el Evangelio te haces el encontradizo? ¿Qué trato les sueles dar?
- Si hoy mismo te llegara la hora…,¿qué recuerdo crees que dejarías allí en la tierra? ¿El hombre de los coches, de los pisos, de las cuentas bancarias o, un hombre de bien que hizo su trabajo honradamente, saludando siempre desde el tercio, sin querer jamás salir a hombros y retirándose discretamente?
- En el trabajo, en los estudios, en el barrio… ¡cuánta gente está pasando por tu vida! ¿Abres a menudo tu corazón a ellos considerándoles hermanos o más bien la inmensa mayoría no significan más que nombres y apellidos?
- Y ahora, amigo, la pregunta del millón: ¿Eres cristiano las 24 horas del día? Ya sabes que estás opositando para entrar en el Reino de Dios y, para entrar en un lugar, lógicamente hay que querer… ¿Deseas tú entrar en el Reino de los Cielos? ¿Estás haciendo posible que retazos de ese Reino cobren vida propia en tu entorno?
Bueno, ya sólo queda sumar los puntos… ¿Qué sucede?
- ¿El examen está muy flojo? ¿Has aprobado por los pelos? ¿O has suspendido?… Tranquilo, no pasa nada. Dios te va a dar más oportunidades. En Febrero, en Junio, en Septiembre… Siempre que tú quieras examinarte…
- Eso sí, Dios espera de ti que cada convocatoria que pase subas unas décimas más, hasta que… Bueno, la nota final no la ponemos ni tú ni yo, la pone Dios.
José María Escudero