Así se dirigía el Cardenal Amigo a los 4 salesianos que se ordenaban como presbíteros y diáconos en el Santuario de María Auxiliadora de Madrid-Atocha, el sábado 10 de junio a las 11 de la mañana.
La iglesia llena, con numerosos jóvenes en los bancos celebrando el compromiso y el paso que en su vida estaban dando Germán y Manuel como sacerdotes, junto con Rubén y Daniel como diáconos. El Cardenal Carlos Amigo que presidía la celebración les recordaba que no estaban solos en su labor, que junto con ellos estaba María Auxiliadora. A lo largo de la homilía se dirigía a los cuatro jóvenes diciendo: “Dios os entrega a los pobres, enfermos, pecadores… porque los quiere y quiere que vosotros cuidéis de ellos”.
Cerca de 90 sacerdotes concelebraban las ordenaciones, entre ellos los dos inspectores de Salesianos SSM y Salesianos SMX, Juan Carlos Pérez Godoy y Cristobal López. Y muchísimos acompañantes, miembros de la Familia Salesiana y jóvenes provenientes de diferentes lugares de España para acompañar y celebrar durante las dos horas que ha durado la Eucaristía y los posteriores momentos de felicitaciones y fotografías.
Al finalizar los dos nuevos sacerdotes dieron las gracias. “GRACIAS, es la palabra que resume lo que sentimos en este momento (…) hemos recibido un don para entregar en nuestra misión salesiana”. En su agradecimiento han tenido presentes a sus familias, a sus comunidades, sus formadores y por supuesto, a los jóvenes.
El Cardenal Amigo, muy cercano en todo momento, animó a los protagonistas y a toda la Familia Salesiana presente a seguir la vocación, la misión de don Bosco y, sobre todo, invitó a los jóvenes a encontrarse con Dios y a ser generosos con su vida.
Cerca de 90 sacerdotes concelebraban las ordenaciones, entre ellos los dos inspectores de Salesianos SSM y Salesianos SMX, Juan Carlos Pérez Godoy y Cristobal López. Y muchísimos acompañantes, miembros de la Familia Salesiana y jóvenes provenientes de diferentes lugares de España para acompañar y celebrar durante las dos horas que ha durado la Eucaristía y los posteriores momentos de felicitaciones y fotografías.
Al finalizar los dos nuevos sacerdotes dieron las gracias. “GRACIAS, es la palabra que resume lo que sentimos en este momento (…) hemos recibido un don para entregar en nuestra misión salesiana”. En su agradecimiento han tenido presentes a sus familias, a sus comunidades, sus formadores y por supuesto, a los jóvenes.
El Cardenal Amigo, muy cercano en todo momento, animó a los protagonistas y a toda la Familia Salesiana presente a seguir la vocación, la misión de don Bosco y, sobre todo, invitó a los jóvenes a encontrarse con Dios y a ser generosos con su vida.