«¿Esto qué es una habitación o una pocilga?», «¿adónde vas con esos tipos?». Más de una vez habremos oído esas o frases semejantes. ¿Somos ordenados o desordenados? Verdad es que cada uno tiene su propia idea de orden o desorden, pero existen ciertos límites comunes. Este test puede ayudar a reflexionar sobre el asunto.
1 Estación que prefieres
C Invierno
B Primavera
A Otoño
D Verano
2 Conciertos de
A Chayanne
D U2
B Los Planetas
C Rosa
3 Deporte
B Tenis
A Fútbol
C Baloncesto
D Atletismo
4 Con los amigos
C Al teatro
A A la discoteca
B Al cine
D De aquí para allá
5 Color preferido
C Negro
D Rojo
B Azul
A Amarillo
6 Ciudad para vivir
B Barcelona
A Sevilla
C Madrid
D Valencia
7 Esperando el Bus
D Respeto la cola
A Me cuelo
B Leo el periódico
C Miro alrededor
8 Emoción inesperada
D Me provoca ansia
A Me controlo
C La manifiesto
B No sé qué hacer
9 Te pones guantes
B Porque hace frío
D Para no dejar huellas
C Por el «loock»
A Para ocultar las manos
10 En tu habitación
A Cada cosa en su sitio
B Cuesta entrar
C Se encuentra de todo
D A veces, tiro algo
11 Pasear…
D Por la montaña
B A la orilla del mar
A Por el bosque
C Para ir de compras
12 Bebida en el frigo
D Leche
C «Coca-cola»
A Zumos
B Cerveza
CORRECCIÓN E INTERPRETACIÓN
¡ Ordenado (mayoría de C)
Eres sistemático, pero no perfecto. Cuanto tienes que ponerte a ordenar cosas, no te escapas. No olvides que, a veces, se necesita un poco de desorden.
¡ Demasiado ordenado (mayoría de D)
No puedes moverte ni vivir si cada cosa no anda en su sitio. No exageres: si el orden llega a ser una manía te tornarás insoportable y acercarás a la neurosis.
¡ Poco ordenado (mayoría de B)
«Eso lo coloco después…». Repites tal frase demasiadas veces, pero sin que llegue el «después». Tienes que decidirte a vencer la pereza y buscar tiempo para todo; también para pensar en ti mismo.
¡ Desordenado (mayoría de A)
¿Puedes vivir con tanto jaleo y desorden…? Dejas todo de cualquier manera. Dicen que se recoge aquello que se siembra; pues ya es hora de poner un poco de orden en tu vida (te lo dicen todos, ¿verdad?).
¡En el bufet del Señor!
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