Para ti, Señor, la música de mi «guitarra»

1 marzo 1999

LA «MÚSICA» DE LA PALABRA DE DIOS

 
El tiempo de Cuaresma debe ser un tiempo para escuchar con mayor asiduidad la Palabra de Dios. Esta celebración —junto a otros materiales para la «música de la cuaresma» (reuniones de grupo, «buenos días», tutorías, etc.)— pretende orientar la vida en torno a la Palabra. A través del símbolo de la guitarra y de la música, se tratan de revisar los sonidos de la vida, buscando la sintonía de Jesús de Nazaret.
 
 

  1. Planteamiento de la celebración

 
Ambientación y destinatarios: Una o dos guitarras en lugar visible y frente a un atril que sostiene la «partitura»: la Palabra de Dios. Una guitarra puede estar «afinada», la otra «desafinada». Hay un diapasón preparado para «dar la nota» y afinar la guitarra. Pueden añadirse otros elementos. Los destinatarios pueden ser variados. La experiencia se ha realizado con adolescentes, pero bien podría adaptarse para jóvenes, etc. (deberían además tenerse en cuenta otros aspectos: número de participantes, preparación, costumbre de celebrar, etc.).
 
Objetivos: antes de nada, sentirse «instrumento —guitarra— de Dios», sembradores de alegría, regalo de Dios —regalo cargado de muchas posibilidades que hay que saber cultivar y saber sacar de  uno mismo, con ayuda de «maestros», para el bien de los demás—. Otra línea de objetivos: cultivo de la capacidad simbólica, identificándose con la guitarra, y de la capacidad de afinarla según la nota de Cristo; expresar el agradecimiento por cuando Dios nos ha dado, por tantos buenos «maestros» de música como encontramos por la vida (en este sentido, podría emplearse para dar gracias por fundadores o fundadoras de instituciones religiosas, etc.).
 
Variantes y otras sugerencias:
–         Poner otros instrumentos musicales, si el simbolismo se quiere enriquecer, pero sin complicar… Si hay alguna persona que domina un instrumento, buscar el momento oportuno para que toque —antes de afinar el instrumento y después—. Si hubiese varias y distintos instrumentos, hacer la experiencia de la orquesta.
–         Oír la guitarra de B. Sprinting y otro instrumento que guste a los jóvenes.
–         Ofrecer guitarras (símbolo del propio ofrecimiento) y tocar con ellas sin cuerdas, con ellas, sólo con las cuerdas y sin guitarra, etc.
–         Proclamar en algún momento de meditación, con música de fondo, algún «salmo musical»; dar fotocopiado algunos de los materiales complementarios que aparecen al final de estas notas.
 
 

  1. Desarrollo de la celebración

 
Introducción
El animador verá en qué objetivos quiere centrar al grupo. Puede insistir, dado el tiempo de Cuaresma que nos conduce a la Pascua, en sentirse «instrumento vivo» de Dios. Mientras hace la monición inicial, unos jóvenes pueden colocar las guitarras, el atril con la Palabra de Dios, cuerdas, diapasón, amplificador, etc.; dejándolo todo en sitios visibles. (En el material complementario se sugiere textos para introducir la celebración. También una «carta de o a la guitarra» podría ser otra buena introducción que presentase el valor del símbolo).
 
Hacer hablar a la guitarra
Tras el saludo del presidente de la celebración, se hace hablar al símbolo. ¿Qué evoca? Si el grupo no es muy numeroso, mejor que esto se realice con la participación de todos.
 
La guitarra:
–         Instrumento sencillo, popular, «itinerante», interclasista, polivalente; lo acompaña todo.
–         Posibilidades, miles de melodías, de notas… concentradas en ella.
–         Necesidad de afinar todas sus cuerdas, de tensarlas según una «nota» básica…
–         Unas manos que sepan sacar todo lo que lleva dentro, en su vientre.
–         Una partitura a seguir… Cada cuerda: distintas cualidades y dimensiones del ser humano.
–         La caja de  resonancia que es como un útero donde las notas toman cuerpo.
–         Lento y paciente aprendizaje para saberla tocar. Todas las cuerdas necesarias, pero diferentes.
 
El artista:
–         Dios, los padres, los educadores, animadores, catequistas, otras personas (amigos, compañeros), uno mismo.
–         Las horas y horas necesarias para llegar a dominar el arte de tocar.
 
Los oyentes:
–         Aquellos a los que llega la música, que pueden ser variados, sobre todo, jóvenes.
–         La necesidad de conocerles para adaptarse a sus gustos, ritmos, momentos, etc.
 
El ambiente:
–         De ruido o de silencio que dificultan o favorecen la creación musical.
–         Necesidad de silencio para que se oigan las notas.
 
El grupo: una orquesta…
 
 
La partitura: el Evangelio
Sugerimos varios textos de la Palabra de Dios que pueden iluminar la experiencia anterior.
 
Textos
–         Romanos 12,3-13: Valorar los dones recibidos de Dios, poniéndolos al servicio de los demás.
–         Filipenses 4,4-9: Dios nos quiere alegres y sembradores de alegría.
–         Mateo 5,13-16: Ser sal y luz que ponen sabor, color, alegría… a la vida.
–         Algún texto donde Jesús «saca lo mejor» de otras personas: Zaqueo, la Samaritana, Pedro, Mateo, etc.
–         Salmos «musicales»: 33; 47,6; 81,3-4, 150.
 
Ideas para el comentario
–         La Palabra nos invita a sentirnos «instrumentos (guitarras) de Dios», para servir a los demás. «Quien no vive para servir, no sirve para vivir». La persona humana es como la guitarra…
–         Tenemos capacidades y la posibilidad de hacer de nuestra vida una bella melodía, una bonita canción, para dar la nota adecuada en cada momento.
–         Las cuerdas podrían representar las dimensiones de toda vida cristiana: el amor al prójimo o el servicio, la escucha de la Palabra, la oración como relación personal con Dios, la celebración gozosa de los sacramentos, el sentido de Iglesia o comunidad del Pueblo de Dios, la confianza absoluta en el «Abbá»…
–         Una guitarra desafinada es preferible no tocarla. Cristo da «la nota» para poner «a tono» toda vida cristiana y nos regala su Espíritu, auténtico inspiradorde melodías siempre nuevas.
–         Las notas pueden ser muy variadas: alegría, compañerismo, confianza, ayuda, libertad, responsabilidad, respeto, perdón, escucha, comunicación, silencio, etc.
 
 
Yo, ¿qué instrumento soy?
Proponemos unas cuantas cuestiones para personalizar la celebración. Una vez reflexionadas, se trataría de concretar algunos elementos tanto del proyecto personal de vida (en «clave Jesús», según su tono) como del proyecto del grupo.
 
–         ¿Qué «guitarra» soy yo? ¿Me siento instrumento en manos de Dios? ¿Qué cualidades me ha dado?
–         ¿En qué manos ha estado y está mi vida? ¿Qué melodía está saliendo de mí? ¿ A quién alegra?
–         ¿Mi música es para el Señor? ¿A través de mi persona descubren al «Autor», a Dios?
 
 
Oración para que la «música de Dios» llegue a todos
Rezamos por los artistas; por las personas que nos valoran; por aquellas desafinadas, marginadas, tristes o que nadie tiene en cuenta ni valora; por los animadores y educadores (educar = «sacar de dentro»)… Rezamos también para que tomemos en Evangelio como Buena Noticia, como una fenomenal partitura con la que el Señor quiere llenar de música nuestro mundo, contando con nosotros; para que sepamos descubrir lo bueno que hay en todo ser humano; para que contagiemos alegría… (según el caso, se preparan las peticiones o se hacen espontáneamente).

  1. Materiales complementarios

 
Además de servir para la celebración, también pueden utilizarse como material de apoyo para «buenos días», tutorías, formación de grupos… durante la Cuaresma.
 
Guitarra en manos de Dios
 
El ruido es viejo, gordo, podrido, como el pecado y la muerte. El silencio es joven, tierno, fresco, niño, como la vida y la resurrección.
Dios es una cítara. Tres personas y un solo Dios: tres cuerdas en un solo acorde, tan inmenso y tan perfecto que deja de ser un sonido para ser un silencio. El silencio de Dios es una plenitud de sonidos.
El mundo es un arpa. Muchas cuerdas y una sola caja de resonancia. Todas las cuerdas vibrando en el silencio de la presencia de Dios. El mundo es una plenitud silenciosa de sonidos.
El hombre es una guitarra. Cuerdas y caja. La vida resonando en el silencio del espíritu. Porque mientras la vida corre por los rápidos, el hombre, en el fondo, es un remanso de silencio. Cuanto más adentro, más silencio: lo más ruidoso es el cuerpo, lo más silencioso aquel último rincón del alma en el que sólo entramos Dios y yo. Y este silencio tampoco es un vacío, una carencia de sonidos, sino una plenitud inexplicablemente perceptible. El hombre necesita ensimismarse en el silencio para que la vida le resuene auténticamente, para encontrarse a sí mismo y para entender a los demás.
El cristiano es una guitarra en manos de Dios…
J.M. BALLARÍN, Francisco
 
Para la reflexión y la oración
¿Qué frases te han gustado o sugerido más…? ¿Huyes del silencio, lo soportas o lo buscas y valoras? Jesús fue hombre de acción y de contemplación: busca alguna escena en el Evangelio de las últimas y «meteos en ella».
 
 
El arpa
 
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas…!
¡Ay!, pensé: Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma
y una voz, como a Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!»
G.A. BÉCQUER
 
Para la reflexión y la oración
¿Has vivido esta experiencia de olvido y abandono…? ¿Cómo te has sentido? ¿Qué personas y experiencias te han ayudado a despertar y a sacar lo bueno que llevabas dentro? Meditar el texto de la resurrección de Lázaro: tú eres «Lázaro»; Jesús te dice «¡Levántate y anda!» ¿A quienes, como Jesús, estás dando vida?
 
 
Mi nacionalidad es la música
 
Se llama Vedran Samijloviv, tiene 38 años y es violoncelista del Teatro de la Opera de Sarajevo. Su padre es musulmán y su madre croata. Ha crecido en un ambiente de respeto y tolerancia y no entiende la absurda guerra que ha desgastado a su pueblo y a su país. Desde los primeros meses de guerra tomó una determinación: desafiar a las bombas y a los ejércitos con la única «arma» que poseía, su viejo violoncelo.
Ensayaban sin luz eléctrica, en pésimas condiciones, pero afirma que querían poner un poco de corazón humana a una situación de desastre. Enamorado de la música, sigue ensayando con los compañeros de la orquesta que no murieron a causa de los obuses y los disparos de los francotiradores.
«Mi nacionalidad es mi música», afirma. Con su violoncelo ha recorrido las principales ciudades de Europa, interpretando el Adagio de Albinoni, la pieza que hizo sonar en medio de los ataques y matanzas.
 
Para la reflexión y la oración
«La violencia engendra violencia» ¿Se puede construir la paz con la guerra? Vedran defiende la paz con su violoncelo, ¿con qué «armas» defiendes tú la paz allí donde te mueves (familia, amigos, trabajo, estudios, tiempo libre…)? Haz un momento de oración: ir diciendo nombres de países y «situaciones de guerra», al final, con el corazón más que con los labios, terminar diciendo «¡Padre Nuestro»!
 
 
Estar a tono
 
En Viena hay un servicio telefónico especial. Al marcar el número 00 43 1 1509, a cualquier hora del día o de la noche, se escucha el «la» natural a partir del cual se afinan los instrumentos musicales. Un habitante de Viena o de cualquier rincón del mundo puede afinar exactamente su instrumento musical con solo llamar a ese número.
«Estar a tono». Tener el instrumento afinado. Saber escuchar el «la» natural a cada momento. En una vida que nos distrae, nos sacude, nos llena los oídos, nos desafina… esa «la» natural nos devuelve a la partitura original.
«Estar a tono con Dios». Frecuencia invisible de acentos divinos. Equilibrio de sonidos. Centro de la escala. Punto de partida para afinar la vida. En cualquier momento cuando se me destempla el instrumento musical, se me desafina el alma, se me va el humor, se me afloja la fe…, a marcar el número. Que se me quede de memoria: 00 43 1 1509. El «la» natural. La paz, el equilibrio, la escala de valores, la orquesta de relaciones, la música de la vida, y Dios que la dirige. Tener buen oído para escuchar a Dios. 00 43 1 1509. ¡Bien fácil!
CARLOS G. VALLÉS
 
Para la reflexión y la oración
Hay quienes se entonan durante unas horas con droga, alcohol, música a tope… ¿Qué cosas entonan más tu vida, te animan más por dentro para el trabajo, la entrega, el servicio al necesitado, el perdón, la alegría, etc.? ¿En qué momentos le fue más difícil a Cristo «estar a tono con Dios» y «dar el do de pecho»? ¿Cómo fue afinando su vida para hacer en todo momento la voluntad de Dios? Imagina que pasas por sus experiencias, ¿desafinarías?
 
 
En son de paz
 
Cuando los boinas verdes escoceses saltaron a la playa frente a las zonas del desembarco, el 6 de junio de 1944, Bill no llevaba encima arma alguna; sólo, con los brazos levantados, su gaita. En el momento en que se empezó el avance bajo el fuego de las ametralladoras alemanas, se puso a tocar melodías populares de su tierra. A distancia, el sonido extraño, irreal, reanimaba los corazones. ¿No dicen que la música de la gaita es capaz de resucitar a los muertos? Al llegar al puente de Bénouville, el comandante dijo al «piper», al gaitero: «Adelante, ¡y no dejes de tocar!» Las balas rebotaban sobre la armadura metálica del puente. A pesar del miedo, Bill avanzó y se irguió porque hay que tener la cabeza alta, el busto derecho y el paso vigoroso para tocar bien la gaita.  Cuando estuvo sobre el puente, los tiros de los alemanes cesaron de repente, y se mascó un fantástico silencio durante unos instantes. Bill llegó sano y salvo a la orilla.
Días más tarde, entre los prisioneros encontraron uno de los alemanes que defendía el puente. Al preguntarle por qué no habían disparado, respondió: «¡Sobre un loco no se dispara!»
¡Soberbio! Y uno se pone a soñar: ¿habrá un día suficientes «locos» como para defender toda guerra exponiéndose ellos mismos, y tocando una música que despierte en el corazón de los hombres la bondad y el sabor de la paz?
 

  1. BESSIERE,Préstame tus ojos

 
Para la reflexión y la oración
«Se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre». La frase es de san Francisco de Sales. ¿Estás de acuerdo? A Jesús le ejecutaron los «bienpensantes», pero tanto él como su música siguen. ¿Qué locuras cometió? ¿Por qué no acabó todo con su muerte? Además de escoger textos del Evangelio, se puede leer la vida de algunos de esos «locos divinos» que son los santos y comentarla en grupo. ¿Has hecho alguna locura en tu vida de la que estés arrepentido; y alguna otra de la que no?