PARROQUIA DE SANTA CLARA (VITORIA-GASTEIZ)
Koldo Montoya, párroco.
Me han pedido que escriba para la revista Misión Joven mi experiencia y mis convicciones acerca de: “¿Una Pastoral Cálida?”.
Soy un cura de Parroquia que siempre he trabajado en la base. Mi formación acabó con los Estudios de Teología y Filosofía de manera formal y luego me he ido poniendo al día con todo tipo de lecturas teológicas y pastorales, conferencias y charlas a las que he podido asistir. Así que fundamentalmente os voy a hablar de aquellas intuiciones y experiencias que sustentan en gran parte mis convicciones.
Algunas intuiciones
Muchas personas se han ido alejando de nuestras parroquias e Iglesias y creo que las causas- casi todas- ya están escritas. “No perdamos energías buscando culpables / responsables…”. Es más bien tiempo para buscar estrategias, métodos y actitudes para reencontrarnos con muchas personas que están todavía con el gusanillo dentro o en actitudes de búsqueda.
Nosotros usamos palabras como “los ocasionales o los consumidores de sacramentos”, para designar a cierto tipo de “fieles”. No me parece bien usar estos términos para caracterizar a tanta gente desencantada de nuestras comunidades eclesiales e Iglesia (“de algunas comunidades parroquiales y de sectores de la iglesia jerárquica”). De tantas personas que no han recibido una transmisión del hecho religioso y de la experiencia religiosa en sus familias. De los cambios históricos culturales y sociales que nos ha tocado vivir. También son personas desconfiadas que se acercan con sigilo, con precaución y con curiosidad. Y además los pobres y excluidos, aquí encuentran soluciones a sus problemas económicos y también a la soledad, etc… pero muchas veces no encuentran su lugar en la comunidad. También no está demás decirlo que, en las ciudades, las personas han roto con el esquema fronterizo entre parroquias. Las personas se mueven y buscan- la comunidad- lo más acorde con lo que ellos creen necesitar.
Algunas prácticas
Espacio acogedor
Mi primera convicción que practico con todo entusiasmo y exigencia es que la comunidad parroquial debe ser ACOGEDORA. La acogida debe ser calurosa, cariñosa, cercana. La persona debe encontrarse a gusto y sentirse no sólo bien recibida, sino escuchada y comprendida.
Creo que cambiar despachos por “espacios acogedores” es muy importante. Yo he preparado el despacho (siempre con sencillez) con unas butacas, no debemos recibir a las personas como si fuera una oficina. Cuidar pequeños detalles-unos caramelos para los niños-, que el espacio sea afectivamente caluroso y agradable en todos los sentidos, inclusive una cafetera, etc…Un entorno calido facilita el encontrarse mejor todos. Ese primer contacto es muy importante.
Espacio de diálogo
Otra convicción. No sacar primero la tabla de normas, reglamentos sino abrir un espacio de dialogo en el que intentemos dar respuesta a las demandas de todo tipo que traigan las personas, sin dejar por ello de proponer unos principios básicos, porque “no vale todo”, pero SI de todo podemos hablar y llegar a acuerdos.
Importancia de los laicos
Creo imprescindible que un grupo de seglares junto con el sacerdote vayan escribiendo y transmitiendo los objetivos evangelizadores, litúrgicos y caritativos que tiene la parroquia. Ese equipo debe sentirse el primer corresponsable de la marcha de la parroquia, no sólo unos meros ayudantes. La parroquia no está hecha, sino que se va construyendo y reinventando con las personas que están en cada momento y con el evangelio de Jesús que es su Proyecto.
A este equipo se le debe ver y oír en las diferentes acciones tanto litúrgica como pastorales. Deben tener sus espacios para sus propuestas como ser generadores de acciones. Son lugares donde a la mujer y al hombre seglar se les vea de manera clara y como iguales en la comunidad.
Buen trato con el entorno
Creo importante, y así lo hago con la comunidad, tener un buen trato con el entorno. Para ello debemos conocer todas las organizaciones vecinales, sanitarias, educativas, lúdico- festivas que hay en el barrio. Entablar dialogo y, en las ocasiones que se pueda, interaccionar con ellos. Habrá causas comunes en lo que hará falta que empujemos todos. La comunidad cristiana no es ya algo ajeno al barrio- pueblo-, es una parte que también comparte con otros la marcha y el buen hacer.
Importancia de la comunicación
Tenemos un buen mensaje, la Buena Noticia de Jesús, y la hacemos llegar de muchas maneras con nuestras acciones y grupos , por eso debemos hacernos ver en el barrio con algún tipo de cartel, hoja informativa. Dejar a los que saben de “comunicación, diseño gráfico. Que nos la construyan e informar de nuestra presencia y propuestas.
Estar al día con los medios de HOY. Cuidar de tener una página web, blog, correo electrónicos, participar en las redes sociales (en esto último yo todavía no me he metido). Son un buen instrumento servicio para informar y para recibir información. La gran mayoría de nuestros jóvenes y padres y madres usan con naturalidad estos medios.
La Iniciación Cristiana
Comenzar un trabajo serio de Iniciación Cristiana. Acoger a los padres/madres que van a bautizar a sus hijos. Ser familiares y comportarnos “lo más humanamente posible con ellos”. Preparar el día del bautismo de forma personalizada. Dejar que sea un momento de familia íntimo, cercano y alegre. Proponer un postbautismo, hacer una propuesta de formación para los padres (que lo deseen) para ayudarnos en el crecimiento integral de los niños. En Vitoria hay un material muy bueno que se llama el “despertar religioso, de los 0 a los 6 años”. Puede ayudar bastante. Una reunión trimestral. Responsables, una pareja y el sacerdote.
La Catequesis de los niños y los procesos para después de la Comunión.. Apuesto seriamente por la Catequesis Familiar y por el trabajo con padres. Para que los padres/madres se hagan responsables de la catequesis y educación de la FE de sus hijos. Una reunión mensual con padres y niños (por separado). Dar los materiales para que sepan seguir el catecismo en casa, pautas para rezar, temas, reflexiones, etc. Los Domingos invitar a la Misa Familiar. No es sólo una misa más dirigida a los niños, sino que es de la familia. Cuidar que llegue la “Palabra” a los niños como “papilla” y a los adultos como adultos. La misa debe ser ágil, debe ser participada, debe ser movida con cantos atrayentes (hay muchos cantos, es cuestión de informarse), preparar un Hoja Formativa sobre todo dirigida a los adultos….También cuelgo en la web todo el material, como las canciones que vamos aprendiendo poco a poco en la misa. Muchas de ellas son de la casa salesiana. Mi experiencia es que los padres van haciendo preguntas y piden formación según los niños les reclaman más información y porqués.
Los padres quieren estar más al día, quieren conocer e inclusive vivir más esa experiencia religiosa que han comenzado andar con sus hijos. Después de la hora de reunión nos juntamos en torno a un café y algún dulce. Ciertamente crea ambiente y ayuda conocernos
A los adultos debemos hacerles propuestas para seguir profundizando. Convocar cada año a hacer grupos de adultos. Serán pocos en número pero sí son gente con interés.
Espacio de espiritualidad
Creo importante crear un espacio de espiritualidad en la parroquia. Momentos dirigidos donde pueda la gente venir a orar, sólo a orar. Tener una capilla adecuadamente preparada, adornada. También hacer lo posible por tener espacios de oración dirigida. Mucha gente sólo sabe rezar con palabras…. Debemos ayudar a interiorizar, a meditar, a escuchar a Dios en el interior de cada uno.
Importancia de la presencia
También creo firmemente que hay que estar en la comunidad parroquial, que el sacerdote debe estar tiempo disponible así como el quipo de seglares. La Iglesia debe estar abierta para que la gente pueda estar, como también que haya una disponibilidad por parte nuestra y de los agentes de pastoral que vamos formando para que la Iglesia siempre tenga el espacio de acogida abierto.
No sé si os servirá mi experiencia pero sigo apostando cada día por ello: acogida, escucha, espacios abiertos, creatividad, espiritualidad, apertura, corresponsabilidad, igualdad, sencillez y austeridad, tolerancia…palabras bonitas que se van haciendo carne en la parroquia…en ocasiones cuesta porque es un arma de doble filo…la disponibilidad muchas veces te roba una gran parte de la vida, pero creo que es un riesgo que merece la pena.
Koldo Montoya
Koldo@parroquiasantaclara.com