PEQUEÑAS VICTORIAS

1 octubre 2012

Rosi Lozano. Educadora y Coordinadora de Pastoral
Plataforma de Educación Social Salesians Sant Jordi-Mataró
 
Hace unos meses surgió la necesidad de trabajar con jóvenes procedentes de diversos países inmigrados en “situación de riesgo social”.
La finalidad, consistía en desarrollar fórmulas de integración social centradas en el empoderamiento de ese grupo de jóvenes, dicho de otra manera, favorecer que este colectivo desarrolle estrategias de resiliencia que les ayude a superar las dificultades existentes.
El objetivo es que estos jóvenes puedan convertirse en nuevos agentes de proximidad para otras personas de las mismas características, o incluso de próximas generaciones que puedan encontrarse en una situación igual o similar a la suya.
Para llegar es este punto es importante que aprendan a vivir con sus problemas aceptando y creando estrategias o herramientas para poder superarlos  día a día.
Pero volvamos al principio y al inicio de nuestro grupo; para ello tenemos que remontarnos hasta el mes de diciembre del año pasado, donde el equipo educativo reflexionó sobre esta necesidad y creyó que podría resultar enormemente interesante y docente para ponerlo en práctica con chicos y chicas del Centro Abierto de las Plataforma de Educación Social de los Salesianos de Mataró.
Una de las primeras cosas a realizar era seleccionar quienes iban a ser los participantes de dicho proyecto. Para ello teníamos que seguir unas características previas que nos marcaba ya el proyecto; tenían que ser chicos o chicas de origen inmigrados, bien porque ellos mismo habían hecho el duro proceso de inmigrar de su país de origen o bien por el hecho de ser hijos e hijas nacidos ya en nuestro país pero con familia que han inmigrado durante estos últimos años.
Otra segunda característica a tener en cuenta era la edad de estos chicos y chicas debía estar entre los 14 y los 21 años.
Una vez unimos estos dos ítems pudimos crear lo que sería el grupo “Nikea MTC”, que así es como se denomina, en total un grupo de 8 jóvenes dispuestos a iniciar esta aventura.
Hay que destacar la importancia que dentro del proyecto tiene el grupo y el proceso grupal.
Ahora quedaba hacer el “cóctel” y tratar de enlazar el grupo creado con el proyecto, para poder emprender este camino y ver hasta donde nos llevaría esta nueva etapa y experiencia a todos los que formamos parte de ella.
Una metodología innovadora
Es cierto que todo esto tenía un “as” escondido en la manga, y este no era otro más que su metodología, nueva, original, llamativa y creativa.
¿Pero que tenía de especial? Pues la utilización de medios audiovisuales. El proyecto proponía a los jóvenes, en cada una de las sesiones, que las actividades que realizaban, tanto las individuales como las colectivas, fueran grabadas con la cámara de vídeo, es decir, la producción por parte de los jóvenes de diferentes creaciones audiovisuales.
Esta parte no era un simplemente grabarse en video y ya está, sino que más bien era un trabajo artesano, interno y personal utilizando cuidadosamente el video, cosa que resultaba de suma importancia y relevancia, no por lo bien o mal que había quedado en ese momento, sino por el hecho de que a cada uno le implicaba un trabajo individual de auto investigación, de su propia persona, de sus intereses e incluso de su propia historia familiar, ayudándoles a crecer como personas a medida que iban avanzado las sesiones.
Les facilitaba el trabajo entre los miembros de iguales ayudándoles a descubrir su propio entorno socio comunitario, y facilitando de tal forma que ellos mismos también se convirtieran en agentes transformadores de su entorno más próximo.
Además de todo lo reflejado hasta ahora hemos de añadir, de manera más oculta, la obtención de todo un enorme y gratificante trabajo de autoestima y auto-conocimiento por parte de los chavales y, porqué no decirlo, por nosotros mismos.
Todos aquellos que hemos sido testigos directos de este proyecto, hemos podido ir observando como estas ocho adolescentes nos han mostrado toda su madurez sesión a sesión.
Esta es la parte más importante de todo el proyecto lo que cada uno ha ido conociendo de ellos mismos  y que les ha ayudado a seguir el proceso formativo de su identidad; lo que han conocido de sus padres, de sus familiares, de las reflexiones que han extraído a nivel personal, de como han visto que es o que ha sido su vida aquí; las facilidades  o dificultades que tienen o que han tenido hasta ahora y las que hayan podido tener sus padres en el momento de venir y vivir en nuestro país.ç
Todo esto representa una excelente experiencia y un enorme aprendizaje interno que conservarán toda la vida y que a partir de hoy les acompañará en su día a día.
Personalmente todo esto lo narro ahora como si hubiera sido coser y cantar pero no es así. Yo lo explico desde la finalización del proyecto, desde el resultado, pero voy a comentar como ha sido de una manera más detallada todo el proceso gradual ha comportado.
El grupo formado en diciembre empezó a reunirse periódicamente dos veces en semana desde el mes de enero hasta el mes de mayo, concretamente se reunían los martes y los viernes, una vez finalizaban la escuela, eso es a partir de las 17 horas de la tarde, hasta acabar las diferentes sesiones hacia las 20 horas.
Durante estas 3 horas diarias, todo estaba muy programado. Había actividades más distendidas que servían para romper el hielo y crear confianza. Éstas eran las primeras que se hacían para ir pasando a temas de reflexión o interiorización más personal dependiendo de la sesión que tocara trabajar.
Come hemos comentado con anterioridad una herramienta importante ha sido la utilización de la cámara de grabar en todas la sesiones. Esto ha supuesto para estos jóvenes otros aprendizajes ya que a medida que la han ido utilizando se les ha ido dando las pautas para reproducir unas grabaciones óptimas. Se les ha enseñado diferentes maneras de grabar escenas, tipos de planos, a controlar el color, la voz, la luz…
Por eso, una parte organizativa importante, era que en cada sesión fueran jóvenes diferentes del grupo los que se dedicaran a grabarla.
Otro aspecto importante a resaltar sobre la utilización de la cámara de vídeo y que han tenido que aprender a controlar, este no es técnico, ha sido la visualización de su propia persona, su imagen, su voz, sus reflexiones.
Cabe resaltar que durante estos meses también se ha visto una gran progresión en este aspecto, es decir, se han acostumbrado a verse, y lo que es más importante, a oírse y a escucharse a ellos mismos.
Volviendo a las sesiones, ellos eran los que gestionaban el grupo.
Los educadores estábamos para guiarles y apoyarlos, pero eran ellos quienes decidían los temas, quienes los debatían, quienes tomaban acuerdos y levantaban actas de cada una de las conclusiones a las que llegaban.
Durante estos cincos meses este ha sido el ritmo y la metodología de trabajo, pero aún nos quedaba un compromiso común a elaborar a nivel de grupo, y éste no era otro que la creación por parte de todos los miembros del equipo de un video social participativo. Y  todos os preguntaréis ¿de qué se trata esto? Pues un vídeo, pensado, creado, elaborado, grabado y editado por ellos mismos.
Para realizar todas estas cosas tuvieron que hacer un gran trabajo de equipo. Primero, para ponerse de acuerdo en el tema a elegir; éste debía de tratar sobre preocupaciones cotidianas de los chavales y evidentemente que estuviera elegido en consenso por todos.
El Video “Petites Victòries”
Así que ese fue el primer paso, escoger un tema de interés actual para los jóvenes y que fuera de preocupación colectiva a nivel de grupo. Una vez estuvo elegido, se buscó la manera de poderlo realizar hacer como video socio participativo, esto quiere decir que se involucre al entorno próximo: barrio, ciudad, personas… con lo cual se tuvieron que plantear preguntas para poder entrevistar a personas de diferentes edades, países, estatus social…
Una tares más fue el saber donde querían grabar cada una de esas entrevistas; si en un espacio cerrado, si en la calle…y hacer el guion que temporalizaba y organizaba todo el video.
Y con todo esto, con una cámara en la mano y con un micro, nuestros jóvenes salieron por la ciudad para grabar uno a uno  a las personas que quisieron colaborar con nosotros. Todo este trabajo de grabación duró unas 3 semanas.   Pero a pesar de todo este trabajo de campo, el vídeo no estaba terminado, ni mucho menos. Todavía faltaba toda la parte de la edición y del montaje.
Eso quería decir que ahora tocaba permanecer durante varias semanas delante de un ordenador seleccionando todo aquello que servía y descartando aquello que no era de utilidad para el video. Al igual que en las entrevistas, cada uno de los jóvenes se dedicó a una parte del vídeo.
Una vez habían seleccionado lo que servía, se visualizaba para que todos opinaran si se veía bien o por el contrario se debía rectificar o retocar.
Y por último sólo quedaba el montaje del vídeo y hacer público el resultado. Evidentemente el resultado grupal, porque el resultado individual y personal que cada uno ha ido adquiriendo en este proyecto y que no es posible reflejar en el vídeo obtenido, sí que ha sido visualizado por todos nosotros, con su correspondiente seguimiento diario, en cada una de las personas integrantes del proyecto.
De esta manera, el 25 de mayo de 2012 se hizo oficial la presentación del video que llevaba por título de “PetitesVictòries”, es decir,  Pequeñas victorias.
Fue una tarde donde todos los componentes del grupo estaban exultantes; pues el trabajo había sido mucho y muy bueno, y era el momento de compartirlo con todos los demás, educadores de la Plataforma social, profesores de los institutos, amigos, padres y… todos aquellos que, sabiendo el gran esfuerzo y sacrificio que había representado toda esta magnífica aventura, nos quisieron acompañar.
Jóvenes protagonistas
Ellos fueron los protagonistas, ellos diseñaron la tarde: la tarjeta de invitación, prepararon la sala donde se proyectó el trabajo realizado, presentaron el resultado obtenido, explicaron todas las pautas del proceso y respondieron a todas aquellas preguntas que el público les quiso hacer. Resalto lo de “ellos”, porque ELLOS fueron los más importantes pero no sólo son importantes ese día, sino que lo son  y serán siempre.
Ellos, los jóvenes, son el eje central de nuestro trabajo; y sobre todo los jóvenes que presentan signos y situaciones de vulnerabilidad. Ellos nos hicieron sentirnos totalmente entregados y orgullosos  de nuestro trabajo, pero vuelvo a resaltar que nosotros solo somos herramientas y que ellos son lo importante.
Vuelvo al inicio del texto, lo importante era darles herramientas para superar las dificultades y que las pudieran utilizar para ayudar a otros jóvenes que se encuentren en su misma situación.
Y en verdad se les han dado. Bueno debo rectificar sobre lo que he dicho, no se les han dado, sino que ya las tenían, tan sólo se les ha ayudado a sacarlas al exterior y a que a partir de ahora, día a día, las vayan haciendo crecer y que ellos mismo sean capaces de encontrase otras de nuevas para que, finalmente, les sirva para ayudar a muchas otras personas a descubrir y reflotar las virtudes que el ser humano encierra en su interior.

Rosi Lozano