Peticiones y demandas

1 octubre 2001

Esta imagen de Matt Groening está tomada de La Luna del siglo XXI, suplemento de «El Mundo» (8.9.00). Pertenece a una serie titulada «Vida en el infierno». Téngase en cuenta en algún momento.
Al margen de lo que sean los personajes, que siempre se repiten, la traemos aquí por el cúmulo de necesidades o deseos que un personaje manifiesta. Puede servirnos para descubrir cuáles son nuestras necesidades afectivas, cuáles nuestros deseos y cuáles las repuestas de los demás. En el fondo puede ayudarnos a tomar conciencia de la importancia del mundo afectivo. Puede servir también para ver cómo andamos nosotros en eso de la inteligencia emocional y cómo somos capaces de manifestar y conducir nuestras peticiones y demandas.
 
         Cosas de dos… o más

  1. Ver todo lo que dice el personaje protagonista. ¿Qué nos llama la atención? ¿Qué nos parece?
  2. Centrarse también el personaje de la respuesta final. ¿Qué opinamos?
  3. Uno parece ser el personaje locuaz: no cesa de hablar manifestando deseos. ¿También necesidades?
  4. ¿Qué dice o hace mientras tanto el otro? ¿Escucha? ¿Escucha atentamente? ¿Sólo escucha?
  5. ¿Éstas son cosas de dos solamente… o de más?

 
    Peticiones y demandas

  1. Leemos: Nos centramos en las peticiones del personaje locuaz, que siempre empiezan por «Quiero…» ¿De qué tipo son esas peticiones? ¿Qué sentido tienen?
  2. Aplicamos realizando un mapa afectivo: Una forma de hacerlo es escribir la lista de las 24 peticiones e ir señalando después el grado de importancia (del 1 al 5) que tienen, por ejemplo, para la gente de nuestra edad. Lo podemos hacer también para cada uno.
  3. Personalizamos: Releemos las peticiones. ¿Cuáles hacemos también nuestras? Una forma de concretar es la siguiente: Si tengo que quedarme con tres peticiones esenciales, ¿cuáles son las que yo haría? ¿Por qué?
  4. Estructuramos: Podemos distribuir esas peticiones dentro de la Pirámide de necesidades de Maslow. Este autor dice que las necesidades del ser humano están jerarquizadas según su importancia. La base está formada por las necesidades fisiológicas (hambre, sed, sueño, vestidos, sexo, cobijo…), sin cuya satisfacción la vida humana deja de existir. Después vienen las necesidades de seguridad (verse protegido contra peligros, amenazas y privaciones), la necesidades sociales (pertenencia a un grupo, asociarse con los demás, ser aceptado, respetado y querido), las necesidades de estima (reconocimiento de la validez de sus realizaciones para no quedar frustrado), las necesidades de autorrealización (estar seguro de lo que se quiere, tener un mundo de valores coherentes y defendibles ante las críticas…)

 
    Silencios y respuestas

  1. El personaje que no habla…, escucha. No es poco. O es mucho. Centrarse en la importancia de escuchar.
  2. Ese mismo personaje sólo habla al final. ¿Qué nos parece lo que dice? ¿Es falta de compromiso con lo que ha escuchado? ¿Es dejarle hacer? ¿Es desearle lo mejor? ¿Es…?
  3. ¿Qué responderíamos nosotros? Intentamos resumir todo en una respuesta única.
  4. ¿Qué responderíamos a cada demanda del otro personaje? Intentar dar una respuesta a cada petición mostrando las causas de lo que se diga.
  5. Sacamos conclusiones de todo lo que ha salido y lo aplicamos a nuestra vida.

 

        Herminio Otero