He aquí ocho verbos para vivir (este año y siempre) un Jubileo de Justicia. Proceden de la «Red Liliput», de la que ya dimos noticia este año desde CUADERNO JOVEN en el mes de abril (Cf. Propuestas, p. 35). En este caso corresponden a la declaración del congreso de Verona que se celebró bajo el título de «Jubileo: restituir… para vivir en libertad». Lo tomamos de «Alandar» (octubre, 2000)
Caminar
– O sea, dar vida a peregrinaciones a pie, que llevan a los lugares de exclusión, de marginación, de muerte…
– Peregrinar periódicamente y «contar» los kilómetros.
– Peregrinar también junto a un extranjero que busca casa y trabajo
Conocer
– Para superar prejuicios y estereotipos, conocer a una persona extranjera, gitana, encarcelada, homosexual, con minusvalía, anciana…
– Permitir la amistad, si es posible.
– Buscar información directa, testigos que influyan sobre nuestro punto de vista.
– Buscar informaciones que no describan sólo la emergencia, sino las causas de la injusticia.
Aprender
– O sea, conocer las tradiciones, las culturas, la lengua, los poetas y artistas de otros pueblos.
– Además, aprender a vivir en el conflicto a través de la no-violencia.
– Aprender a elegir la no-cooperación con la justicia y la objeción fiscal.
Adoptar
– Un condenado a muerte, un prisionero político, una familia en dificultad, un niño sin familia, una comunidad del sur del mundo, un proyecto con futuro.
Compartir
– Buscar modos concretos para abrir las puertas de nuestra casa.
– Compartir el coche, las ideas, los recursos, los instrumentos de trabajo, el tiempo.
Desviar dinero
– Aplicar el principio de «lo que no me es necesario es lo que llano no-mío» y ponerlo en práctica también con el dinero, para descubrir «la gozosa experiencia de restituir».
– Prestar sin intereses a quienes se encuentra en la necesidad.
Comprar bien
– O sea, comprar sólo productos que sirven, leyendo bien para saber de donde vienen, cómo llegaron aquí y quien los comercializa.
– Tomar parte en las campañas de boicot y presión. – Preferir fruta y alimentos de la temporada, rechazando productos transgénicos.
– Dando importancia al consumo crítico y al comercio justo pero también gustar de nuestra propia identidad cultural a través de los productos de nuestra tierra.
Reducir el consumo
– El crecimiento y el desarrollo no pueden ser ilimitados, por tanto hay que consumir menos para estar mejor, porque esto significa menor destrucción de recursos, menor peso sobre nuestra salud y sobre la naturaleza y mayor tiempo y espacio para un bienestar distinto.
– Hacer la compra sin ser víctimas de las ofertas y de la publicidad.
– Usar la televisión como cualquier otro electrodoméstico.
– Moverse a pie, en bici y con los medios de transporte públicos.
– Construir con y para nuestros hijos juguetes sencillos.
Para hacer |