Presentar la Iglesia a los jóvenes de hoy

1 enero 1997

UN TEMA DIFÍCIL Y CONTROVERTIDO

La presentación del tema de la Iglesia a jóvenes en clase de Religión o Teología resulta hoy un tanto difícil y comprometida. Al menos, esa es mi experiencia y el comentario oído a varios profesores de Religión en COU o en Escuelas de Magisterio.
Hay que evitar un doble riesgo: el reducirlo a un simple debate en el que normalmente sue­nan más las críticas y los aspectos negativos, basados muchas veces en la desinformación y en los comentarios de calle; y el dogmatismo de presentar la doctrina teórica de la Iglesia sobre sí misma sin conectarlo con las opiniones de los oyentes ni con la realidad que ellos están viviendo.
Me limito aquí a exponer el método que he seguido en la presentación del tema a alum­nos de Primero y Segundo de Magisterio en la Escuela Universitaria“Don Bosco” de Ma­drid. (La Teología y Pedagogía Religiosa es una materia más dentro del currículo que se cur­saba antes, de Primero a Tercero, y hoy sólo en Primero y Segundo Curso).
 

  1. Jóvenes universitarios de hoy

Los alumnos y alumnas, universitarios nor­males -de diecinueve a veintidós arios en su mayoría-, aceptan esta materia que se presen­ta como Enseñanza Religiosa Escolar y no cual Catequesis, como una más dentro del currícu­lo, con mayor o menor motivación, pero sin opo­sición ni resistencias. Y ciertamente no todos los alumnos se definen como creyentes y, mucho menos, como practicantes, aunque casi en su totalidad hayan sido bautizados en la Iglesia Católica. Hay una minoría coherente y conven­cida, en general de jóvenes pertenecientes a grupos cristianos, comprometidos en cateque­sis o voluntariado y confirmados en la adolescencia o juventud; alguno suelto agnóstico o que se declara no creyente y una gran masa in­termedia de creyentes cuya coherencia y senti­do de pertenencia a la Iglesia se mueve en un continuo de adhesión crítica y condicional a pasotismo total o práctico rechazo, expresado en la fórmula más o menos interiorizada de: Cristo, sí, Iglesia, no.
En general, los temas referentes a la fenome­nología del hecho religioso, con la presentación de las diversas religiones, la introducción a la Biblia y la Cristología no suscitan graves con­troversias. Los jóvenes de hoy se muestran to­lerantes y respetuosos con la opción religiosa de cada persona y de cada pueblo. Cuesta al­go más la aceptación de ciertos aspectos de la Iglesia y de algunos temas de Moral Cristiana. Entre aquellos se encuentra la dimensión visi­ble, jerárquica e institucional de la Iglesia y en­tre estos, sin negar los valores de la sexualidad y el sacramento, determinadas exigencias de la moral sexual y del matrimonio cristiano.
 

  1. Programación del trabajo

Abordamos el tema de la Iglesia dentro de la Cristología, presentándola como prolonga­ción y actuación permanente de Jesús en el Mundo y como comunidad de sus seguidores reagrupada por el Espíritu, después de la Re­surrección. Solemos dedicarle tres semanas, lo que supone de ocho a nueve horas de cla­se. La programación comprende tres partes:
 
 
– Encuesta-sondeo
Realizada como investigación de campo, para partir de una visión de la realidad que viven. Se com­pone de dos partes: ¿Qué piensa la gente de la Igle­sia? y ¿Qué piensas tú de la Iglesia? Divididos en grupos de tres o cuatro solicitan la opinión de cinco ;a ocho personas de la calle o de su ambiente, bus­cando, en lo posible, la heterogeneidad en cuanto a la edad y la cultura. Presentamos más adelante, al­guna de esas respuestas. Aunque esta presentación resulte un poco amplia, me parece útil puesto que nos da una idea de las opiniones que suele tener la gente acerca de la Iglesia. Esta encuesta sondeo concluye con un coloquio-debate en que se comen­tan las respuestas e impresiones obtenidas y las principales objeciones planteadas, con la aclaración posible, de ellos mismos o del Profesor.
 
– Presentación de la Teología de la Iglesia
Se hace a través de la lectura de una selección de pasajes de la Lumen Gentium y la Gaudium et Spes y el estudio de los apuntes sobre el tema. Presenta­mos brevemente el esquema de los mismos. Hay una exposición del tema en clase con transparen­cias en retroproyector y el comentario correspon­diente. Cada alumno debe presentar una síntesis de los documentos leídos y de los apuntes estudiados.
 
– Encuentro con una comunidad cristiana concreta
Realizado también en grupos, visitando y entre­vistando, por lo general, alguna comunidad parro­quial o, más raras veces, un movimiento juvenil cris­tiano. Deben presentar una síntesis sobre la visitas realizadas y sus impresiones personales. Esta par­te concluye también con un intercambio en clase de la experiencia vivida por cada uno de los gru­pos. Hacemos, al final, un breve comentario sobre estas impresiones.
 

  1. Sondeo de opinión sobre la Iglesia

Como advertíamos anteriormente, la encues­ta sondeo, no obedece a un planteamiento cien­tífico ni pretende unas conclusiones sociológicas sobre la religiosidad de una determinada población. Es sólo una toma de contacto con las opi­niones de la gente en la realidad ambiental que viven los jóvenes. El muestreo es aleatorio y ca­da estudiante solicita la opinión de quien quiere: familia, vecinos, amistades, o gente de la calle. Sólo se les pide que, en lo posible, busquen opiniones de gente de diversa edad y que, en principio, se sospeche como de ideología reli­giosa lo más variada posible.
 
Clasifico; por grupos, alguna de las respues­tas obtenidas, seleccionadas a partir de unos veinticinco cuestionarios. Representan opinio­nes de gente de la calle o de los mismos alum­nos.
 
3.1. Opiniones negativas
Son, sin duda, las más abundantes. No en­tramos en el análisis de las causas: desinforma­ción, contagio ambiental, mala prensa, falta de testimonio, urgencia de conversión en la iglesia institución… He aquí un simple muestreo.
Mentira, cuento, hipocresía…
– La Iglesia es un fraude… (Matías, 43 años, obrero).
– Una forma muy eficaz de vivir del cuento (Jo­sé Luis, 26 años, en paro).
– Por lo poco que he visto, cuando voy a la Igle­sia, los curas engañan a las mujeres y a los que se dejan engañar… (Manuel, 36 años, al­macenista) .
– Ja, ja, ja… Curas, monjas… ¡Vaya cuento! (Jor­ge, 34 años, tendero).
– Un timo: los curas son personas que dedican su vida a algo que para mí no es nada (Diana, 20 años, estudiante).
– La Iglesia es el sitio donde se encuentra la peor gente: las personas más hipócritas, más cínicas y más falsas (Pedro, 59 años, pescadero).
– Todo lo que dicen de la Iglesia es pura menti­ra (José Luis, 55 años, estanquero).
– Un invento del hombre para dar respuesta a sus incógnitas (Javier, 35 años, empleado).
– Es sólo una institución, una farsa y un engañó (Tomás, 30 años, empresario).
– La Iglesia es todo un montaje; creer es otra cosa (Juan, 46 años, conductor).
 
– «Rollo de curas y de monjas»
– ¿Lo de los curas? Un rollo manifiesto (María, 20 años, asistenta).
– Yo paso de todo lo que me ata Sólo creo en la virgen de mi pueblo. Pero en curas, monjas y demás.:.¡hasta las narices me quede de ellos! (Belén, 38 años, ama de casa).
– Para mí la Iglesia es todo ese jaleo de curas, monjas y toda esa hipocresía que está mon­tada en tomo a ello… (José María, 18 años, estudiante).
– Eso de las curas es pura teatralidad, un mon­taje sin fundamento (Juan, 56 años, porte­ro).
– A mí todo ese concepto de Iglesia, Dios y to­do lo relacionado con su entorno se me nubla un poco por las sandeces y tonterías que hay que oír a los respetables curas que te quitan las ganas de volver a la Iglesia (Laura, 21 años, universitaria).
– Sermón de media hora y pérdida de tiempo (Mari Carmen, 29 años, auxiliar clínica).
– La Iglesia es una perversión: ejemplo, el cu­ra de mi pueblo (Sole, 25 años, empleada de hogar).
 
– «Negocio, mafia, fraude para sacar dinero»
– Una mafia para vivir del cuento (Secundino, 47 años, transportista).
– No me cuentes rollos, maja. La Iglesia se mete donde no la llaman para sacar dinero (Luis, 24 años, pastelero).
– Un negocio bien montado. empresa pública con muchos beneficios (Carlos, 45 años, em­pleado).
– La Iglesia es una secta. lo único que preten­de es comer el coco a la gente para sacar di­nero para los curas y las monjas (David, 17 años, estudiante de COU).
– Los curas engañan: te piden la voluntad y te cobran por todo. ¿Por qué no hacen los cu­ras algo para ganarse la vida en vez de ser parásitos de la sociedad? (Rosa, 39 años, empleada de hogar).
– Una forma de vivir de algunos sin dar palo (José, 36 años, médico).
– Los curas y las monjas son unos peseteros que manejan muchísimo dinero… Y son peor ellas que ellos… (Pascual, 53 años, en paro).
– La iglesia y los curas, unos gansos que se pa­san la vida tocándose la barriga: dicen una misa al día, cobran y ya están listos (Julián y Manuela, 62 y 59 años, matrimonio).
– Yo no creo en la Iglesia: dicen que tenemos que repartir y ellos no reparten nada (Pascual, 68 años, jubilado).
– La Iglesia es una forma de sacar dinero igual que las máquinas tragaperras (Fermín, 27 años, en paro).
 
 
– Institución política, burocracia, poder fáctico
– Es una institución subvencionada por las cla­ses altas para mantener al pueblo subyuga­do, invención de los ricos para mantener su poder (Celso, 37 años, empleado de Ban­ca).
– Una institución burocrática, una empresa que hay que gestionar para conseguir poder so­ciopolítico (Martín, 27 años, universitario).
– Una institución política: sólo busca poder (Be­lén, 19 años, estudiante).
– Una institución con miles de años, que aho­ra es más sincera que nunca, pero que en el pasado… (Serafín, 20 años, estudiante).
– La Iglesia y los curas son políticos que sólo bus­can el poder. En la guerra civil se aliaron con Franco y con Fraga (?) y con todos esos g… del bando azul (?), que no sabían más que tirar bombas y cometer crímenes entre los nues­tros… (Matilde, 76 años, sus labores: se pro­fesa comunista y dice que a su novio lo ma­taron en la guerra).
– Una institución social que en la Edad Media poseía un gran poder económico y político e influía en las decisiones de la sociedad (Al­berto, 21 años, universitario).
– Es un poder fáctico en la sombra, que actúa sin que nos demos cuenta (Roberto, 23 años, universitario).
– Una institución bien montada con fines eco­nómicos y políticos (Juan Luis, 22 años, uni­versitario).
– La iglesia es una institución que no tiene nada que ver con lo religioso (Margarita, 22 años, telefonista).
– La Iglesia es como una secta llena de privi­legios que jamás entenderé: tomar decisio­nes políticas, disfrutar de un patrimonio y manejar un dinero sin saber quién se lo que­da (Rafael, 26 años, universitario).
 
– Institución anclada en el pasado, retrógrada
– Comunidad demasiado estricta, con muchas reglas muy difíciles de seguir hoy (Elena, 23 años, universitaria).
– La Iglesia opone mucha resistencia al cam­bio. No se adapta a los nuevos medios ma­teriales y culturales (David, 22 años, univer­sitario).
– Para mí y más gente el problema principal de la Iglesia y sus dirigentes -curas y demás­ es que no pueden juzgar correctamente los problemas diarios al no formar ellos una fa­milia y vivir como todos (Sonia, 19 años, uni­versitaria).
– La jerarquía de la Iglesia es un estamento inamovible e incuestionable: ni cambia, ni se mueve… (Eduardo, 22 años, universitario).
– La Iglesia como institución se ha estancado, acomodándose al poder político… Critica a la sociedad actual, pero no da soluciones factibles… (Raquel, 22 años, universitaria).
– La iglesia ha perdido importancia en la so­ciedad. A finales del siglo XX no se la tiene mucho en cuenta: donde la Iglesia dice A, la sociedad dice B… Es como una lucha por que­rer llevarla contraria (Laura, 20 años, universi­taria).
– Mi opinión sobre la Iglesia católica es que en muchos casos está muy distanciada de la re­alidad y de los problemas que hay, sobre to­do, en lo referente a la sexualidad (anticonceptivos, libertad sexual, importancia de la mujer en la sociedad, ordenación de muje­res…) (Esther, 19 años, universitaria).
 
– Otras críticas parciales
– Lo que no me gusta de la Iglesia es el Vatica­no: Tiene uno de los Bancos más ricos y no lo emplean para ayudar al prójimo (Judit, 26 años, oficinista).
– Las altas jerarquías, de obispos para arriba, no se privan de nada, y cuando un sacerdo­te está haciendo una buena labor en un ba­rrio, van y lo quitan(Arancha, 20 años, uni­versitaria).
– La sociedad actual es materialista y el mate­rialismo se ha introducido en la Iglesia (Jor­ge, 20 años, universitario).
– La Iglesia ha cambiado muchísimo en su for­ma de actuar y los fieles se encuentran en una enorme confusión; esto ha motivado que el número de fieles sea menor o se pasen a las sectas (Mayte, 19 años, universitaria).
– Me hace mucha gracia que en la declaración de la renta tengas que dar un tanto por cien­to a la Iglesia o al ayuntamiento (?).
– En mi caso prefiero que mi dinero lo roben los políticos antes de que me lo robe la Igle­sia (Manuel, 47 años, carnicero).
– Creo que la mayoría de los altos cargos de la Iglesia no conseguirán entrar en el Reino de los cielos, ya que Jesús estaba con el po­bre y ellos tienen mucho dinero y se aprove­chan de los pobres (Marisa, 20 años, univer­sitaria).
– La Iglesia siempre ha metido la «»gamba»», empezando por la Inquisición. ¿Quiénes eran ellos para juzgar la vida de aquellas gentes? Además, Dios creó al hombre libre y ellos só­lo nos atan con el aborto, la eutanasia (?), o al dejar a las mujeres en los puestos malos… (Teresa, 39 años, sus labores).
– Estoy totalmente en contra de la Iglesia por su actuación en la historia: cruzadas, guerras, brujerías (?)… (Jacinto, 42 años, informática).
 
3.2. Opiniones neutras, desinformadas
– Templo, casa de Dios
– La Iglesia es la casa de Jesús (Sonia, 12 años, estudiante).
– Es el lugar para ir a Misa y encontrarse con Dios (Antonia, 63 años, señorita de compa­ñía).
– Es la casa de Dios y de los cristianos (Jaime, 12 años, estudiante).
– Un lugar donde podemos hablar con Dios a solas, contarle todos nuestros problemas… (Sonsoles, 20 años, en paro).
 Esa casa grande con cristales de colores, con velitas y Jesús en la cruz, donde voy a Misa cuando mis papás me llevan (Bea; 6 años).
– Un refugio para huir de los problemas reales que afectan a la persona (Avaro, 17 años, es­tudiante).
– Un edificio bonito donde nos llevan a Misa de pequeños, bien vestiditos (Tomás, 18 años, estudiante).
– Hoy más que nada, un lugar turístico para ha­cer visitas (José Manuel, 22 años, universita­rio).
 
– Casa de los hombres y de la Comunidad cristiana
– El lugar donde nos reunimos los cristianos (Luis, 23 años, universitario).
– El sitio donde voy a rezar y hablar con mi ami­go Dios o Jesús (Pablo, 10 años, estudiante).
– El lugar donde nos reunimos los cristianos para celebrar el culto (Marisa, 35 años, sus la­bores).
– Lugar sagrado donde los cristianos van a orar (Anselmo, 68 años, portero)
– Un lugar en que se reúnen las personas, só­lo para ser vistas y comenzar a criticar unas de otras (Sergio, 49 años, padre de familia).
– Un centro de reunión para los seguidores de Jesús, donde nos muestran el buen camino (Isabel, 78 años, abuela).
– El centro donde nos reunimos los creyentes, donde entras preocupada y sales serena y relajada (Eugenia, 58 años, ama de casa). Y concluyo con una respuesta irónica:
– Mi Iglesia es el Vicente Calderón (Luis, 27 años, abogado).
 
3.3. Opiniones positivas
– Comunión, comunidad de seguidores de Jesús
– La Iglesia es la comunidad de los cristianos: el conjunto de los cristianos formamos la Iglesia (Cristina, 21 años, estudiante).
– Comunidad de creyentes, unidos por las mis­mas ideas y basados en el mensaje que pre­dicó Jesús (Francisco, 34 años, industrial).
– La Iglesia es convocación (somos llamados), comunidad de los llamados y comunión (se nos invita a compartir los bienes) (Olga, 19 años, universitaria).
– Para mí es una comunidad de creyentes que celebran que Jesús vino a salvarnos. (Elena, 24 años, universitaria).
– Comunidad de cristianos unidos para escu­charla Palabra de Dios y compartirla Fe (Lour­des, 19 años, universitaria).
– Una comunidad de creyentes cuya misión es predicar la Palabra de Jesús, aunque es­to muchas veces es más en teoría que en la práctica (Silvia, 19 años, universitaria).
– Para mí personalmente es la comunidad de los seguidores de Jesucristo sin distinción ni discriminación (Ivonne, 21 años, universitaria).
– La Iglesia es la comunidad cristiana de los que creen en Dios y se reúnen para reme­morar la vida de Jesús y llenarse de su Espí­ritu (Paula, 20 años, universitaria).
– La Iglesia es la Comunidad construida entre todos para vivir la fe y llevar el mensaje de Jesús a creyentes y no creyentes (Almude­na, 19 años, universitaria).
 
– Pueblo, familia de Dios
– La Iglesia es el Pueblo de Dios que camina unido hacia la Tierra Prometida (Juan Luis, 28 años, seminarista).
– La Iglesia es el Pueblo de Dios, un pueblo in­serto en la sociedad y en camino por la His­toria (Eva María, 19 años, universitaria).
– Es una gran familia compuesta por todos los que quieren pertenecer a ella y seguir a Je­sús (Mª. Dolores, 22 años, universitaria).
– Pueblo de Dios que camina guiado por Dios Padre (Cristina, 21 años, universitaria).
 
– Fundada por Cristo, continuidad con lo que Él quiso
– Para mí la Iglesia es una prolongación de lo que Jesús quiso (Paqui, 28 años, universitaria).
– La iglesia es la obra de Jesús, su Proyecto: Ha­ce presente lo que comenzó en Jesús (Amelia, 29 años, secretaria).
– La Iglesia es continuación de las primeras co­munidades cristianas que se reunían para compartir, orar, celebrar en común la fe (José María, 39 años, comercio).
– Es el signo de la presencia de Jesús entre no­sotros (Cristina, 24 años, universitaria).
– Conjunto de personas que dan sentido a su vida siguiendo los ideales de Jesucristo (Pa­tricia, 21 años, universitaria).
 
 
 
– Cuerpo de Cristo, esposa de Cristo
– La Iglesia es el cuerpo de Cristo, el Cristo To­tal: Cabeza y miembros (Olga, 19 años, uni­versitaria).
– La Esposa de Cristo y su Cuerpo (María, 19 años, estudiante).
– La unión de religiosos y laicos, como un cuer­po cuya cabeza visible es el Papa, continua­ción de Cristo en la tierra (Juan Antonio, 50 años, padre de familia).
 
– Iglesia somos todos, los bautizados
– Iglesia somos todos los que estamos bauti­zados: unas veces lo hacemos mejor, otras peor pero intentamos llevar adelante el men­saje de Jesús, el AMOR…(Charo, 44 años, ama de casa).
– La Iglesia la formamos todos los cristianos: Yo soy Iglesia (María, 18 años, universitaria).
– Iglesia somos todos los que seguimos el men­saje de Cristo y luchamos contra la intoleran­cia, la injusticia, en una palabra contra el mal (Carmen, 28 años, madre de familia).
– Para mí la Iglesia es el conjunto de cristianos que están unidos por el Amor y la Fe en Je­sucristo (Carlos, 25 años, estudiante).
– La Iglesia romos todos y tenemos que tra­bajar unidos, empezando por los sacerdotes (Inmaculada, 51 años, madre de familia).
– La Iglesia somos todos los cristianos, practi­cantes y no practicantes, todos los que vi­ven los valores como el amor, la justicia, la li­bertad (Kati, 19 años, universitaria).
– La Iglesia somos todos los cristianos que que­remos seguir a Jesús (Pablo, 10 años, estu­diante de EGB).
– La Iglesia somos todos, ¿no? Es decir los cris­tianos que nos reunimos los domingos para celebrar la Eucaristía e intentar seguir la Pala­bra de Dios (Consuelo, 37 años, ama de casa).
– La Iglesia somos todos que debemos sentir­nos corresponsables y partícipes de la misión de Cristo que la instituyó (Rafael, 24 años, ajustador).
– La Iglesia la formamos todos: empezando por el Papa, los Obispos, los sacerdotes, hasta lle­gara nosotros, los seglares, que somos los más numerosos(Patricia, 20 años, universitaria).
– La Iglesia para mí es toda esa gente humilde que se entrega al servicio de los demás: mi­sioneros, catequistas, sacerdotes, voluntarios sociales (Arancha, 19 años, universitaria).
 
– Madre y Maestra, y otras calificaciones
– Para mí la Iglesia es mi Madre y mi Maestra: por Ella recibo la vida de Cristo y me enseña a cre­cer en la Fe, a vivir en Esperanza y a aumentar mi caridad (Lázaro, 21 años, universitario).
– La Iglesia es la Madre que amamanta nues­tra Fe (Juan Luis, 24 años, maestro).
– Para mí la Iglesia es una fuente muy impor­tante a la que suelo acercarme frecuente­mente para llenarme de su fe y de su men­saje (Lola, 20 años, universitaria).
– Es la mediadora para llegar a Cristo (Sara, 31 años, auxiliar clínica).
– Para mí lo es todo (Isabel, 51 años, ama de casa).
– Para mí la Iglesia es lo más grande que hay en el mundo (Fernanda, 85 años, abuela).
 

  1. Esquema de presentación de la Iglesia: «Iglesia, ¿qué dices de ti misma?»

La presentación de la Iglesia se realiza en una doble vertiente. Primero presentamos su origen a partir de la voluntad de Cristo que se muestra en el Evangelio siempre acompaña­do por un grupo de seguidores y por la pre­sencia del espíritu después de la Resurrec­ción que suscita la reagrupación de la primiti­va comunidad cristiana y su actividad evan­gelizadora. Y en segundo lugar, la identidad de la Iglesia en su realidad visible e invisible como sacramento, presencia y mediación de Jesús en su actividad evangelizadora.
 
4.1. Origen de la Iglesia
– Origen cristológico
La Iglesia surge por voluntad de Cristo que durante su vida:
– Se rodea de un grupo de discípulos (Mt 4,18-21; Mc 1,16-20; Mc 2, 14).
– Escoge entre ellos a un grupo, los apóstoles, a quienes incorpora de un modo especial a su misión (Lc 6,13-16; Mc 3,14-19; Jn 20,18-22). – Les da poderes especiales en su despedida (Mt 26,26-29; Lc 22,14-20; Mc 16,15-20).
– Y provoca en ellos la decisión de continuar su tarea, mediante el envío del Espíritu (Me 16,15; Hch 1,8; Hch 4,31-35; Hch 5,42).
 
– Origen pneumatológico
La Iglesia, como realidad visible y comunidad de los seguidores de Jesús, nace a partir de Cristo resucitado, bajo la influencia del Espíritu Santo: Jn 20-22; Hch 2,1-13, 42-47; Hch 4,31­35; Hch 5,42. Es a partir de la Resurrección cuando aparece el término Iglesia (asamblea), como comunidad de los seguidores de Jesús: Hch 2,44; 4,32-35. El elemento fundamental de pertenencia a la misma es el seguimiento de Jesús y su referencia al mismo: Hch 1,1-8; 3,1-10.
Su misión es la de continuar y realizar la pre­tensión de Jesús, el Reino de Dios: Me 16,16­20; Mt 28, 18-20.
 
– Criterios para identificarla
Los criterios para identificar un grupo de cristianos como auténtica comunidad eclesial podrían ser:
– La referencia a Jesucristo (Hch 3,1-10).
– Su compromiso por el Reino (Hch 4,19-20; 31-33).
– La experiencia de comunión fraterna (Hch 4,31; 5,42).
– Su misión evangelizadora (Hech 4,31; 5,42). – Su comunión con la Iglesia y con sus Pas­tores (Mt 28,19-20; Me 16,13-20; Jn 20 21­23; Jn 21,15-17).
 
4.2. Identidad de la Iglesia
Es el aspecto de Misterio de la iglesia.
– Signo visible de Cristo Jesús invisible, actualiza y hace presente a Jesús por medio de sus miembros.
– Comunica a los hombres la misma Vida de Dios: la vida que hay en Dios, el Amor con que se aman las tres Personas de la ;Santísima Trinidad, llega a nosotros por la mediación de la Iglesia a través de la Palabra y los Sacramentos.

– La Iglesia como comunidad de los seguidores de Jesús es el nuevo Pueblo de Dilos

(LG, Cap. 2-8)
Es el aspecto de comunión de la Iglesia (LG, Cap 2; GS, Cap 2):
– Que tiene a Cristo como Cabeza.
– Y del que todos son miembros iguales en dig­nidad por el sacerdocio cornún de los fieles.
– Y Pueblo al que todos son llamados a for­mar parte.
Con una constitución orgánica y ministerial:
– Con el ministerio de la Jerarquía: LG, cap 3; CD, PO.
– El servicio de la Vida Laical: LG,cap 4, AA.
– Y el Servicio de la Vida Consagrada: LG, cap. 6; PC.
 
– La Iglesia tiene una misión al servicio del Reino
No está el Reino al servicio de la Iglesia, si­no la Iglesia al servicio del Reino, ya que su misión es anunciar, testimoniar y extender el Reino de Dios entre los hombres.
– Haciéndose presente en medio del mundo: GS. – A través de diversas mediaciones pastora­les: a/ Martyria: Testimonio, anuncio de la Palabra (Dto, b/ Liturgia: Celebración, sacra­mentos, oración (SC), c/ Koinonla: Comu­nión, comunidad, grupos, etc.; d/ Diakonia: Servicio, caridad, atención a los últimos.
 

5. Contacto con una comunidad cristiana

Como parte final de nuestro trabajo sobre la Iglesia invitamos a los alumnos a tomar contacto por grupos con una comunidad cristiana concreta. Suelen visitar su propia Parroquia u otra a la que tengan fácil acceso, entrevistando al Párroco o a algún miembro comprometido de la comunidad parroquial. Más raras veces toman contacto con algún movimiento juvenil cristiano. Deben presentar una síntesis sobre la visita realizada y sus impresiones personales. El esquema de la síntesis suele contener: a/ Una descripción general de la comunidad parro­quial; b/ Proyecto pastoral de la Parroquia, c/ Impresiones personales sobre la visita realizada.
Esta parte concluye también con un inter­cambio en clase de la experiencia vivida por cada uno de los grupos. Hay que destacar que, en general, quedan sorprendidos por el conjunto de actividades que realiza la Parro­quia, el número de personas -también jóve­nes- que la frecuenta y la atención que pres­ta a los marginados: Cáritas, ancianos, defi­cientes, drogadictos, etc. Desaparecen cier­tos prejuicios y su visión de la Iglesia resulta más positiva que al principio del estudio del tema, aunque aún siguen remarcando diferen­cias entre las comunidades cristianas -Iglesia de base- y las altas jerarquías o Iglesia institu­cional.