[vc_row][vc_column][vc_column_text]«¡Qué cabeza!» Cuántas veces nos lo hemos dicho a nosotros mismos o nos lo han echado en cara los demás por culpa de nuestros despistes. En estos casos, no nos molestamos demasiado. Pero, extrañamente, nos sentimos ofendidos si alguien pone en duda nuestra inteligencia, aunque casi siempre estamos dispuestos a admitir que tenemos poca memoria.
Sin embargo, también los pequeños descuidos tienen su importancia. En su obra Psicología de la vida cotidiana, S. Freud explica que los olvidos no hay que achacarlos a la pura casualidad, sino que han de ser atribuidos a una acción del subconsciente. Si, por ejemplo, olvidamos la cita que hemos concertado con una persona -y ese caso se da con frecuencia-, es posible que, en realidad: NO tengamos ganas de verla. Los olvidos pueden ser señales importantes que hemos de interpretar para comprendernos mejor a nosotros mismos. ¡Dime de qué te olvidas y te diré quién eres! Si quieres saber algo más sobre este asunto, responde a las siguientes preguntas, tomadas de un test de M. Dansel.
– Cuestiones
SI NO
A/1 ¿Andas siempre buscando las llaves o las gafas?…………………………………….
A/2 ¿Sueles olvidar tus cosas en lugares públicos o en casa de amigos?…………..
A/3 ¿Llegas habitualmente tarde a la cita concertada con otras personas?………..
A/4 ¿Es frecuente que no recuerdes en qué lugar has guardado un objeto?……….
A/5 ¿No tienes necesidad de anotar tus compromisos para recordarlos?…………..
B/1 ¿Tomas demasiado alimento durante el día y, sobre todo, en la cena?……….
B/2 ¿Duermes poco o mal?…………………………………………………………………………
B/3 ¿Pasas días enteros sin hacer ningún tipo de actividad física?……………………
B/4 ¿Te tomas las cosas tan en serio como para estar nervioso/a?……………………
B/5 ¿Sientes, con frecuencia, una sensación de fatiga, apenas te levantas?……….
C/1 ¿Recuerdas cuáles fueron tus primeros juguetes?…………………………………….
C/2 ¿Y la primera canción que aprendiste?……………………………………………………
C/3 ¿Y la primera carta que has escrito en tu vida?………………………………………..
C/4 ¿Recuerdas la causa que provocó la primera reprimenda recibida?…………….
C/5 ¿Y cuál fue tu primer gran miedo?…………………………………………………………
– Análisis y Resultados
(Cada grupo de preguntas se refiere a un aspecto de tu vida)
A/ La vida cotidiana
Si has respondido sí a casi todas las preguntas, es señal de que con frecuencia tienes faltas de atención, te cuesta concentrarte y organizarte. Procura ser más preciso. La memoria se ejercita precisamente a través de las pequeñas cosas de cada día.
B/ El estilo de vida
Si has respondido sí al menos a tres preguntas, ten en cuenta que tu actual estilo de vida no favorece precisamente la memoria. Esta facultad, como todas las demás, depende del buen estado de salud de cada persona, que se favorece siguiendo sencillos hábitos de vida, por ejemplo: dormir bien, al menos ocho horas por noche, respetando, a ser posible, un horario regular; alimentarse de modo sano y equilibrado, evitando, sobre todo, cenar demasiado; eliminar el tabaco, las bebidas alcohólicas o excitantes, como el café, té o Coca Cola; practicar todos los días alguna actividad física, aunque sólo sea un breve paseo.
C/ El pasado
Si has respondido que sí a casi todas las preguntas, significa que gozas de una buena memoria por lo que se refiere a tu pasado, o también que tienes unos tíos pesados que, cada vez que te ven, ¡te repiten las anécdotas referentes a tu infancia! En cualquier caso, para mantener esa capacidad, recuerda que se fijan mejor en la memoria las cosas que se han comprendido bien y que interesan. Por tanto, es importante mostrar siempre una actitud de apertura y de curiosidad en relación al mundo que nos rodea.
Annamaria Ferrero
Dimensioni Nuove 7(1994), 48.
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¡En el bufet del Señor!
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