Cuando me miro en el espejo, veo el reflejo de una chica de trece años y con algunos granos en la cara. Pero también veo a una chica soñadora, enamorada de la vida y con muchos sueños por cumplir.
Una chica a veces un poco gruñona, pero siempre dispuesta a ayudar a los demás. Una chica abierta al resto del mundo y donde la fantasía en ocasiones vence a la lógica.
Veo a una joven flautista en pleno aprendizaje y con ganas de seguir aprendiendo no solo de los libros, sino también de las personas que le rodean.
Una chica un tanto despistada y no muy ordenada a la que no le importa lo que digan de ella porque se siente bien como es.
Una chica que lo último que pierde es la ilusión y la esperanza de solucionar cualquier problema.
Una chica a la que le gustaría ser una lechuza y vivir en el bosque donde volaría a la luz de la luna llena.
Una chica que no comprende a la sociedad de este país ni tiene sus mismos valores.
Una chica pacifista, que vive en su mundo. Un mundo donde sólo ella puede entrar. Un mundo que está dentro de ella. Un mundo donde la paz es la reina y la comprensión la bandera.
Veo a una chica que no solo viaja a su mundo, sino que también viaja a otros lugares. No lo hace ni en barco ni en avión ni en nada de eso. Viaja a través de los libros. Libros que hablan de mundos que ni siquiera existen. Libros que hablan de hechos que nunca ocurrieron.
Veo a una chica para la que cada día es un nuevo reto y cada problema sólo un pequeño bache en el camino.
Una chica que cada día lucha y se esfuerza por ser un poquito más libre; porque con cada examen que aprueba, con cada obstáculo que supera, con cada cosa que hace, con cada decisión que toma… se siente más libre, porque está haciendo lo que quiere con su vida, pero no lo que le apetece.
Una chica que se ve a sí misma con todas esas cualidades. Porque esa chica soy yo y no otra. Porque soy así y no de otra manera. Porque esto no lo cambiaría por nada del mundo.
Noelia López, premio nacional de Coca-Cola
Colegio Sagrado Corazón, 2º ESO
Para hacer
Este texto lo hemos convertido en testimonio porque también puede reflejarnos a nosotros –sobre todo chicas–. ¿Cuáles de estos reflejos nos gustan más? ¿Cuáles son también nuestros?
Los reflejos del espejo son múltiples. ¿Qué ves tú cuando te miras en el espejo? (Háganlo también los chicos, a imitación de este texto).
Trabajar conjuntamente con el contenido de este texto y con la imagen de este mismo número de Cuaderno Joven.