Ahora que llega el buen tiempo se pueden organizar diferentes actividades al aire libre para los destinatarios y destinatarias de nuestros centros educativos. Proponemos, esta vez, distintas alternativas para organizar los conocidos «rastreos», sean urbanos o en plena naturaleza. El rastreo muy bien puede ser una actividad lúdica para cualquier edad y con diversas finalidades; desde crear vínculos de unión entre el equipo participante hasta conocer una zona de la ciudad que visitas.
Sugerimos un listado de los rastreos más comunes para realizar en la ciudad, aunque —como es de suponer— se trata de una lista incompleta que, con un poco de imaginación, puede llegar a ser infinita. Para organizar un rastreo es importante plantearnos unos objetivos claros (¿qué queremos conseguir?) y una metodología sencilla (¿cómo realizarlo?) que nos ayude a conseguir los objetivos. Dependiendo del número y de la edad de los participantes habrá que optar.
Tipología de rastreos:
Rastreo fotográfico
A cada grupo se le reparte un número igual de fotografías (o fotocopias) de una zona bien delimitada de la ciudad. En un tiempo concreto, deberán conseguir localizar el mayor número posible de fotos, indicando la calle, el número del portal o algún otro dato significativo a cada foto para entregarlo al final.
Rastreo con señales de tizas
Dependiendo de la zona elegida, se pueden usar blancas o de colores. Se pintan flechas y los típicos signos de un rastreo de campo. Podremos utilizar aceras, calzadas y paredes…; nunca monumentos ni zonas que se deterioren. Es importantísimo, al acabar la actividad, regresar al lugar para borrar con un esponja húmeda (o similar) todo lo pintado.
Rastreo con controles
En distintos lugares de una misma zona de la ciudad, animadores y animadoras serán «controles» por los que deben pasar todos los grupos. Cuando se localicen entre los viandantes «al control», deberán acercarse a él y pedirle la prueba o la pregunta que deben superar. Normalmente estará relacionada con el lugar donde esté situado. Si no acertase se le puede dar una segunda oportunidad realizando una prueba de habilidad o «de grupo» delante de todos (si el lugar es el apropiado, como una plaza o calle peatonal).
Rastreo con mapas
A cada grupo se le reparte un pequeño plano o mapa de la zona en la que se desarrolla el juego. En el plano estarán indicados ciertos lugares donde habrá preguntas, curiosidades o datos que deben averiguar. Puede ser en forma de itinerario o sin orden.
Rastreo de escaparates
En distintos escaparates de los comercios de una zona de la ciudad, pueden aparecer pruebas o distintas letras con las que se componga una frase concreta, el lema del encuentro etc. No se pueden coger solamente; se trata de localizarlas. Es importante recoger al final del rastreo todos los folios o carteles en que se indicaba una prueba, letra etc.
Rastreo «elige tu propia aventura»
Basándose en los libros de «elige tu propia aventura» —que dio a conocer la editorial Timun Mas—, se puede adaptar el tema a un rastreo urbano. El libro de aventuras consistía en leer una carilla o carilla y media del libro y te lanzaba una pregunta con dos respuestas. Si contestabas una, te enviaba a una página concreta; y se escogías la otra, a otra página distinta. Y así, el final del libro es muy diferente según el lector, igual que la duración del libro etc. Pues adaptando esa estructura: hay un texto con dos preguntas finales que te indicarán una calle distinta según sea la respuesta. El texto y las preguntas pueden hacer referencia a la historia del encuentro, campamento o actividad en la que se enmarca el rastreo. El texto lo pueden leer animadores, estar escrito en una parte de la calle indicada, etc.
Rastreo radiofónico
Desde una emisora de radio local se van emitiendo distintos datos que cada grupo debe escuchar y realizar al llevar una pequeña radio por la zona de la ciudad indicada…
Rastreo itinerante
Los animadores y animadoras que hacen de «controles» están disfrazados o con algún objeto clave (por ejemplo un sombrero, un paraguas), y se están moviendo por una zona claramente delimitada (por ejemplo la zona peatonal del casco viejo de la ciudad). Cada equipo deberá encontrar esos «controles» en movimiento en el menor tiempo posible. Para ayudar, pueden estar numerados. Según el contexto de la actividad, podrían disfrazarse de personajes de cuentos infantiles, de superhéroes, etc.
Rastreo con tesoro
Cualquiera de los rastreos anteriores en el que la última pista o control conducen al grupo a una zona donde hay un tesoro sorpresa para el grupo (desde una pastelería con un vale gratuito para unas golosinas, hasta el local de la asociación donde hay una merendolapreparada, etc.).
Aún quedan los mejores rastreos por indicar, esos que realizáis y vais creando en equipo. ¡A seguir creando y rastreando!
Xulio C. Iglesias