Reciclar y reciclarnos

1 abril 2009

Esta imagen está tomada de la publicación Sapos y princesas (Diciembre 2008, 79), una revista y página web con Ideas para padres y para niños .
Reciclar
Allí estaba propuesta esta imagen como un juego. Decía: “Durante las fiestas (de Navidad) se generan más envases de lo habitual y es muy importante reciclarlos. Para aprender a separarlos bien, coloréalos como más te guste y rodea luego cada uno de ellos con un rotulador amarillo, azul o gris, dependiendo del contenedor en el que haya que depositarlo.”
Para facilitar la tarea, daba algunas pistas como recordatorio :

  • Contenedor amarillo: “En él deberás depositar sólo envases de tres tipos: envases de plástico (botellas de refrescos o agua, detergentes, bolsas de plástico, botes de yogur…), envases metálicos (latas de conservas y refrescos…) y envases tipo brik (de leche, zumos, sopas…)”
  • Contenedor azul: “Deposita aquí los envases de cartón bien plegados (cajas como las de galletas o zapatos, bolsas de papel, etc…), hojas, periódicos…”
  • Y señalaba los tres objetos que han de ir al contenedor gris: el juguete roto, la chaqueta rota y el CD. (¿Qué es el 9? ¿Dónde lo agrupamos?)
  1. Pues eso mismo se puede hacer, especialmente con los más pequeños, no sólo en Navidad sino en cualquier periodo del año: agrupar los objetos según el grupo en el que han de ser incluidos para su reciclaje.
  2. Antes de reciclarlos, hay que descubrir cuál fue su uso. No centramos en descubrir si hemos practicado las dos primeras reglas de las tres “erres”: Además de reciclarlos, ¿hemos reducido su consumo? ¿Los hemos reutilizado?
  3. Y concretamos cómo podemos hacerlo. Ponemos ejemplos concretos a partir de nuestra vida.
  4. Habrá que recordar que vivimos en una situación de privilegio: ¿Cuántos de esos objetos no los podría reciclar un niño del Tercer

Reciclarnos
Pero los trece objetos de la imagen tienen otras muchas posibilidades, sobre todo para examinarnos a nosotros mismos, ver cómo ha sido nuestra vida, cómo es ahora y cómo queremos que sea. Ofrecemos algunas sabiendo que son objetos que nos hablan, que reflejan algún aspecto de lo que somos, que… pueden tener vida.

  1. Centrarnos en la imagen: ¿De qué va…? ¿Qué nos sugiere esa selección de objetos?
  2. Esos objetos han tenido un uso y ahora no lo tienen. ¿Cuáles serían los sentimientos de cada uno de ellos si los tuvieran? O de otra forma: ¿Cuáles eran los sentimientos cuando estaban nuevos (llenos) y ahora?
  3. ¿A qué objeto me parezco yo? Elijo tres que reflejan algún aspecto de mí mismo. Y elijo otros tres que reflejan algún aspecto que no me gusta en mí ni en mi gente.
  4. Lo mismo de otra forma: Cuento mi vida a partir de tres (o más: pueden ser todos) objetos que ahí están. Incluyo algunos para mi vida de futuro: “De pequeño yo era como… porque… Después yo fue… Ahora yo soy… De mayor yo quiero ser como… porque…” Lo mejor sería ponerlo por escrito.
  5. ¿Qué objeto regalaría a cada miembro del grupo? ¿Por qué?
  6. ¿Cuál regalaría a mis profesores? ¿Y al párroco? ¿Y al obispo? ¿Y al alcalde de mi pueblo o ciudad?
  7. Necesitamos tomar ciencia de cuál es nuestro nivel de consumo: volumen de basura que generamos. Lo hacemos a partir de estos objetos…
  8. Son objetos para reciclar… ¿Es importante hacerlo? ¿Cómo lo hago yo en la vida real? ¿Por qué? ¿Cómo debería hacerlo? ¿Reduzco también su consumo? ¿Los reutilizo? Ponemos ejemplos concretos y concretamos acciones específicas.
  9. Oramos a partir de uno de los objetos: “Señor, y soy como… Ayúdame a… Gracias por…”
  10. Resumo todo lo que ha salido ¿En qué necesito reciclar mi vida? ¿En qué necesitamos reciclarnos como grupo?

Herminio Otero