■ La imagen
Esa imagen es creación de Cosmic Debris (Detritos Cósmicos) y fue publicada en La Vanguardia (3.4.08) como ilustración de un reportaje titulado “Mi hija la extraña”. (Véase parte de ese reportaje en la sección de textos, p. 5). En él también se decía: «El boom del personaje de cómic Emily the Strange -que surgió como pegatina publicitaria y triunfa ahora en camisetas, tazas, chocolatinas o bolsos- tiene su explicación. Emily es contracultural, curiosa, viste de negro y se esconde tras un largo flequillo. Es rara. Se aísla, se rodea de gatos negros, sueña con murciélagos y cultiva calaveras en una maceta. «Emily no tiene amigos imaginarios, se inventa enemigos imaginarios», reza una de sus máximas. En fin, «Emily no es mala, pero no soporta lo bueno».»
- Vemos la imagen. ¿Qué nos parece la imagen en su conjunto? ¿Qué nos dice?
- ¿Qué de lo que ahí vemos nos llama la atención?
- ¿Qué refleja del mundo de los adolescentes? ¿Y de nuestro mundo? ¿Y de mi mundo?
■ Reflejos de adolescentes
La psicóloga Elena Crespi resumía: «Con sus cabellos largos y su cara triste, medio emocional, medio gótica, Emily cuadra con lo que los adolescentes buscan ahora. Su vis siniestra cubre su necesidad de expresarse y decir que la vida es una mierda. Buscan llamar la atención: yo soy diferente, lo estoy pasando mal, soy muy emocional.”
- Vemos la imagen a partir de este texto: ¿qué nos dicen ambos?
- En el original ponía una frase encima de cada parte de la imagen: “Emily cree… / …que las apariencias engañan”. ¿Cuál es la apariencia y la realidad? ¿Por qué están intercambiadas?
■ Reflejos siniestros
El autor del reportaje se preguntaba: «Adolescentes que tienden a aislarse se dejan seducir por personajes con gustos siniestros como Emily the Strange. ¿Hay que preocuparse?»
- ¿Nos dejamos seducir por personajes con gustos siniestros? ¿Por qué?
- ¿Hay que preocuparse por ello? ¿Por qué?
El reportaje seguía diciendo: «Ser adolescente implica vibrar con determinados estímulos y el mundo de lo siniestro puede ser uno de ellos. En plena efervescencia hormonal, la juventud escoge a veces el lado oscuro, el desamor, la idea de muerte, para romper barreras aunque sea de forma transitoria. Es un modo de canalizar su necesidad de vivir intensamente y de vehicular el malestar que le provoca esa etapa de su vida.»
- ¿Con qué estímulos vibramos nosotros?
- ¿Qué lados oscuros elegimos? ¿Por qué?
- ¿Cómo rompemos nosotros esas barreras?
- ¿Qué podríamos hacer para vivir intensamente con autenticidad?
■ Nuestros reflejos
Nos imaginamos nosotros frente al espejo (en el original, el marco del espejo era rojo):
- ¿Qué imagen buscamos? ¿Cuál vemos en realidad?
- ¿Qué imagen se refleja de nosotros? ¿Qué animal refleja mejor lo que soy?
- ¿Qué imagen me gustaría ver…? ¿Qué animal reflejaría mejor lo que quiero ser?
En nuestra imagen tienen mucho que ver los reflejos que nos dan los demás.
- ¿Qué imagen recibo habitualmente de los demás?
- Si no lo sé con exactitud, se lo pedimos: cada uno va diciendo los aspectos positivos que ve en los demás…
Pensamos que todo esto puede ser transitorio, por más que ahora nos veamos así como definitivos…
- ¿Con qué imagen me gustaría verme dentro de diez, veinte años…?
- ¿Qué puedo hacer ahora para que entonces sea así?
Herminio Otero