REVISTAS MUSICALES

1 marzo 2003

En el número anterior hablaba de la importancia de ampliar nuestra cultura musical. Y esto, no sólo para aumentar nuestros conocimientos sino, básicamente, para situarnos en actitud abierta, flexible, tolerante, comprensiva y empática con las nuevas generaciones. Seguramente todos los lectores de Misión Joven tenemos esta inquietud y estamos llamados, de una manera o de otra, a este diálogo. Pero… ¿por dónde y cómo empezar?
 

  • q A vista de pájaro

En el presente artículo me gustaría ofrecer medios concretos para que nuestra buena voluntad se transforme en hechos y gestos que los jóvenes puedan efectivamente percibir. Para ello, recurro a uno de los medios de comunicación preferidos y más familiares para la mayoría de nosotros, que hemos crecido antes de que se diera la revolución digital, el gran despliegue tecnológico y la tan famosa globalización. Nos acercamos a algunas de las revistas especializadas en la llamada música juvenil, buscando (en el fondo y en la forma) una sintonía que a veces nos falta, se queda en pura teoría o en buenas intenciones pero que está lejos de hacerse realidad.
 
 
A continuación propongo dos sencillos cuadros comparativos de 7 de estas revistas, con una breve descripción y comentarios personales sobre algunos aspectos – sobre todo formales – que conviene tener en cuenta al analizar la literatura juvenil. Aparecen clasificadas en tres bloques con un criterio de valoración de su calidad en cuanto revistas especializadas.
 

Nombre Periodicidad Páginas Precio Editorial
Efe eme Mensual 70 3,61 € Grupo Midons 2000
Metal Hammer Mensual 80 2,40 € MC ediciones
Música Si Quincenal 90 1,90 € RTVE-Ediprem comunicación
Popular 1 magazine Mensual 100 3.31 € B8 % Editores
Rockdelux Mensual 86 5,10 € RDL/Rockdelux
Rollig Stone Mensual 126 2.25 € Promotora general de Revistas
Top Music Mensual 70 1,75 € Grupo V

 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

Revistas de baja calidad

 
Los grupos editoriales de estas revistas tienen intereses mucho más amplios que el puro mercado musical. O mejor, buscan el aumento de ventas y priman lo comercial sobre lo cultural. De ahí que, pese el título de revista especializada, no lo sean tanto. Son las más económicas y también (en parte por ello y por otros factores vinculados a la propiedad y la distribución) de una difusión más generalizada.

§            Música Sí. Se trata de una revista que, con ocasión de la música, ofrece un poco de todo. No es indiferente el hecho de que TVE sea parte importante del grupo editorial, ya que promociona los ídolos más televisivos. Está pensada para un público más bien adolescente. El tipo de música y artistas que encuentran hueco en ella son los más comerciales. En algunos espacios de la revista cuesta distinguir lo que es publicidad de lo que no, lo cual, si ya es grave en cualquier periódico o revista, es especialmente lamentable en revistas destinadas a público juvenil. Posee una paupérrima sección de noticias y un concepto muy particular de lo que es un reportaje. Por poner un ejemplo: en el número de diciembre, un reportaje de dos páginas de Marc Anthony está compuesto por 5 grandes fotografías que casi ocupan todo el espacio, cuatro mini-columnas de texto y un par de recuadros dedicados a su biografía y a su boda. Moda, belleza, sexo, viajes, cine, televisión, vídeo juegos o deportes forman parte también de la oferta de Música Si.

 

  • Top Music. Un diseño y una diagramación con carácter marcadamente juvenil, dirigida también a un público más bien adolescente, cuyo punto fuerte es lo gráfico: impresionantes imágenes de los héroes comerciales del momento (del tipo Shakira, Robbie Williams, Jennifer López o Avril Lavigne) en un cuidado diseño. Encontramos los artículos y entrevistas sin firmar, con una redactora jefe, otro redactor y tres colaboradores para cubrir el contenido. Una característica de esta revista es que no mantiene correspondencia con los lectores, quienes no pueden participar en ella, salvo respondiendo a los test que aparecen de vez en cuando.

 

Revistas de calidad media

 

  • Rolling Stone. Una revista con mucha puesta en escena (gráfica, diseño, diagramación) pero con poco más que noticias musicales de actualidad en formato casi flash. Tiene un excesivo protagonismo publicitario, ya que en la amplia mayoría de los casos, ésta ocupa toda la página derecha y en ocasiones cuesta diferenciar lo que es publicidad de lo que es información. Cuenta con un reducido número de redactores. Los artículos y reportajes son, sobre todo, de carácter promocional. Como botón de muestra baste decir que del artículo más amplio del número de diciembre, de las ocho páginas dedicadas a Shakira, el contenido se reduce a poco más de dos, siendo, por cierto, una traducción de un artículo original en inglés sin la más mínima alusión a la realidad local, salvo el minúsculo anuncio de su concierto en España (Barcelona) del 10 de diciembre.
  • Metal Hammer

Se trata de una revista dedicada exclusivamente al hard rock, una de las ramas duras del rock. La revista pertenece al grupo MC ediciones, que tiene, además de otras publicaciones (con otras áreas temáticas como animales, náutica, videojuegos, decoración, salud o tecnologías de la información y comunicación), una amplia serie de revistas musicales: Heavy rock, Kerrang, Guitarra total, Batería total y Gramophone. Se edita en otros países (Inglaterra, Italia, Alemania, Grecia, Israel). Tiene una amplia sección de críticas a CDs, muy valorada por los lectores. Los artículos son breves pero completos y con bastante información de grupos, influencias, conciertos, productoras, discográficas, lanzamientos, etc. Sólo vienen firmados los artículos escritos por autores que no están en la lista de colaboradores habituales.
 

Revistas de alta calidad

Se trata de revistas que bien se podrían insertar dentro del sector periodismo musical, ya que, en general, hacen un tratamiento serio de artistas y grupos y cubren un amplio espectro de estilos, desde el jazz hasta el pop, pasando por el soul jazz, el rap, étnica, rock, folk, canción de autor o funky . También se encuentran críticas y diversidad de opiniones cara al sector de la industria discográfica
 

§                     Popular 1. Posee una serie de secciones fijas, así como de una amplia serie de colaboradores. El diseño es sencillo y funcional, con un amplio contenido y un desarrollo mayor de las noticias, entrevistas y reportajes, todos con firma. Estos últimos son amplios y detallados. Por poner un ejemplo, el reportaje central de la revista de Diciembre, cuyo protagonista es Alice Cooper, es de 21 páginas, con un logrado equilibrio entre texto y gráfica, de las cuales casi cinco están dedicadas a la discografía oficial, con la cubierta en miniatura.

 
 

  • Efe eme. Cuenta con un equipo de tres fotógrafos y 36 colaboradores que firman cada uno de los artículos, críticas, entrevistas o reportajes. Es una revista que opta más por la calidad de la información que por la espectacularidad de la maquetación y el diseño, aunque no los descuiden. Da espacio a la actualidad de los grupos que están en plenas campañas promocionales, así como a la profundización en su historia y trayectorias o al conocimiento de los momentos, discos y cantantes significativos para la historia del pop-rock (por ejemplo a través de la sección prontuario pop)

 

  • Rock de Lux. Una revista que trata los temas y artistas en profundidad. Guarda un buen equilibrio entre el espacio dedicado a imagen y al texto, con una presencia publicitaria discreta. Las secciones (Crítica a Festivales, agenda Festivales, Cine, Libros, Agenda conciertos, Lectores, entre otras) se centran sobre todo en la música pero también abarcan otros ámbitos de la cultura. En general huye de las grandes corrientes de mercado “masivo”, ofreciendo un espectro amplio de géneros y estilos. Tiene una maquetación sencilla y un estilo cuidado que favorece la lectura y la profundización en los temas. El equipo de colaboradores no es fijo, pero en cada número gira entre las 70 y 80 personas, lo cual posibilita una gran variedad de opiniones y genera en el lector un cierto hábito a la pluralidad.

 

  • q El saber no ocupa lugar

Al final de esta panorámica rápida e inevitablemente breve por algunas de las revistas frecuentadas por nuestros jóvenes, me gustaría “provocar” el diálogo con una sencilla pregunta: ¿por qué no incluir entre nuestras suscripciones habituales alguna de estas revistas? Sería algo del todo aconsejable, sobre todo en las bibliotecas escolares, porque como de todos es bien sabido, el saber no ocupa lugar.
La razón fundamental para tal sugerencia es que, si queremos una formación adecuada a la realidad juvenil, tenemos la responsabilidad de ofrecer, entre otras cosas, una información de calidad. Sólo una oferta educativa y pastoral que incluya todas las dimensiones de la persona y cubra todas sus necesidades hará de nuestra misión una labor significativa para ellos.
Es, sin duda, un material que nos puede servir en variadas ocasiones para dialogar y tratar una gran diversidad de temas. No olvidemos que la música, sus protagonistas y ambientes, son uno de los mayores centros de interés de los jóvenes. Podemos vivir al margen de ello, pero no impedir que sigan aprendiendo ‘de’ y ‘en’ dicho ambiente musical. Una lectura atenta, con simpatía evangélica y con un cierto grado de creatividad por parte de los adultos nos puede hacer descubrir en algunos de estos artículos la clave o la ocasión para trabajar y entrar en dimensiones más profundas.
 

  • q Sugerencias de acción

Tras esta sencilla presentación, quizás más de uno se pregunte: “Y ahora… ¿qué hacer con estas revistas?, ¿para qué nos sirve este sencillo análisis?”
Conocerlas. En primer lugar es importante saber que existen, pero más aún conocer cuales de estas revistas (o parecidas) son las que “nuestros” jóvenes leen: mis alumnos, los chicos y chicas de mi grupo o de mi parroquia. Nos darán una pista muy significativa (aunque no la única ni la más importante) de sus gustos, ambientes, valores e ideología. Una vez conocidos sus hábitos de lectura en este campo, huelga decir que convendría centrar la atención en esas revistas. No para hacer de ellas el único tema de conversación, pero sí para hacer de vez en cuando una referencia natural a alguno de los artículos, fotografías o noticias, así como para ir haciéndonos con un trasfondo cultural común a ellos.
Leerlas. En segundo lugar, son una fuente de información nada despreciable. Es positivo el mero hecho de ojear alguna de vez en cuando y leer detenidamente aquello que sabemos puede tocar más de cerca a los jóvenes de nuestro entorno concreto. Muchas son las razones por las que resulta conveniente este tipo de lectura. Señalo tres fundamentales a modo de síntesis:

  • Para aumentar nuestra cultura musical.
  • Para conocer el universo cultural de los jóvenes.
  • Para tener elementos de valoración crítica a partir de datos reales.

Utilizarlas. Hay muchas formas de utilizar este tipo de revistas: desde una lectura comparativa, hasta un debate a partir de una noticia o una fotografía, pasando por trabajos de grupo o personales de profundización en algunos temas y problemáticas que el mundo de la música plantea.
 
Finalmente, por si alguien tiene la curiosidad de saber lo que los jóvenes piensan de estas revistas, además de preguntar a los de vuestro entorno, podéis visitar algunos de los foros dedicados a estos temas. Seguramente, leer sus opiniones nos ayudará a abandonar el viejo estereotipo de que todos los jóvenes tienen gustos homogéneos. Sería tan falso como afirmar que en la Iglesia hay un pensamiento único. Los jóvenes en ocasiones tienen grandes diferencias de opinión, incluso dentro del grupo de amigos. Podéis comprobarlo en el foro de Doyoo (http://www.dooyoo.es/product/115732.html), donde encontraréis opiniones sobre éstas y otras revistas de música.
¡¡Os deseo una fructuosa lectura!!