Rostros y palabras de un «Belén» moderno

1 diciembre 2000

LA VIDA DE UN BELÉN
 
Presentamos aquí dos materiales diversos que, sin embargo, miran en la misma dirección. Remiten a la Navidad y, más concretamente, al clásico «Belén». El primero ha sido realizado por los «Grupos Parroquiales de Jóvenes» de Baza (Á. Sánchez y J.M. Tortosa) y el segundo nacido en los «Encuentros de Mambré) que organiza la diócesis de Astorga (J.H. Rodríguez).
 
 
  1                                BELÉN MODERNO (LA ANUNCIACIÓN DE LA MARI)
 
Cuando uno trabaja con jóvenes, la sorpresa, el riesgo, el no poner límites ni tabúes a las cosas es lo más corriente y ello te interpela y te hace salir de tus casillas, hasta cuestionarte tu comprensión de las cosas. Este fue el comentario que más se oyó entre los monitores de jóvenes cuando, varios Grupos Parroquiales de Jóvenes presentaron su propuesta de Belén para la fiesta de Navidad de la Parroquia donde todos los grupos hacen algo, desde los más pequeños hasta los padres y las madres e, incluso, los/as abuelos.
Este Belén surgió tras el análisis de la realidad juvenil hecho durante dos sesiones de grupos. Con él se quiere presentar el hoy de Jesús visto desde la realidad que viven un sector de jóvenes, quizás el más mayoritario. Nos sirvió para un valioso diálogo, intentando descubrir lo que de positivo y negativo tenía el «Belén Moderno», así como buscar la auténtica realidad de los jóvenes y poner algún granito de arena en la tarea de evangelizar nuestro mundo juvenil. También descubrimos las realidades de los jóvenes que más necesitan nuestra atención y buscamos pistas de trabajo para una acción posterior. (Aquí os dejamos, pues, nuestra experiencia en una parroquia del barrio de «Las Cuevas» de Baza… ¡Que también vosotros os dejéis interpelar!).
Aunque hemos dividido la representación en cinco partes, deben hacerse seguidas y sin cambios bruscos de escenario. Los personajes son: Narrador, Voz, María, Pepe, Pastor 1, 2 y 3, Enfermera 1 y 2, Mujer, Alcalde, Presidente, Rey, Jóvenes 1, 2 y 3, Bailarines.
 
 
Primera parte
 
NARRADOR: En un pueblo de Israel (buscar un pueblo cercano a nosotros) se juntaron para salir, un grupo de chicos y chicas el sábado por la noche. El Pepe y la Mari llevaban tiempo gustándose y cuando, Pepe, estaba decidido a dar el primer paso, un rayo de luz paralizó a la gente y se oyó una voz que le dijo a la Mari
 
 
Segunda parte
 
VOZ: María vas a dar a luz un hijo que será la salvación del mundo, y le pondrás por nombre Jesús.
MARÍA: ¡Cómo va a ser si yo nunca me he comido una rosca!
VOZ: Concebirás un hijo por obra y gracia del Espíritu Santo.
MARÍA: Pues ya está, si tú quieres que sea así, pues, que así sea.
PEPE: (Se acerca a la Mari y le dice) No te preocupes, Mari, yo asumiré el papel de padre.
 
Tercera parte
 
(En un parque con música y gargueando —tomando chucherías—)
PASTOR 1: ¿Qué vamos a hacer esta noche?
PASTOR 2: Vamos a ir al Toma Nota (son los bares de la movida joven de Baza).
PASTOR 3: No, yo prefiero, juntarnos en una casa y ver la peli de Titanic,
(Se les enfoca una luz y ponen cara de asombro)
PASTOR 1: ¡Mirad, mirad!
PASTOR 2: ¿Qué es?
PASTOR 3: Parece el foco de… (nombre de un comercio o discoteca de moda).
VOZ: Tranquilos. Vengo a deciros que ha nacido el Salvador.
PASTOR 2: ¿Quién es ese?
PASTOR 3: Pues será un tío que vendrá a salvarnos del efecto «siglo XXI».
VOZ: ¡No! Es el Mesías, el hijo de Dios. Id y decírselo a todos vuestros conocidos.
PASTOR 1: Venga, tíos, ¡vamos!
 
 
Cuarta parte
 
(Posada. María embarazada)
MARÍA: ¡Ay Pepe! estoy de parto o este niño es futbolista.
PEPE: ¡Rápido! busquemos un sitio donde alojarnos. ¡Mira! aquí hay un hospital.
(Van andando hacia el hospital)
PEPE: ¡Que mi mujer viene de parto!
ENFERMERA 1: Voy a mirar, pero creo que no hay habitaciones. Lo siento, no hay. Vete a mirar a otro hospital (poner el nombre de los que haya en localidad o conocidos) que está a unos 500 metros.
PEPE: Pero si mi mujer no puede ni andar.
ENFERMERA 1: Lo siento, pero no puedo hacer nada.
(Van andando y llegan al segundo hospital)
MARÍA: ¡Que no aguanto!
PEPE: Venga, que ya queda poco. Mira, por ahí viene una enfermera. Mire, llevo 1000 duros, ¿tengo bastante pa que la Mari para aquí?
ENFERMERA 2: No, el mínimo son 70.000 pesetas, porque aquí se realiza el parto sin dolor.
PEPE: ¡Qué poca consideración! ¡Vámonos María!
(La Mari se mete en un portal retorcida de dolor)
MARÍA: Mira Pepe, aquí hay un portal, yo paro aquí mismo.
MUJER: ¡Qué pasa aquí con tanto jaleo, no me dejáis ni ver la novela! ¡Madre mía, si está pariendo! Pasa, pasa que yo entiendo un poco de parto y te puedo ayudar.
PEPE: Gracias, gracias, que Dios te lo pague.
 
 
Quinta parte
NARRADOR: La Mari dio a luz en casa de la buena mujer a un hermoso niño llamado Jesús. En la ciudad se corrió la voz del nacimiento del Mesías. Lo que dio lugar a que los altos cargos se enteraran y fueran a adorarle y a ofrecerle sus regalos.
ALCALDE: Vuestra noticia me ha conmovido y como sé que sois jóvenes y sin recursos, os ofrezco una casa con mucho cariño. (Le da las llaves).
PRESIDENTE: Esto demuestra que el país va bien y para que no haya paro, le ofrezco una carpintería.
REY: Y por último, te doy las gracias por este regalo y te ofrezco un coche para que cuando tu hijo cumpla la mayoría de edad pueda anunciar la Palabra de Dios a todas las gentes.
 
NARRADOR: Para completar la alegría, vinieron los jóvenes también a celebrarlo y decidieron hacer una cena de nochebuena.
JOVEN 1: ¡Jóvenes! ¿Qué celebramos? ¿Quién ha nacido?
JOVEN 2: Kevin Costner de Jesús de todos los Santos.
JOVEN 3: ¡Parece mentira! Siempre tienes que trivializar las cosas y no tomarte nada en serio. Quien ha nacido es Jesús, el Ojo de Dios, el Enmanuel (Dios con nosotros).
NARRADOR: Los jóvenes bailan ante el nacimiento. .
 
 
 2                                 FIGURAS DEL BELÉN HABLAN CON EL NIÑO
 
José
¡Cómo estoy disfrutando! Desde luego que Yahvé nos hace disfrutar de la forma más insospechada. Sólo a El se le ocurre escogerme a mí, que soy un pobre hombre y no poseo nada extraordinario. Claro, que, viendo su manera de actuar, lo entiendo. Siempre elige a los sencillos, a los humildes, a los que lo buscan de corazón. Nada más hay que ver quiénes vienen para adorar a Jesús.
Ahí está Jesús ¡Qué Dios tan grande y tan pequeño! Y María. ¡Qué guapísima y sencilla! Nada, que a Dios le gusta lo sencillo, está supercomprobado. Y es que para aceptar a un Dios que se hace niño, no hay otro remedio que hacerse muy pequeños.
Me encantan estos planes de Yahvé. Al dejarlo todo para venir a Belén, nos hemos quedado sólo con Jesús. Ahora no nos distrae nada de él. Gracias. Creo que toda mi vida ha de ser vivir en medio del silencio la grandeza de Dios.
 
 
 
q Un paje
Andar, andar… todo el día igual, bueno, más bien toda la noche. Y todo porque mi señor se empeñó en seguir a una estrella. ¿Tiene sentido seguir a una estrella? Si no van a ningún lado… Y encima el camello ya no puede más, el calor… y todo, por una locura. Al principio pensé que se le pasaría. Iríamos tras ella un par de noches y luego de vuelta a casa; pero por si él no estaba decidido, se encuentra con otros dos locos y… ya no hay vuelta atrás. Sin embargo, es curioso. Parece como si realmente fuéramos a algún sitio. He oído decir que vamos a ver a un rey. ¿Y si fuera cierto? Si realmente todo este camino sirviera para algo… si él hubiera nacido… si pudiera verlo… si el Esperado ya estuviera aquí en el mundo… Entonces… ¡tenemos que correr, que ir deprisa!
 
La cueva
Sí, la cueva fría, rocosa y desnuda. Yo tuve la dicha de ser escogida, ante la negativa de todos los vecinos, para cobijar en mi interior al que había sido mi creador y que ahora se hacía hombre. Yo, una simple roca para unos, unas ruinas, un establo… Y qué más da como me llaméis. El hecho es que en mí todo un Dios se hace pobre. ¡Si los que cerraron sus puertas hubieran sabido a quién se las cerraban! Hoy no quiero cerrarte mi puerta. Sé qué es el que llama a la posada de mi vida.
 
El pesebre
Yo soy tu pesebre, Jesús, y, aunque no entiendo nada, desde que has llegado me siento diferente. Era un simple pesebre que daba de comer a los animales. Tenía frío en la oscuridad del establo, pero tú me has hecho grande, me has traído el calor, la alegría, la luz. Y me he convertido en tu cuna, tu calor. Muchas personas han venido a verte, pero ¡qué personas más pobres!, eran como yo, simples en su oficio y grandes desde tu venida. ¡Qué alegría poder ayudarte, Jesús! Me has hecho diferente, especial; me has cambiado mi forma de vivir y nunca volveré a ser lo que era antes, porque tú me has llenado de tu amor. Gracias por dejar florecer en mí otras facetas de mi trabajo. Sí, ya sé que soy pasto para muchos animales, pero también puedo arropar y dar calor, y tú me lo has permitido. ¡Qué grande eres pequeño niño! Gracias por fijarte en mí.
 
La mula
En esta mañana, Jesús Niño, te miro a través de los ojos de la mula. No acierto muy bien a comprender qué hago yo aquí mirando y qué haces tú ahí, Dios mío, el inmenso, en esa cunita, sonriendo. Pero sé que me cautiva estar así, contemplándote, silencioso y tan cerca de ti. Déjame mirarte detenidamente. Deja que la luz de tu sonrisa llene mi alma; que me impregne de tal forma que me haga sonrisa para el mundo y no sepa otra cosa que sonreír, con esa alegría que tú tienes, en todos los momentos de mi vida.
 
q Una pastora
¡Por fin, lo he conseguido! Aquí estoy cerca de ti, porque los ángeles nos han avisado a nosotros, gente pobre, humilde y callada. Gracias, Jesús, porque nos quieres junto a ti. Pastora quiero siempre ser. Quiero dejar mis ovejas y trabajos, mis labores y quehaceres, mis disculpas y mis dudas, y acercarme a ti, permitir que nazcas en mi corazón. Y después, llevar la noticia de tu nacimiento a todos los hogares, dejarme
llevar por la fuerza del Espíritu y gritar a los cuatro vientos que el Mesías ha nacido, que está entre nosotros.
 
Una aguadora
¡Hola, Jesús! Estoy aquí en la fuente cogiendo agua; agua que es fuente de vida, pura, limpia, que se renueva, que busca llegar al río y después al mar. Así nosotros buscamos llegar a ti, aunque para ello haya que hacer un largo camino lleno de dificultades. Tú siempre estás allí, al final, esperando.
 
Uno del pueblo
¡Hola, Jesús!, ahí estás tú en tu cuna de pajas, ahí estás tú tan pequeño, tan frágil, tan débil, y a la vez tan grande y poderoso. No sé cómo tú siendo lo más grande que existe, puedes venir y convertirte en el ser más desvalido, como es un niño. No sé por qué has querido que hoy estuviera precisamente yo aquí, para alabarte y ensalzarte, pero te doy gracias.
Gracias, Jesús, por tu tierna mirada, llena de amor, capaz de colarte en cualquier corazón por duro o cerrado que esté. Quisiera pedirte algo que parece imposible, aunque para ti nada lo es. Que cada persona del mundo, gobernantes, ricos, pobres, toda clase de gente, descubran el niño Jesús que llevan dentro de su corazón y sean capaces de hacerlo presente en su vida, dejándole convertir sus vidas en amor.