SALA “JOVEN”

1 septiembre 2004

►El proyecto: Al inicio del curso escolar, momento para reflexionar, evaluar, planificar, programar…más allá de la inercia habitual, ofrecemos un proyecto que ya se está realizando diversas formas: crear un especio alternativo y juvenil abierto durante la semana y sobretodo en el fin de semana. Sería una sala joven (sala moza que decimos por Galicia): su único objetivo es estar abierta a jóvenes y adolescentes (nunca mezclados con niños o niñas, pues por definición no funcionaría: en los espacios donde hay niños no hay jóvenes y viceversa).
►Necesidad: Este proyecto va tomando cada vez más fuerza en los centros juveniles de tiempo libre para responder a una gran necesidad de los jóvenes: estar juntos pero en su tiempo libre. Y su tiempo libre, como dicen los últimos estudios, es cuando no hay ninguna actividad organizada. Tenemos que “ponernos a tiro”, nosotros de ellos y ellos de nosotros, los adultos, para poder comunicarnos, dialogar, compartir sueños y, si es posible, mucho más adelante, realizar proyectos comunes.
►Espacio: Para que funcione el proyecto es necesario un espacio de fácil acceso y si es posible que no obligue a entrar por otras dependencias (patios colegiales, salones parroquiales…). Lo que se propone es el primer peldaño de la escalera de todo proyecto educativo juvenil: tener un lugar donde estar juntos de manera informal sin el agobio de reuniones, actividades o relojes…
► Animador: Con la sala lo más importante es el animador o mediador juvenil que dinamiza esa sala.

  • Tiene que tener experiencia, ilusión y creatividad. Su única (y difícil) misión es “estar”, pero estar como educador.
  • Es un joven-adulto que cree en los procesos, que sabe esperar, que tiene recursos para acercarse, dialogar y, sobretodo, escuchar.
  • Puede hacer funciones de portero, animador de juegos de mesa, barman, experto en informática…Y todo lo que le pidan los destinatarios pero, sobre todo, “escuchador nato”.
  • La paciencia es otra de sus cualidades: tiene que descubrir que no hay intentar recoger resultados… Sólo sembrar y estar… Cada joven tiene su ritmo.

► Propuestas: A partir de ese estar educativo van surgiendo propuestas:

  • Una ambientación y decoración juvenil realizada por los animadores del centro juvenil, que se puede ir cambiando con ideas y trabajo (sic) de los que participan de la sala.
  • Tener música ambiental (y que pueda haber quien programe o decida lo que escuchar cada tarde).
  • Puede haber un futbolín o mesa de ping-pong.
  • Una oferta atractiva pero no necesariamente abundante de juegos de mesa tradicionales y modernos.
  • Un revistero con unas cuantas revistas que nos llegan y algunas a las que nos podemos suscribir o comprar.
  • Un pequeño ciber alternativo con unos cuantos ordenadores.
  • Un bareto alternativo en ofertas y precios.
  • Unos sofás y mesas para estar, jugar y/o charlar.
  • Un televisor que nos une cuando juega… O proyectamos tal película….
  • Unas barras metálicas que ayudan a realizar exposiciones de todo tipo (elaboradas o creadas en nuestra propia asociación).
  • Algún periódico del día que conseguimos a través de algún convenio o participación en concursos
  • Una zona de tebeoteca o comicteca donde tenemos cómics para jóvenes y de los de nuestra infancia.
  • Una cartelera amplia de corcho donde colocar cualquier cartel, aviso o folleto que llegue a nuestras manos…
  • Y todo lo que se nos ocurra con mucho tiempo y mucha ilusión.

► Horarios: Sobre todo tenemos un espacio común con unos horarios conocidos por todos y alargados en el fin de semana.
► Autogestión: Con el tiempo se puede intentar crear una comisión (¡horror!, eso implica organización, reuniones…) de entre los asiduos a la sala. De ahí, de la autogestión, pueden surgir proyectos o simplemente ideas que casi nunca se realizan porque lo importante en esta sala es estar juntos, compartir más que realizar proyectos.
► Ventana abierta: Eso sí, puede ser la ventana abierta de la asociación donde otros jóvenes “organizados” (en grupos, comisiones…) pueden ofertar distintas actividades y proyectos o simplemente darlos a conocer para que los que se animen puedan iniciar procesos de compromiso. Y además, es también la sala donde los animadores y jóvenes más implicados de la asociación pueden estrechar lazos, confrontar ideas y, sobre todo, convivir. Puede que sea para muchos animadores de tiempo libre y adultos en general el campus donde realizar el master en juventud siglo XXI. Podemos inscribirnos en este master y sacar por lo menos un 5 en la asignatura trocal y clave del curso: escuchar, simplemente escuchar… ¡Que no, que no digas nada: escucha, solo escucha!

Xulio C. Iglesias

 

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