Todo diciembre es Navidad. Y lo es no sólo porque la publicidad, a través de los medios de comunicación social, nos machaque por activa y pasiva, sino porque, en los centros educativos escolares, necesitamos tiempo para celebrar la Navidad antes de «las vacaciones de Navidad» (Sic).
En este ambiente creemos interesante potenciar la realización de «belenes»: ya sea un belén amplio y representativo de todo el centro educativo que se instala en la portería o en un lugar céntrico, ya sea un belén escenificado por los estudiantes más pequeños del colegio, o el realizado en cada aula donde la creatividad de todos nos ayuda a inventar y recrear nuestro propio belén.
Nuestra propuesta, surgida en los centros de tiempo libre educativo, se puede exportar a cualquier institución educativa. Se trataría de realizar distintos talleres en que los participantes, en especial niños y niñas, puedan crear su belén. Para ello les ofertamos distintas posibilidades. Cada grupo/aula elige su materia y, a partir de él, crea y reconstruye su belén. Pueden ser materiales de lo más variado: patatas, tapones de corcho, cartulinas, algodones, plastilinas, tubos de cartón (como los del papel higiénico, por ejemplo); también se pueden hacer siluetas en cartulina negra, o contornos, para luego rodearlos de nieve artificial.
Cada grupo/aula, dependiendo de edad y gustos, elegirá uno de esos materiales u otro nuevo y distinto, y tratará de construir su belén, partiendo de modelos conocidos o desde la propia creatividad. Con todo ello se construirán los principales personajes del belén y los distintos elementos, que se crean oportunos, para dar vistosidad y originalidad a «su» belén.
Puede haber, en la última semana de clases o en las fechas próximas al 24 de diciembre, si es un centro de tiempo libre, una muestra de belenes por grupos/aulas… en la que, además de tomar todos juntos unos dulces navideños, se dé a todos un premio: al más creativo, al más moderno, al más luminoso, etc.
Otra propuesta interesante, que se podrá confeccionar a lo largo de varios años, anima a diseñar una pequeña y «casera» unidad educativa sobre el belén «oficial» que tiene el centro, (ese que se coloca para que toda la comunidad lo pueda ver y disfrutar). Esta sencilla y creativa unidad didáctica atenderá a los distintos niveles educativos, a los grupos de catequesis o de tiempo libre, sin olvidar a animadores y adultos (AMPA, PAS, Profesorado…). No hará falta recordar que muchos de nuestros destinatarios no tienen esa cultura mínima religiosa, necesaria para descubrir el lenguaje de los belenes y otros, a lo mejor, se han quedado con los datos de la Navidad del consumo o de la infancia perdida, elementos poco significativos para integrar, en nuestra vivencia evangélica, la verdadera Navidad.
Otra propuesta, realizada a lo largo de toda una semana, conllevaría, por ejemplo, la construcción de un belén alternativo con materiales de desecho. En el colegio (clases de plástica, religión.. . ), en la parroquia con los grupos de catequesis, en el centro de tiempo libre con grupos de participantes… El modo de realizarlo dependerá del grupo y del local. La propuesta anima a ambientarlo en nuestra ciudad o nuestro pueblo, y a construirlo con elementos de la vida moderna: puentes, coches, personas, parques, casas, personajes populares y tradicionales de nuestra cultura…
Materiales que se pueden emplear, a modo de sugerencia: cartones, cajas de huevos, botellas de plástico, corchos, hilos, palillos, rollos de papel higiénico, papel de aluminio, algodón, cartulinas, rotuladores, pegamento…
He aquí unas ideas, como otras muchas que realizamos en nuestros centros educativos, para que realmente podamos decir: en estas navidades, «se armó el belén»
XULIO C. IGLESIAS Ourense