Seducidos por lo siniestro

1 junio 2008

Adolescentes que tienden a aislarse se dejan seducir por personajes con gustos siniestros como Emily the Strange. ¿Hay que preocuparse?
Ser adolescente implica vibrar con determinados estímulos y el mundo de lo siniestro puede ser uno de ellos. En plena efervescencia hormonal, la juventud escoge a veces el lado oscuro, el desamor, la idea de muerte, para romper barreras aunque sea de forma transitoria. Es un modo de canalizar su necesidad de vivir intensamente y de vehicular el malestar que le provoca esa etapa de su vida.
En la actualidad, existe un término en argot que se usó en principio para describir las actitudes y estilos relacionados con la música emo. Emo es un estado general de infelicidad o melancolía, que adoptan básicamente jóvenes, con cuya estética intentan parecer personas tristes y amargadas. «Está de moda decir que te atrae la muerte o que estás pasándolo tan mal que ese es el único remedio, pero lo que hay es miedo a la muerte. Esos adolescentes están experimentando, buscan su identidad, lo cual no tiene por qué representar un problema. Saben distinguir entre realidad y ficción». (Elena Crespi, psicóloga)
La música, refugio vital en esa etapa de desconcierto, les brinda la posibilidad de identificarse con la estética del emotional rock o hardcore emotional (emocore), estilos procedentes del hardcore punk, el indie rock o el rock alternativo, tan alejados en principio de lo comercial. Pero la televisión bombardea con Avril Lavigne o la cantante de Evanescence: ¿quién no va a intentar emularlas?
Un gran handicap de los emo es hallar gente afín. Internet facilita los encuentros entre fans de grupos como My Chemical Romance, sí, pero, ¿qué sucede al llegar al instituto? Los casos de jóvenes -más chicas que chicos- que son víctimas de bullying por su semblante gótico merecen atención. No tener el respaldo de la clase y encontrarse con gente únicamente por medio de la red es una manera de automarginarse y de no aprender a adquirir las herramientas que evitarán que el resto te margine.
No obstante, los emo también son vistos con preocupación por el grupo. Tras una moda se esconden problemas más profundos. (…)
En cualquier caso, las patologías no las crea la moda. Les puede dar forma, pero los especialistas en la salud mental advierten que, ante un adolescente en un estado un poco ataráxico, encerrado en su mundo y en una especie de desconexión, pensar que la causa es lo siniestro y las amistades depresivas es desacertado. El malestar ya estaba allí, latente, difuso. Un sufrimiento silencioso que empatiza con otro similar y que se ha expresado con los cambios de la adolescencia.
«La propia deconstrucción de la sociedad y de los modelos actuales lleva al colectivo de los jóvenes a estar más desorientado. ¿Con quién me identifico?, ¿hacia dónde me oriento? Hay un caldo de cultivo previo que hace que ciertas personas tengan dificultades para hallar esas identificaciones. Están afectadas en las primeras etapas de la vida por lo que llamaríamos una idea de un sentimiento de vida, en el que el otro, los padres, no le orienta en cómo desea que se haga mayor. Y eso no son problemas mentales». (Rosa María Miró pedagoga)
Lo siniestro les aporta la idea de un sentimiento triste de vida. «No le pueden poner palabras, pero tienen un sentimiento de abandono, de desamparo. Y son muy dependientes. Identificarse con lo gótico consolida su idea de ser un colectivo rechazado. Las ideas de muerte les sitúan en un lugar de placer con relación a su condición: no soy nada, no me he podido construir. Pero también en el camino de adaptarse a los demás: No soy lo que el otro espera».
Chicos y chicas no expresan ese malestar del mismo modo. Ellos, más disruptivos, montan números. Ellas se escoran hacia la melancolía y se encierran en sí mismas. «Hoy es un drama hacerse mayor -concluye Miró-, en una sociedad de la inmediatez donde todos delegan el crecimiento del niño. Los padres deben aprender a pedirle al hijo que se haga mayor. El objetivo es que el sentimiento de angustia se convierta en pensamiento. A partir de ahí se puede evolucionar y crecer».

Extractado de Maricel Chavarría

La Vanguardia, 03/04/2008

Para hacer
¿Qué se esconde detrás de todo este fenómeno?
Ver el comentario sobre Emily la Extraña y las propuestas para trabajar a partir de su imagen en la sección Imagen.
 

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