Sicar, un ricón para el silencio (Vitoria-Gasteiz)

1 diciembre 2008

Irene Miñón
 
Sicar es un espacio de silencio, oración, eucaristía mensual y acompañamiento a jóvenes en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz. Esta experiencia se está realizando en la Capilla del Santo Cristo de San Ildefonso, en el Casco Medieval de Vitoria-Gasteiz.
La Asamblea de los Obispos de Québec afirma que “hemos estado habituados a pensar que la transmisión de la fe seguía el modelo del río que crece poco a poco con el aporte de varios afluentes que vienen a aumentar su caudal y a ensanchar su cauce. Es así como la transmisión de la fe tenía su fuente en los hogares. Después, en la etapa de la infancia y la adolescencia, ensanchaba su curso con el afluente principal de la escuela y la enseñanza religiosa escolar. Después las parroquias tomaban el relevo para el resto del curso y del declinar de la vida. La transmisión de la fe se operaba de manera progresiva, encadenándose de etapa en etapa, como una herencia llevada y arrastrada en el oleaje continuo de la vida, en el funcionamiento cotidiano de las instituciones sociales y eclesiales”.
Hay que ser capaz de reconocer que esta imagen del río y de sus afluentes ya no corresponde en absoluto con la realidad. De este modelo de río con un cauce actual incierto, tenemos que pasar a otro modelo. “En las nuevas condiciones que son las nuestras, es importante subir allí donde la fe toma su fuente. Es decir, en el corazón de la experiencia de los jóvenes. Extraer la experiencia espiritual que brota de la vida que extraña, que hace presentir lo esencial, que despierta, que pone en marcha, que hace vivir. La educación en la fe no es, en primer lugar, una cuestión de reunir recursos; es, ante todo, una cuestión de descubrir la fuente”.
El trabajar por los demás, el regalar el tiempo regalado por Dios, envuelven palabras como solidaridad, misión, necesitados, evangelizar, catequesis, pobres….Actividades que siempre han sido fuente de reencuentro con la Palabra de Dios. Siendo esto verdad, siempre nos han enseñado, como otra verdad fundamental, que hay que buscar siempre ese rincón, más o menos escondido donde, como los discípulos a su regreso de la predicación, podamos compartir con Él el amor que le tenemos. Sicar es un “rincón” donde, saliéndose de lo cotidiano de todos los días, podemos buscar nuestro camino, descubriendo nuestro “pozo de agua viva”, orando, celebrando, refrescando el alma, llenándonos del aroma de Dios…
 
Lugar de referencia alternativo
 
SICAR quiere ofrecer “ese poco de agua” para los fatigados del camino que se sientan junto al pozo para descubrir su fuente… No quiere ser un espacio parroquial al uso, sino que está abierto a los jóvenes que no saben ni siquiera a qué parroquia pertenecen y quizás ya no ven en la parroquia un punto de referencia ni para su vida religiosa ni para sus problemas humanos.
SICAR quiere responder a esa demanda de jóvenes que buscan, que andan inquietos hambreando experiencias que no terminan de llenar la vida, el corazón… que les hace deambular de aquí para allá sin satisfacer sus deseos más profundos. Quiere estar a pie de calle, en sus horarios, en sus propias lenguas, en sus lugares de encuentro, en sus lenguajes, en sus sensibilidades, en su flexibilidad, en sus gramáticas.
SICAR quiere ser un lugar de referencia alternativo, que se identifique con un nuevo estilo de acceso a la trascendencia, de acogida y acompañamiento al que venga, de silencio y respeto en sus búsquedas, de ensayos orantes y celebrativos. Quiere decir la fe de modo culturalmente aceptable y comprensible, redescubriendo el núcleo esencial y vital de la experiencia cristiana, contar a Jesús a los jóvenes de hoy.
SICAR quiere ser un espacio diocesano, donde todos tengan cabida, para comenzar a creer o para volver a creer, para los jóvenes y animadores que están con nosotros, los que se fueron y los que todavía no han venido. Quiere ofrecer una oportunidad para iniciar a los jóvenes de manera intensa, sistemática y pedagógica a la oración individual y comunitaria; y quiere explorar con los jóvenes el camino de la palabra compartida; el camino de la oración interior, el camino del pan partido en memoria del Resucitado, el camino del diálogo interreligioso. Podríamos resumirlo en cinco palabras:
– Sinestu (creer)
– Isiltasuna (silencio)
– Contemplar
– Acogida
– Reconciliar
 
Un espacio para el silencio y oración
 
La mayor parte del tiempo en Sicar es de silencio. Se abre todos los viernes a las 20h con una hora de silencio y después de una hora de oración guiada, termina con otra de silencio nuevamente. En Adviento y Cuaresma también se abre de lunes a viernes: dos horas diarias de silencio, con la posibilidad de escucha y acompañamiento para quien lo solicite. En la hora de oración guiada, los viernes de 21 a 22h, las modalidades de oración empleadas son las siguientes:
– Palabras de Vida (Lectio Divina)
– Ecuménica (Taizé)
– Danza contemplativa
– Oración preparada y dirigida por comunidades-grupos diocesanos
– Oración desde el arte: Concierto, testimonios, encuentro interreligioso, audiovisuales…
El tercer domingo de mes a las 20 horas, Eucaristía especial para jóvenes “PKT enteres”, una Eucaristía normalmente de una hora de duración, con un poco de tiempo para saborear la Palabra de Dios, comentarla entre todos, actualizarla y también incidir cada día en uno de los gesto de la Eucaristía de una forma un poco más pedagógica.
SICAR está promovido por la Delegación Diocesana de Pastoral con Jóvenes, en el marco del Proyecto de evangelización misionera de jóvenes ZUGAZ y se ubica también dentro de la Unidad Pastoral del Casco Histórico.
Este proyecto se lleva a cabo por dos equipos, uno encargado de las oraciones de los viernes y otro de las eucaristías de los terceros domingos, que está integrado por personas que proceden de diversas realidades eclesiales que ponen sus carismas y ministerios a disposición de este nuevo espacio de evangelización. Son precisamente estas comunidades las que garantizan la presencia constante todos los viernes y todos los días en Adviento y Cuaresma.
SICAR ofrece, inicialmente, una serie de iniciativas propias, situadas el viernes  noche, de 20.00 a 23.00 horas; de 20h a 21 h y de 22 h a 23 h, abierto para el silencio, y de 21 h a 22 h oración compartida. En esas tres horas hay posibilidad de acompañamiento personal.
Ofrece también iniciativas organizadas por grupos, comunidades, movimientos, centros educativos… que quieran emplear ese espacio, en otros horarios, siempre que conecte con este proyecto educativo y sea abierto a otros jóvenes, especialmente a los que no acceden a nuestras plataformas pastorales.
El proyecto se desarrolla cada año desde el mes de octubre hasta el mes de junio, ambos incluidos. Este es el tercer curso de funcionamiento.
 
Valoración actual de la experiencia
 
La valoración de la experiencia del proyecto de Sicar es muy positiva. Este curso 20008-09 es el tercer curso que comenzamos y, aunque consideramos que es un proyecto ambicioso por estar abierto semanalmente, hemos tenido una buena respuesta.
No es un espacio en el que busquemos “cantidad” de asistentes, porque se trata de un espacio para la interioridad, en el que el silencio toma un papel muy importante.
En cada encuentro hay una comunidad o grupo que lo prepara, porque es así como conseguiremos dar estabilidad y continuidad al proyecto.
Como puntos menos positivos consideramos dos aspectos, el primero es el hecho de que siendo un proyecto destinado a los jóvenes, muchas veces nos encontramos con que la gente que asiste tiene una media de edad en torno a los 25-30 años;  y, por otra parte, respecto al acompañamiento hay que reconocer que, aunque se ofrece, no lo hemos potenciado en profundidad. Más bien el acompañamiento se hace por las personas que han preparado cada oración, por si quieren posteriormente comentar lo que han experimentado.
Tenemos diseñada una publicidad, en papel y en forma de cuña publicitaria que se emite en diversas emisoras de radio. También semanalmente publicitamos la convocatoria en un periódico local. Creemos que en esta etapa del proyecto es importante permanecer y poco a poco darlo a conocer a los jóvenes: que Sicar vaya resonando.
La diversidad de las propuestas, el ofrecimiento de un espacio donde el silencio tiene mucho que decir y la constancia de las propuestas de Sicar, son sus principales riquezas.
 

Sicar es un “rincón” donde el silencio

también puede llegar a ser bullicio,

donde el silencio puede agarrarte de la mano y llevarte….

Sicar es un pozo…

Un lugar ideal para detener la marcha. ¡Párate en el camino muchas veces!