Amiga, amigo: Comienza un nuevo año para los cristianos. Después de muchas temporadas vinculado a equipos de la zona media-baja de la tabla, este año tienes la oportunidad de fichar por un grande… El equipo de Jesús de Nazaret ha puesto sus ojos en ti y quiere que formes parte de su plantilla. No te preocupes, el Míster sabrá sacar lo mejor de ti… Pero antes de “estampar la firma” y comprometerte con el Nazareno, repasa el plan personalizado que te ha diseñado, lo que el Entrenador quiere de ti:
Adviento
Una buena pretemporada a las órdenes del Señor es fundamental para llegar al comienzo de la competición con sobradas garantías de éxito. Prepárate concienzudamente y, sobre todo, confía… Confía en las palabras del Entrenador. Él jamás te fallará; hazle un hueco en tu corazón para que pueda entrar en tu vida y, juntos, acometer la nueva temporada litúrgica.
Navidad
El Entrenador de la Vida ha apostado por ti. Él tenía otros jugadores con mayor calidad, con mayor poder mediático… Sin embargo ha querido establecer su morada en el terreno de juego de tu corazón. En cada partido, en cada jornada, en cada entreno, en cada jugada… regálale, entrégale lo mejor de ti mismo, no te reserves nada.
Tiempo ordinario
Llegarán partidos difíciles. No siempre jugarás en casa, arropado por los tuyos. Habrá momentos de duda, de agotamiento, de desconfianza… No te vengas abajo, echa mano de la Buena Noticia del Míster. Cada día observa su pizarra; tiene un mensaje, en forma de Evangelio, para ti. Sigue su táctica, obedece su estrategia y ten paciencia… ¡El gol llegará!
Cuaresma
No todo van a ser victorias. La cruz, el desánimo, los abucheos forman parte del juego, de la vida. Es el momento más delicado de la temporada. Hay jugadores que aprovechan para cambiar de aires y fichar por otros equipos… Tú no, el Míster te necesita. Carga con la cruz, échate al equipo a cuestas… Demuestra tu fidelidad a unos colores, a un equipo, a una idea, a una Persona.
Pascua
El momento crucial de la temporada. Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Ya no se puede especular. El Entrenador, Jesús de Nazaret, ha dado la vida por ti; la Gran Victoria está cerca. Sal a la sala de prensa y comunica al mundo entero la Gran Noticia. El Señor, el Entrenador por excelencia, ha vencido el poder de la muerte, de la derrota, del fracaso… “¡Alegraos conmigo, celebremos el gran triunfo de la Vida!”
Tiempo ordinario
Yo estaré con vosotros (contigo) todos los días hasta el final de este mundo. El momento de poner en práctica todo lo que el Míster te ha enseñado, sabiendo que no juegas solo; con la confianza absoluta de que Jesús de Nazaret camina, y caminará por siempre, a tu lado…
José María Escudero