Esta imagen procede los materiales de la «Federación Catalana de Voluntariado Social», lo mismo que el breve relato que reproducimos más abajo. Nos la ha enviado José Sorando y de él tomamos algunas ideas de las que proponemos a continuación.
A partir de la imagen y del relato podemos centrarnos en diversos temas relacionados con el voluntariado y la acción social. Se puede partir de la imagen o del relato por separado, o trabajar con los dos a la vez. Nosotros sugerimos partir de la imagen y profundizar con el relato para aplicarlo después a la vida.
- La imagen
¡ Leer la imagen centrándose en su contenido. Inicialmente es mejor prescindir del título para referirse a las imágenes, teniendo en cuenta todos los detalles. Contar lo que ahí sucede. ¿Qué pasa ahí? ¿Por qué? ¿Qué podía haber pasado? ¿Qué va a suceder después?
¡ Releer la imagen. Recordar lo que se ha dicho relacionándolo con alguna realidad actual: globalización, voluntariado, inmigración, deuda externa, mundo de los jóvenes, política, vida de los creyentes… ¿En qué se parece cada una de esas realidades con lo que ahí se refleja? ¿Qué resultados puede haber?
¡ Leer el conjunto y hallar las claves. Partir del título: ¿Qué nos dice? ¿Qué refleja? Frente al «Nada de nada» o «No hay nada que hacer», se refleja la opción por aprender a nadar y saber nadar con constancia, a veces a contracorriente, en un mundo adverso. Por cierto, ¿qué otro título se podría poner?
¡ ¿Qué pasará después? Imaginar la siguiente imagen y dibujarla.
- El relato
¡ La imagen unida a relato, tomado de la misma Federación Catalana de Voluntariado Social, que ahora se puede leer:
«Había en el fondo del mar un grupo de peces muy pequeños que vivían muy felices. Eran todos de muchos colores, menos uno que era de color negro. Se llamaba Jan y se diferenciaba de sus compañeros porque era más rápido que todos ellos.
Un día apareció un gran pez que abrió la boca y se comió muchos de aquellos peces pequeños. Jan puso salvar la vida.
Los pececillos se ocultaron entre las algas, muertos de miedo. Jan les dijo que era una pena que no se atreviesen a salir de allí perdiendo así la posibilidad de vivir nuevas aventuras. Pero el temor tenía paralizados a aquel grupo de peces pequeños.
Jan tuvo una idea: se unirían todos formando un solo pez y él sería el ojo. Así lo hicieron. De esta manera, todos unidos, pudieron salir del escondite y nunca más ningún pez grande les dio miedo».
¡ ¿Qué nos dice este relato? ¿De qué nos ha hecho caer en la cuenta?
¡ Ante el ataque del pez grande, Jan se salva. ¿Por qué? ¿Qué hace después?
¡ Jan ayuda: ¿A quién ayuda? ¿De qué manera lo hace? Imginar que Jan habla a sus compañeros: preparar su intervención y hacerla presente a los demás durante 30 segundos.
¡ ¿Qué les pasa a los peces pequeños? ¿Qué problema tienen? ¿Cuál es su reacción?
¡ En el relato se da una solución. ¿Pero no se podría solucionar el problema de otras maneras? ¿Cómo?
- Imagen y relato
¡ Se dice que el pez grande come al chico. ¿Qué sentido tiene esa frase y qué significa? ¿Qué refleja de la realidad? Por ejemplo: ¿Se podría traducir que «Los países ricos se comen a los países pobres»? Aplicarlo a la deuda externa.
¡ Concretar cómo sucede en nuestras vidas, en nuestra sociedad, en alguna institución concreta (partidos, iglesia, lugares de diversión, centros de enseñanza…) lo que refleja el relato e ilustra la imagen.
¡ También nosotros somos a veces peces grandes. ¿Con quiénes? Concretar en diversos ambientes (familia, clase, tiempo libre) o grupos de personas (menos inteligentes, más pobres, marginados de clase…). O preferimos ser peces pequeños. ¿Cuándo y por qué?
¡ Dibujar, pintar y recortar «el pez que yo soy». Por detrás se escriben las cualidades que cada uno puede poner al servicio de los demás y los aspectos en los que tiene que mejorar.
Herminio Otero