Tolerancia

1 enero 2001


Lops era un círculo perfecto, con 360 º ideales.

Un día tuvo que abandonar su país por­que en el abundaba la pobreza, y no ha­bía trabajo.

Se sintió solo y desgraciado. Nadie le ayudaba, y solo quería un trabajo digno para poder vivir.

Solía burlarse de los que tenían defectos, avergonzándoles por ser diferentes.

Llegó al país de los cuadrados, pero allí Lops era diferente a todos, y la gente se apartaba a su paso y murmuraban a sus espaldas.

Se dio cuenta entonces de que lo impor­tante es el interior de la gente, no de si su figura es perfecta o no; lo importan­te es que sean capaces de tender una mano cuando haga falta, haciéndonos, entonces sí, «más perfectos».
 
Para hacer

  1. Esta parábola, muy sencilla, puede tener múltiples aplicaciones sobre la tolerancia, interculturalidad, los diferentes, la exclusión, el cambio, las necesidades vitales, la apariencia… Léase desde ahí.
  2. La parábola está hecha con ordenador, como trabajo de clase, por una estudiante de Magisterio (Ana Díaz). Puede ser un modelo para construir otras parábolas gráficas por los jóvenes. Promuévase y dénse a conocer.

 

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